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Malos pensamientos

Tema en 'Fantásticos, C. Ficción, terror, aventura, intriga' comenzado por xss-Cristian, 14 de Febrero de 2010. Respuestas: 1 | Visitas: 1000

  1. xss-Cristian

    xss-Cristian Poeta recién llegado

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    9 de Junio de 2007
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    Abrí los ojos, un destello de luz blanca me sacudió. Mientras la borrosa imagen se aclaraba e iba volviéndose poco a poco más nítida, escuchaba voces de fondo. Las voces eran inentendibles. Se escuchaban algunos pasos cada vez más cerca de mí. El frio se había hecho con mi cuerpo desnudo, notaba escarcha en la piel. Mire hacia mis pies, estaban algo amoratados, y me encontraba en una camilla, en mi brazo ponía “071567JV+ML”. A mi alrededor habían más camillas, decenas, puede que centenares. Por fin, las voces de fondo estaban lo suficiente cerca como para entender algunas de las palabras que decían.
    - …Cero[…]cinco, seis, siete: Josep Vittoni, funciones vitales estables, frecuencia[…]
    Volvía a alejarse la voz, algo me extraño, creía haber escuchado el nombre que aparecía en mi brazo, pero dijeron un nombre que no era el mío. Intente levantarme, pero estaba atado a la camilla. Los nervios me hicieron gritar y tratar de desprenderme de las ataduras dando sacudidas de un lado a otro de la camilla. Los hombres de bata blanca corrieron en mi dirección e ignorando mis preguntas me inyectaron algún somnífero en el cuello.
    - No le hace efecto, no se duerme.- Dijo uno de ellos asombrado.
    - Ponle 35 miligramos más.-
    Mi cabeza y mi pecho estaba parcheado de cables que se conectaban a un monitor, por algún motivo, lo que me estaban inyectando no funcionaba, decidí hacerme el dormido hasta que se alejaran.
    Funciono, se marcharon tras hacer unas anotaciones en un archivo. Una voz en megafonía ordeno el abandono de la sala treinta y cinco. Los focos de la sala se apagaron.
    Tras largos intentos conseguí liberar mi brazo de la atadura y desatar las demás correas. Me tire de la cama al suelo para pasar inadvertido, comprobé que habían cámaras de seguridad en algunos puntos de la sala. Desde algunas camillas se escuchaban llantos, alaridos y algunos tosidos. No sabía qué hacer cuando de pronto escuche una voz clara decir: “Puedo ayudarte a salir”. Al momento me golpeo un fuerte dolor de cabeza, media mitad de mi cuerpo no la sentía, intentaba arrastrarme de lado con dificultad. “Dirígete por el conducto del aire” me dijo la voz que sonaba ronca y con un ligero acento italohablante. No pude ver de dónde provenía la voz, pero seguí avanzando y Conseguí abrir la rendija del aire en la pared y serpentear por ella hasta llegar a otra pared. La voz del italiano no dejaba de sonar, parecía sonar en mi cabeza.
    - ¿Quién coño eres?-Grite exigiendo una respuesta. Nadie respondió.
    Me levante y camine por un largo pasillo impoluto. En un cartel pude leer “Área de investigación neurológica”. Me tope con un espejo en la pared, pero el que estaba delante del espejo no era yo, era un hombre pálido con varias impactantes cicatrices en la cara, sin pelo, completamente calvo y de complexión esbelta. Antes de ser devorado por la histeria, y sin poder evitar un espasmo nervioso con el que tuve que morderme la lengua, decidí controlarme y seguir caminando por aquel laboratorio. Más adelante había dos puertas, una hacia unas escaleras y otra a una sala donde se leía “Archivo”.
    “Ve por las escaleras” dijo la voz del italiano. Decidí pasar a archivo para averiguar qué estaba pasando conmigo, mi pierna izquierda trataba de resistir mi decisión. Busque en unas grandes estanterías entre los archivos una ficha con mi nombre, no encontré nada, tampoco aparecía nada buscando el código que habían tatuado en mi brazo. Empecé a buscar el nombre que habían mencionado los científicos “Josep Vittoni”. ¡Premio! Había un archivador completo con su nombre. Empecé a leer la ficha. Condenado a muerte… Donación del estado: Cuerpo del condenado a la investigación y ciencia… Hemisferio derecho útil…
    No necesite leer más y empecé a relacionar ideas, ahora entendía la inscripción en mi brazo, JV+ML igual a Josep Vittoni más Marco Lagg. Me habían utilizado como parte de un experimento con el cuerpo de un condenado a muerte. ¿Pero… Cómo? Mientras pensaba insólito, mi mano izquierda cogió un abre cartas afilado de la mesa. Salí corriendo por las escaleras. Unos científicos nos localizaron en un pasillo de la planta que salía a la calle, una alarma comenzó a sonar. Mi mano izquierda comenzó a apuñalar a los científicos a sangre fría. Yo seguía corriendo. Trataba de recordar mis últimos recuerdos, llevando a mis hijos al colegio, creo que de vuelta a casa algo me golpeo en la cabeza, puede que me secuestraran… Mi lado izquierdo era hábil asesino, conseguí escapar del laboratorio a la calle.
    ¿Cuánto tiempo había pasado desde que estuve con mi familia por última vez? ¿Cómo explicarles que me habían cambiado el cuerpo? Llegue a mi casa, pero antes de llamar pude verme a mí mismo en casa, estaba en la cocina con mi mujer y con una venda en la cabeza. No conseguía entenderlo, si ese que estaba con mi mujer era yo… ¿Quién soy yo y este cuerpo que no es mío?
    Al borde de la locura, llame al timbre, mi mujer abrió la puerta y conseguí que escucharan todo lo que me había sucedido. Con cara de mucha preocupación, mi mujer me explico algo que le sucedió hace muy poco a mi otro yo.
    - Marco enfermo de un tumor maligno en el hemisferio izquierdo del cerebro, decidimos donar el hemisferio izquierdo extirpado a la ciencia.
    Me eche las manos a la cabeza y sin poder aguantarlo empecé a llorar. Mi mujer llorando también mientras mi otro yo parecía en estado catatónico a causa de la operación a la que le sometieron.
    - Debieron implantarte el hemisferio extirpado a ti…- Jenny no conseguía reprimir su llanto mientras intentaba continuar- ¡Es una locura esto que han hecho! Marco está recuperándose poco a poco… Tienes que irte… ¡Lo siento!
    Cada vez era mayor su llanto, Marco, es decir, mi cuerpo, continuaba inmutable, casi vegetativo con la mirada perdida en la nada. Mi mano izquierda saco el abrecartas del bolsillo y en un acto inesperado rajo el cuello a Jenny y a mi cuerpo. Sin poder tomar yo el control del cuerpo en el que me encontraba, este subió a la habitación de los niños que se encontraban jugando.
    -¡¡¡Nooo!!! Mis hijos no…- Pronuncie en llanto tratando de controlar mi cuerpo que con fuerza actuaba independientemente.
    El abrecartas atravesó las tripas de mi hijo mayor que tirado en el suelo de rodillas comenzó a vomitar sangre agonizando. Mi hijo pequeño, tras chillar, paralizado por el miedo, llorando llamaba a su papa, me llamaba a mí aunque por mi cuerpo no me reconocía, y yo no podía hacer nada por salvarle.
    Mi mano le estaba estrangulando, con mi otra mano trate de impedírselo, pero era demasiado fuerte. La mano izquierda le soltó, cogió a mi mano derecha y partió todos los huesos, grite. Comenzó a golpear a mi hijo de tan solo seis años que sangraba aturdido mirándome a los ojos, a punto de ser asesinado. Mi mano alcanzo un tenedor y lo clavo en la cara de mi hijo hasta que dejo de respirar. Los ojos del asesino lloraban por mí.
    Acto seguido, Josep nuevamente con el abrecartas, atravesó el lado izquierdo de su cabeza matando al intruso que se había apoderado de su cuerpo y escapo. Nunca encontraron el cuerpo del condenado a muerte.
     
    #1
  2. mujerbonita

    mujerbonita Poeta que no puede vivir sin el portal

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    Hola ohhh, donde habrá quedaddo ese cuerpo!!!!! grato leerte Saludos y estrellas
    ¡SONRIE
     
    #2

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