Los tulipanes de la zanja

Hola, este es mi primer aporte, un cuento que escribí, de hecho es el primero.


“Los tulipanes de la zanja”


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Ahora solo quedo yo, nadie a mí alrededor, no sé si alguien realmente me conoció, si alguna persona sabe que no estoy. En estos días de locura solo puedo recordar aquel momento tan hermoso, aquella mañana en que te conocí, admirando esos blancos tulipanes tras de esa reja anhelando creer en la belleza. Recuerdo ese instante idóneo, tu mirada sollozaba y la mía perdida en tu alma estaba.
Esa reja, tan perturbadora, poseedora de sueños y anhelos rotos, carente de esperanzas, presente en la desventura de los infantes, y detrás, una zanja en donde yacen reposados ya, sobre una roca los mas blancos, finos e inhóspitos retoños de flor.
Rumbo a mi casa pasé frente a ti, te miré cómo te perdías en esa fosa, te escuché cómo pronunciabas suaves palabras, todos y cada uno los días de ese mes hiciste lo mismo, nunca me percaté qué había en ese surco, jamás hubiera podido imaginar lo que divisabas. Hasta ese amanecer que la intriga no me dejó continuar mi camino, me acerqué, y en un afán de descubrirlo, el hediondo olor me noqueó, decidí no buscar más pues no sabía qué era lo que veías.
Tarde ya era, la luna iluminaba mi sendero, la claridad de la noche no ocultaba tu tristeza, y una vez más me pregunté ¿Qué era lo que admirabas con tanta nostalgia?, entre mis sueños no podía pensar en otra cosa, en realidad ¿podría haber algo tan triste en este mundo?, no pude contestarme esa pregunta, tuve que esperar hasta el alba para responderla.
Tomé un paño, lo coloqué sobre mi rostro y Salí en busca de tu nostalgia, al llegar sólo vislumbré un pequeño montículo de tierra con rocas rodeado de cuantos desechos pudiera imaginar, y como no era novedad no vi nada espectacular, me retiré de ahí pensando en que jamás sabría el origen de tu mirada tan triste. No dejaba de pensar en esto, pasaba días enteros reflexionado, mi motivo de diversión se entorpeció, no pude más, en definitiva tendría que averiguarlo.
La única manera de conocer lo que te afligía sería verlo con tus ojos, pero no podría, mi último intento sería éste, así que tomé mi trapo una vez más, busqué de un lado a otro, pregunté a las demás personas que pasaban si observaban algo en especial, nadie supo darme razón. Cuando estaba a punto de retirarme, aprecié algo que me llamó mucho la atención, era algo que sólo se podía ver del otro lado de la zanja, eran tres radiantes tulipanes, -¿Cómo podían crecer en semejantes condiciones?- me hacía yo esta pregunta. Me retiré de ahí un poco más tranquilo y dentro de mí quise comprender tu zozobra, mas no pude hacerlo, eso me tuvo pensando horas y horas, ¿cuál era el verdadero significado de las flores para ti?, ciertamente nunca sabría la respuesta, sin embargo mis sentimientos opinaban lo contrario, tu mirada despertó algo en mi que jamás había experimentado.


Mi única compañera de esas noches en vela era tu recuerdo, la soledad no me ayudaba mucho, pero la esperanza me aconsejaba quitarte de encima aquella pena, no pude más que cerrar los ojos, tan solo anhelaba verte feliz. Por fin obtuve una respuesta, quizás y tan solo quizás, tener aquellos tulipanes borraría la tristeza de tu rostro y así me regalarías la más perfecta sonrisa. Esta vez debía internarme en aquel canal de aguas pestilentes, en busca no de mi felicidad, sino de la que probablemente sería la tuya.
Me aseguré que ese día no me viera nadie, absolutamente nadie, tomé una soga y la sujeté de un par de troncos viejos, con mi pañoleta cubriéndome hasta el cuello comencé a descender poco a poco, el olor era cada vez más insoportable, penetraba con facilidad mi lienzo de tela, era tal el olor que no había ningún ser vivo capaz de soportarlo, salvo aquellos hermosas flores. Me aproxime hacia el montículo de basura, tomé un poco de impulso para llegar hasta ellas, arranqué una y la coloqué en mi camisa, volví a balancearme y obtuve la segunda, en ese momento sentí que la cuerda se aflojaba cada vez más, solo escuché un crujido e inevitablemente caí.
Ahora sólo quedo yo, nadie a mí alrededor, no sé si ella realmente me conoció, si esa persona sabe que no estoy, solo quedó un tulipán, ese tulipán no es todo ni es nada, no significa que triunfé o fracasé, no representa nada más para mi, que el instante en que me perdí en su mirada para ahora encontrarme en su alma.


Sin mas gracias por tomarse el tiempo para leerlo, sus opiniones me ayudaran.

 

El tema es bello y entretenido... Agranda un poco la letra y dales espacios a los párrafos para facilitar y dar placer a la lectura. Que bastante ya complica la computadora.

Buena prosa