Lujuria

La Doncella no conseguía sacarle de su mente. Pues no solo la había poseido en cuerpo y mucho peor que su alma, el diablo tenía preso su corazón.
La Doncella intentó librarse de él 1000 veces y todas ellas había fracasado. Él la llamaba aún sin estar presente. La perseguía en sueños y en cada instante que ella bajaba la guardia.
¿Como deshacerse de un amor prohíbido? Pues cada vez que sus miradas se cruzaban, ella caía en trance. Uno, del que no podía despertar.
Pero el diablo era cruel y jugaba con sus sentimientos. Mas sabía que la Doncella podía jugar en su retorcida red de manipulaciones. Pero en su presencia, cualquier intento de la Doncella por escapar, resultaba inútil. Mas cuando lo hiciera, sería quizá, demasiado tarde. Su corazón, ya no le pertenecía a ella.
Era inútil. Cautivar a la Doncella no le resultó tarea difícil. Ella deseaba escapar de cuanto la rodeaba. Y solo entre sus brazos se sentía libre. Solo entre sus brazos se sentía, viva.
La Doncella deseaba que el corazón de su amado le perteneciéra, igual que el suyo propio le pertencía a él. Pero encontrar un corazón en dicho cuerpo, era imposible. Puesto que él solo respondía ante sus instintos.
Entonces, tenía dos opciones:
1. Acudir a la llamada y saciar su deseo ardiendo en la lujuria.
O 2. Reprimir su sed y su ansia intentando olvidarse de él.
Y la Doncella sabía, que solo una era la opción que ella quería tomar. era un bucle de masoquismo emocional, del que la Doncella intentó librarse varias veces. Pero es bien sabido, que el diablo, siempre vuelve con una sola intención, la victoria, y su corazón.

"La Lujuria no es si no una de las muchas formas que tiene "el diablo" de conseguir nuestro corazón y arrebatarnos nuestra voluntad."