¡manos a la obra!

Siempre dando a conocer mis sueños, siempre contándote que es lo que tanto deseo para mí, pero siempre tú poniéndome una barrera para no caminar hacia ellos. No sé qué hecho, no sé qué hecho mal, ¿Te he lastimado? ¿Te he hecho sufrir? Si es así, discúlpame, nunca fue mi intensión. Y si no lo he hecho, ¿Por qué te comportas así? ¿Por qué siempre subestimas mi persona? ¿Y no crees en mí?

Por mucho tiempo deje que las personas a mí alrededor tomaran decisiones por mí, deje que sus comentarios, críticas, subestimaciones, entre muchas otras cosas, dominaran mi vida. Pero siempre me importo más tu pensamiento, ahora que lo sé, no tan claro como el agua, porque nunca terminas por decir todo lo que piensas ciertamente. Pero pude percatar que poco crees en mí, que no me ves con la capacidad necesaria para lograr mis metas, ni mucho menos mis sueños. La vida es difícil, lo sé, es arriesgada, también lo sé. He vivido una vida complicada, todo el tiempo subestimada y lastimada, pero aun así, estoy aquí, parada, con fe, con ganas de hacer todo lo humanamente posible para salir adelante y demostrarles, más bien dicho para demostrarme que puedo hacer todo lo que me proponga.

Solo basta entusiasmo, ganas, fe, paciencia y toda la energía posible para caminar, persistir y darse cuenta que los sueños sí se pueden hacer realidad. Ya no dejaré que me digan que hacer, en ocasiones pediré ayuda, pero intentare hacer todo por mis propios esfuerzos. No más llantos, no más lamentaciones.

Solo a trabajar y poner lo mejor de mí, ¡Manos a la obra! que esto, está recién comenzando.