Manantial de palabras.

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He notado tu recuerdo dos horas seguidas. Además, para colmo de males, sin pensármelo dos veces, he buscado tus huecos y al ser tantos, podría elegirlos por matices, colores, estelas. Lo que siento no está inmerso en la escritura, sino en el palabreo. Lo que se siente ya uno lo sospecha. Abro las palabras para capturar tu sabor. Mi boca besa el frescor de tu sombra y el suave roce me lleva a cuando lo único que deseo es que la eternidad sea mentira.

De pronto mi mente se queda sin paisaje, pareciera, entonces que el pensamiento dejase en suspenso sus razones y siento una corriente abriéndose al mar que oyen mis oídos. La siento a ramalazos. Qué importa si viene del norte o del oeste, para saber que existe debo darle forma. Con el riachuelo que va hacia el mar viene la nostalgia que visto con tu nombre. La flor del agua crece alrededor de la fría cintura de las calles que piso. Al caminar voy deshojando lentamente esa rosa callada, tan despacio como el latir nublado de tu mirada. Instalado en la niebla pienso que si mi vida vale lo que pienso, mejor será dártela con palabras que digan cómo me siento.

Caminar es un duro salto entre el vacío de los charcos. La lluvia es una mirada lejana cargada de arena, tan silenciosa como dibujar recuerdos sobre las fachadas. Es fácil creer que el agua se detiene aquí y continúa bajo el empedrado de las calles, pero queda suspendida en el aire. Sus gotas consumen la sed de mis labios y abren un cauce hacia el infinito río de tus manos. Ahora recuerdo que cuando te tuve entre las mías era extraña la vida porque podía herirme con lo que deseaba si al fin lo poseía. O al revés, podía curarme con tu abrazo, como si un relámpago tomase la luz, el aire, el sol, la brisa, el mar, como quien toma la eternidad sabiendo que vuelve al punto de partida.

Bastaría con esta observación. Pero he mentido tantas veces por no desesperarme que concebí su nacimiento. Quizás inventar un manantial es de lo más sencillo que a mi vida le puede suceder ahora mismo. Quizás que no lo cerquen las malezas ni mengüe cada vez que de él bebo, me baste, a mí, que quiero no echar de menos nada, si no ¿por qué iba yo a venir tantas veces a él, a beber de sus aguas? Tu herida ha crecido en forma de acequia porque lo que queda es bañarme, esparciéndome como si fueses un barro duro en mis ansias. Algo así como si estar sediento no cupiese ya en la boca. Y se bebe y se bebe, lo que sea, a estas alturas se bebe lo que sea.

Me llena y todo lo que soy él lo hace posible en mí, casi diría que así es siempre el trato ente tú y yo, firme a base de renuncias, un amor de lo más sencillo, imprescindible para sentirse bien, de los que uno tiene como un privilegio. Y si por un mal ángel me faltara la sed, me diera por tirarla por la borda del alma. ¡¡Ya puedo empezar a temblar!!

 

Manantial de emociones las que despiertas en mi,
con tu bello poema y con tu cálida voz.
El amor es renuncia muy cierto...
Engel, muy grato venir a tu espacio de paz espiritual y reflexión.
Besos y un fuerte abrazo

 

Querida amiga, mil gracias por dejar tu linda huella en mi prosa.
Besos... y fuerte abrazo.

 

Oh!! Yeah!! Me siento honrada de haberlo leído con tanta anticipación a su gran estreno en el portal, que decirte de lo mucho que he esperado para poder premiar esta magnifica obra!!

Es más, conservo este vídeo en mi compu, y dos por tres, cuando realizo mi meditación, apago la voz de Enya y/o música de la India, para dejar este vídeo y escuchar a este poeta leer su espectacular obra (con ese acento español) mientras pierdo mi mente en las imágenes espectaculares que no sólo visualizo sino que hasta puedo olfatearlas y palparlas...

Sin duda es una obra espectacular, no lo dudes nunca Engel! Aunque aquí se les dé más por la poesía y tengan algunos cierta flojera para leer algo más largo... jajaja


Ahora sí, el momento más esperado, aquí va mi reputación! Y por supuesto las estrellas, todas!!


Besos

 

Engel
Es una extraordinaria prosa poética en donde en el alma de ese manantial de palabras es el amor...
podría decir que el amor inunda cada palabra que introduces en el texto y al ir fusionándose una con otra brota un manantial en el que te bañas, en el rememoras, en el que reflexionas, en el que vives...
Te felicito y dejo estrellas y saludos.
Ana

 

Me gusta tu voz, tu acento y este manantial de palabras que se desprenden desde las montañas de tu alma. Es exquisita la nostalgia, melancolía, no sé cómo llamar a eso que siento en ti cada vez que te escucho y son pocas las veces que lo hago, ya sabes que me gusta más la palabra escrita pero hoy te oí después de tiempo y la esencia que llevas contigo es más que divina, querido amigo. Muchas gracias. Un abrazo. Buenas noches. Descansa Le.
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Buenas tardes, Rocío. Me complace que llegues a disfrutar con esta prosa, es todo un honor para mí. Contar con tu presencia y comentario es un estímulo y alegra mi corazón.
Saludos y fuerte abrazo.

 

Gracias, Ana. Placer para mi contar con tu presencia.
Saludos y fuerte abrazo.

 

Querida amiga, mil gracias por el generoso comentario. Es un honor para mi contar tu presencia y con tu ayuda.
Te dejo un fortísimo abrazo.
Felices Fiestas, Margarita.

 

Tu herida ha crecido en forma de acequia porque lo que queda es bañarme, esparciéndome como si fueses un barro duro en mis ansias. Algo así como si estar sediento no cupiese ya en la boca. Y se bebe y se bebe, lo que sea, a estas alturas se bebe lo que sea.


La prosa entera es una bendición, pero no sé el por qué, me gusta tanto este pasaje de la misma, quizás sea porque lo siento más intenso que el resto... mi abrazo a tu alma minino...

+Dama+

 

Saludos, María. Muchas gracias por dejar tan cálido comentario.
Feliz Navidad, querida amiga.
Fuerte abrazo.