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Malaquias

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Anskart, 24 de Mayo de 2013. Respuestas: 0 | Visitas: 585

  1. Anskart

    Anskart Poeta recién llegado

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    24 de Marzo de 2009
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    UN MUNDO PRIMIGENIO

    En el principio de los tiempos, la tierra era una única masa continental sin limites ni fronteras y el mar un segundo continente profundo, misterioso e infinito. Ambos mundos eran tan ricos y fértiles, que cualquier ser vivo con el solo mero echo de nacer tenia la felicidad y longevidad asegurada, no existía depredador ni presa ni enfermedad alguna ya que ni tan siquiera los microbios y bacterias se alimentaban de células de animales sino simplemente de todo lo que les proporcionaba el inmenso jardín que era el mundo.
    Tampoco había la distinción entre animales inteligentes y no inteligentes ya que aunque si había una infinita y variopinta cantidad de especies con sus características propias, todas se relacionaban y compartían vidas con una naturalidad y simplicidad exquisitas. Muchas de ellas tenían la facultad del habla que sus sucesivas evoluciones han ido perdiendo por simple falta de necesidad de ella. Otras además se servían de la telepatía con naturalidad y cotidianidad, de echo era la forma de comunicación mas común en muchas especies por su facilidad, rapidez y certeza ya que aunque la mentira aún no existía, el lenguaje oral a veces se prestaba a confusiones y malentendidos. Tampoco existía la palabra escrita ya que todos los seres del planeta tenían entrenada la memoria hasta el punto de que la mayoría podía explicar minuto a minuto todo lo que había echo a lo largo de su vida desde el día de su nacimiento. Aunque también es verdad que tanta abundancia había convertido a la muchos de seres vivos en animales de costumbres rutinarias y perezosas que consistían en satisfacer sus necesidades fisiológicas tal y como y cuando iban apareciendo. De lo contrario este edén que era la tierra se hubiese convertido en un galimatías de comunicaciones entrecruzadas imposible de descifrar.
    Pero no todos los seres vivos eran tan aburridos, muchas especies de aves con su innata necesidad de propagar chismes eran los noticieros de ese tiempo, los felinos con su curiosidad siempre eran los primeros en colonizar tierras vírgenes, seguidos de las monas con su algarabía a veces molesta, otras especies animales destacaban por su capacidad de observación y las que no destacaban por nada en especial, simplemente vivían en armonía con el resto, sin roces ni discusiones ni leyes ni normas ni nada que se la pareciera.
    Los seres humanos de esa época vistos con los parámetros del hoy en día hubiesen sido calificados de seres mágicos o divinos, por la utilización innata de todas sus capacidades psiquicas y por la velocidad, fuerza y elasticidad de sus cuerpos, debido con seguridad a la carencia de grandes herramientas y métodos de trasporte, no por falta de capacidad para inventarlos, si no por la pura inutilidad de los mismos. Estos vivían en pequeñas aldeas aunque no muy alejadas las unas de las otras y se agrupaban 5 clanes.
    El clan mas numeroso era el autodenominado de los hombres, eran poco menos aburridos que algunas especies de animales, dedicaban su tiempo a comer, dormir y holgazanear. Era tal la abundancia de frutos que tenia la tierra que no necesitaban hacer nada mas, aunque si les gustaba hablar de cosas que habían visto a lo largo del día o simplemente de alguna noticia traída hasta el poblado por algún ave peregrina, vivían en casas de madera y fabricaban ropajes hechos con telas vegetales y pequeños utensilios de cocina, que a veces cambiaban con el clan de los artistas por adornos para decorar sus casas o joyas para regalar a sus parejas.
    El segundo clan en numero era el que los hombres nombraron como el de los Artistas, estos a parte de vivir con la pausa y tranquilidad del resto de hombres dedicaba parte de su tiempo a reproducir tanto en pinturas como en esculturas de barro motivos naturales y paisajes, también elaboraban joyas y perfumes y el excedente serbia para comerciar con los otros clanes. Construían casas de adobe y piedra que decoraban de forma barroca mas para encaber sus obras de arte que por otra cosa.
    El tercer clan era el de los músicos, dedicaban su tiempo a construir instrumentos y a componerlas mas hermosas melodías con ellos, era tal su obstinación en estos quehaceres que a menudo y a pesar de disponer de frutos por doquier, pasaban días enteros sin comer inmersos en su mundo de notas y sentimientos, eran parlanchines y además de hablar de cosas que habían vivido o escuchado también inventaban historias para ir dando explicación a sus dilemas cotidianos; porque crecían los frutos, porque existía el día y la noche… Dormían en amplios cobertizos sin paredes, que consistían simplemente en pilares de madera con techo de palma, aunque pasaban sus vidas en la calle, sobretodo las plazas, echas con adoquines, donde nunca faltaban fuentes con aguas diáfanas y parterres de flores de miles de colores. También elaboraban una gran cantidad de brebajes alcohólicos con las que a menudo comerciaban con los diablos,aunque la naturaleza generosa de ambos clanes, convertían estos intercambios comerciales, en un simple reparto de regalos entre amigos.
    Al cuarto clan los hombres denominaron como el de los diablos, en esta época el significado de este apelativo no tenia que ver con el mal, ya que aún no había dado tiempo a inventarlo, pero a veces si les consideraban algo molestos por su carácter travieso y burlesco y por su continua búsqueda de diversión, en ocasiones a costa de la paciencia del resto. Eran un clan nómada, vivían en familia, una pareja de adultos, que se aparejaban en su juventud y restaban juntos de por vida, con hijos menores, que al dejar la infancia, abandonaban el núcleo familiar y herraban por el mundo en busca de una pareja ideal para formar su propia familia para el resto de sus días, estas parejas se se formaban con criterios prácticos y de afinidad de gustos y caracteres, pero ninguno de estos matrimonios se habían basado en algo parecido al amor, ya que aún no lo habían inventado. Vivían en campamentos con tiendas hechas de telas vegetales y elaboraban algunos objetos y obras artísticas para decorarlos, conocían las artes y oficios de los otros clanes,(así como muchas de las habilidades de hadas y druidas), pero solo los utilizaban cuando creían necesitar de ellos y a menudo abandonaban todos sus utensilios, obras de arte e instrumentos al desplazar sus campamentos, dejando tras de si un espacie de bazar lleno de los mas variopintos objetos.
    Para reforzar sus lazos como clan, todas las familias y diablos solteros, se reunían una vez al año durante la semana del solsticio de verano, en una gran fiesta, en la que además de invitar a músicos para amenizar el encuentro, realizaban juegos y competiciones deportivas, bebían y comían hasta que les dolía el estomago y reían todo el día explicando las bromas que habían gastado durante el año, muchos jóvenes aprovechaban estas fiestas para encontrar pareja y allí mismo se celebraban decenas de matrimonios con su fiesta correspondiente dentro de la fiesta . Y quedaban tan exaustos que dormían otra semana entera, antes de despedirse y volver a su vida ambulante.
    El quinto clan era el de las hadas y los druidas, aunque no era un clan propiamente dicho, ya que sus miembros vivían en solitario, apartados los unos de los otros y de los demás seres humanos a la vez. Dedicaban su tiempo al perfeccionamiento de sus dotes telepáticas así como al aprendizaje de nuevas facultades mentales tales como el de la telequinesis, la levitación y la adivinación entre otras muchas, conocían el efecto sobre los humanos de miles de plantas y habían inventado el elixir de la eterna juventud. Su sabiduría y poder eran tales que habían perdido todo interés por el contacto con resto de los clanes y los trataban de forma paternalista y magnánima, como si se trataran de otra especie animal menos evolucionada que ellos. A excepción de algunos diablos errantes, a los cuales incluso habían llegado a instruir, en su afán por encontrar a alguien con quien compartir tantos conocimientos, además de porque en el fondo les gustaba el carácter alegre y abierto de estos, que les hacia mas grata su solitaria eternidad. No tenían un modelo común de construcción, algunos levantaban inmensos palacios de mármol pulido, por el simple echo de practicar la telequinesis con los bloques de piedra, otros vivían como ascetas en cuevas perdidas en lo mas profundo de las montañas. Se decía que eran tan antiguos como el mismo mundo y no acostumbraban a tener descendencia ni lazos familiares conocidos, se comunicaban entre ellos telepáticamente incluso estando a miles de quilómetros de distancia, aunque estas conversaciones no eran frecuentes y se limitaban al intercambio de nuevos conocimientos.
     
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    Última modificación: 26 de Mayo de 2013

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