LXXXII

[center:cad804e493]“Muéstrame tus ojos.”

- Supliqué.

“Tus preciosos ojos verdes.”

- Musité.

“Caminan por la tierra
Las estrellas más hermosas
Remueve de ellas por un segundo
Tus rubias crines vaporosas.

Pues en el cristal de tus pupilas
Veré mi rostro con claridad
En un marco esmeralda
Flotando en marmórea divinidad.

Pronta está la tumba
Para este cuerpo moribundo
Déjame contemplar tal maravilla
Para consolarme en el otro mundo.”

- Con esto apartó sus cabellos
De la blanca y serena frente
Lanzando una carcajada
Infantil y sugerente.

Y para mi sorpresa y horror
En lugar de ojos amantes
Albergaba dos cavernas
Oscuras y sangrantes.


¡No era una blanca ninfa
Del virginal y puro invierno
Era un horrendo trasgo
Enviado del averno!


[/center:cad804e493]

 

Ohhhh... genial poema!... hasta el final no sabes que ocurrira... me gustó...

 

me gustó mucho..big bro..

naciste para esto..y morirás cn esto!! lo llevas en la sangre..stá en tus palabras..aquello tan especial que.. le das al poema como ese toke de nose que...
muy admirable
:wink: cuidate^.-

 

Que gusto leer poemas asi, me hacen recordar que no todo es bello, que bajo una mascara de hermosura se encuentra algo horrible....

 

Es una niña.