Los visitantes

Espero hermano que recibas cuanto antes esta líneas y aceptes ante todo una sincera disculpa de mi parte, por no haberte hecho caso sobre la compra de esta cabaña, algo raro pasa aquí sabes, algo ajeno a mi comprensión que no se si podría explicar. Es por eso que te he mandado a Raquel y los niños, se que cuidaras bien de ellos, si es que yo no me comunico contigo en una semana.

¿Recuerdas a la vieja Sofía? la enterramos hace apenas una semana, apuesto que lo lamentas tanto como yo, era un buen animal. No se por donde debería empezar, siento la imperiosa necesidad de contarte primero los pequeños acontecimientos que desembocaron en esta pesadilla, mas que otra cosa como una medida de tranquilizarme y no escribir así nada incoherente.

Como bien sabes nos mudamos apenas hace dos meses a este solitario y privado paraíso asentado al pie de la montaña, creo que antes perteneció a un viejo botánico amante de las flores, por cierto, ¿habías visto la flora de por aquí?, no crees que es sospechosamente hermosa, crece orgullosa y radiante hasta alcanzar la estatura de un hombre.

El primer indicio fuera de lugar que note fue el constante corte de la energía eléctrica, sobre todo durante la noche y en horas especificas, al principio lo achaque a una deteriorada instalación eléctrica, pero mi sorpresa seria mayúscula cuando dos días después el técnico me informo que la instalación no tenia ningún problema.

Después hubo otros incidentes desconcertantes, la alarma de seguridad se volvía loca a mitad de la noche y Sofía no dejaba de ladrar, obviamente barrí la zona con rifle en mano, pero nada apareció; Raquel pensó que tal vez solo fueran ardillas lo que activaba la alarma así que al final opte por apagarla.

La siguiente cosa rara fue la desaparición de muchos de mis instrumentos de trabajo, y cuando digo desaparición no hablo solo de un lápiz, no, de la noche a la mañana planos, compases, escuadras todo se había esfumado. Llame a la policía para que investigara, pero se limitaron a decir que algún animal salvaje las había hurtado, aunque nada estaba fuera de su sitio ni sucio, simplemente era como si las cosas hubiesen volado y salido por la ventana.

A propósito deberías tener especial cuidado con David, no ha podido dormir bien y creo que es el mas afectado de los tres, todavía me siento mal por no haber creído sus palabras cuando me dijo sollozando que había un monstruo tocando por su ventana, creí que todo se debía al estrés por la mudanza. Por el contrario Mary es la mas fuerte, aunque hay algo que jamás me quiso contar y que la perturba, quizás tenga algo que ver con la desaparición de su amigo Frankie después de visitarnos en Julio, aunque de verdad espero que solo se halla ido de fiesta con sus amigos.

Pues bien hermano ya casi me acerco al final de mi relato, solo hay algo mas que debo confesarte antes de continuar ¿recuerdas tu palo de golf favorito?, creo que ya no podré devolvértelo lo he roto, y aquí es donde mi historia toma un giro dramático, pues hace una semana me desperté a mitad de la noche sobresaltado a causa de unos curiosos sonidos, algo muy parecido al croar de una rana, aunque hasta ese día jamás había escuchado alguna estando en la cabaña y a su alrededor no existen estanques.

Sofia también fue causante de mi forzado insomnio, pues no paraba de ladrar como demente, baje entonces decidido a acabar con aquella molesta plaga de ranas cantarinas, tome tu palo y desate la correa de la perra quien acto seguido desapareció tras la puerta, cuando la imite note que la noche era exageradamente fría y no solo eso, sino también luminosa aun cuando era una noche sin luna, fue entonces cuando escuche los gemidos agonizantes del pobre animal unos pasos hacia el frente tras las altas flores, y vi horrorizado a tres siluetas que se movían ágilmente; dos de ellas sujetaban con fuerza a la infeliz criatura, mientras la otra se encontraba agachada recogiendo algo del piso.

Se suele decir que el instinto es mas fuerte que la razón y ahora mismo diría que hay mucho de verdad en ello, pues a pesar del miedo que me provocaban aquellos seres, salí de mi estupor y encaje tu palo favorito en el cráneo de uno de sus integrantes con tal fuerza que se partió por la mitad, aunque sin producir ningún sonido.

Lo que paso después no lo recuerdo exactamente, solo se que me encontraba allí con la perra entre mis brazos temblando como un crío mientras observaba a ese extraño ser que la había asesinado, supongo que los otros huyeron porque estuve así hasta el amanecer, grabándolo en mi mente; aquellas arrugadas facciones con sus ojos negros y circulares carentes de parpados; su escasa boca sin dientes y aquellos enormes y delgados brazos.

Lo siguiente que hice fue meterme a la cabaña en busca de alguna sabana, mas lo único que encontré fueron las cortinas que arranque con presteza para envolver al pequeño monstruo, ¿pequeño?, si no era tan grande como lo recordaba, aunque no podría decirlo con certeza pues no me he atrevido a mirarlo nuevamente.

Lo levante sin hacer caso de la masa viscosa que escurría de su cráneo y le arroje al sótano donde todavía sigue, ¿crees que actué bien?, quizás me equivoque, pero algo me dice que de no haberlo hecho me habría ocurrido lo mismo que a Sofía. Ahora no tiene caso lamentarse o preguntarse si es que estas criaturas conocerán el significado de la venganza.

Lo demás ya podrá contártelo Raquel, solo espero que pronto pueda estar ahí con ustedes y escuchar también la historia, ¿fue eso un ruido?, ¿no se escucha acaso como las pisadas de una multitud molesta?, un horrible y familiar sonido como el croar de muchas ranas en una noche brillante, pero sin luna…