¡Maldita Poesía!

¡Maldita Poesía!

Me arrodillo ante tí
en el altar de los sacrificios.
Levanto mi pluma
y cargo mi tinta
de sangre fermentada.
Sujeto mi rosario
y te doy las gracias...

Gracias por dejarme este legado
de entendimiento e idolatría.
Gracias por marcar en mi frente
del cielo tu infernal estigma.
Gracias por darme de tu aire
de placer, dolor y melancolía.
Gracias por mostrarme el amor
con todas las caras que tenía.
Gracias por inyectarme el sufrimiento
con tus arcángeles de agonía.
Gracias por enterrarme en el pecho
tu puñal de versos, metros y rimas.
Gracias por enamorarme el alma
sin piedad y sin medida.
¡Gracias por condenarme a ser Poeta!
¡Gracias!
¡Maldita Poesía!​

 

Gracias por enamorarme el alma
sin piedad y sin medida.
¡Gracias por condenarme a ser Poeta!
¡Gracias!
¡Maldita Poesía!​

Con tu permiso Childe voy a tomar prestados estos versos para darle yo también las gracias por permitirme coquetear con ella.

Esta preciosidad no merece estar por ahí abajo con un cero. Así que la mando para arriba para que más gente la disfrute.

Un beso

 

No tienes que pedirme permiso Ana, mis versos son de todos los que los sientan o se sientan identificados. Mis versos son aire y van al aire, y tal vez se crucen en su vuelo con una Mariposa Andaluza com tú!
Mil gracias por sacarle el cero al poema...
Un beso aún más sentido...
Childe.

 

Pienso como Ana... este poema, merece más lecturas... Un beso.

 

Bendita condena que es capaz de provocar que nos embargue la fascinación por tus cuidados versos.

 

mi estiamdo un placer entero haberte leido....

saludos desde esta mi sombria soledad...

 

Muchas gracias scarlata,
un bezote...
Childe.

 

Nunca unos versos tan desarreglados como estos, nunca una condena
tan maldita como esta, nunca una muerte con tanto gusto a vida...
Un abrazo y gracias por las palabras...
Childe.

 

Maldita poesía, bello poeta sin palabras, aplausos me fascinó, besitos de chocolate

 

Hasta tu sombría soledad, mi estimado,
te envío un fuerte abrazo...
Childe.

 

Un abrazo también para ti Hellen,
un placer tus palabras...
Childe.