MANTO ETERNO

MANTO ETERNO


Bosque del silencio...
Entre ecos huecos de un porvenir incierto voy caminando donde los árboles son bañados por el holocausto...
Las horas clamando el pasar de los segundos, atrayendo el inerte deseo de vivir...
¿Qué será de aquel que osó entrar a lo ambiguo de tu mundo?
Tus tonos grisáceos acompañados de tu carisma, de tu pasión y ternura van dibujando la senda que he de recorrer...
Tu luz, nada hay como la luz de la madre guiadora, indulgente, paciente, aquella que pasa noches en vela... De tener ojos, madre mía, llamearían cual fuego incandescente eterno y divino.
Me acogiste bajo tu manto, me has dado protección, consejo, cariño... tu me volviste una criatura de la noche, tu me llenas de paz, de consuelo...
Colección de lágrimas en botellas hechas de coral, fruto del dolor latente que atormenta mi alma las noches que no te veo...
Nunca me has abandonado, he sido yo el que se ha cegado, una tormenta de banalidades incrustaron en mis ojos el polvo de la agonía, de la ingratitud, del egoísmo...
Mi fragilidad me lleva a cometer infamias...
Entre las penumbras y la neblina logré distinguirte, excelsa como ninguna, con aquella elegancia que despierta la más sacra envidia en cualquier doncella que pose su mirada en ti... Caí a tus pies arrodillado pidiéndote perdón queriendo lavar mis penas con diamantes nacidos del arrepentimiento puro...

Siento tu abrazo cálido recorrer mi flagelado cuerpo...
Me despojas de mi armadura, la indulgencia de tu presencia me lleva a un pudor jamás sentido, nunca experimentado...
No hay nada más doloroso que la desnudez del alma y la del corazón...
La fiebre va pasando y con ella los delirios, el olvido me seduce con ese olor a perdón que tanto detesté...
Mi furia solo es el cimiento del nuevo amanecer,
mis frustraciones solo son espejos por romper,
sombras de un pasado antaño, añorando perecer...

He visto luces, luceros, estrellas que han dejado morir su luz...
Cometas estrellarse, la creación de planetas y mismo de universos...
Cenizas de mi ser que regresan a un estado de mutismo, reencarnadas como el fénix que regresa de entre las llamas...

Te debo mi vida,
TU que estas entre algodones celestes,
Te guardo devoción
TU que me amas incondicionalmente
Soy tu hijo,
hijo de la Luna...


:twisted:

 

Buen poema amigo es bellisimo un abrazo 8)





shadow

 

OSCURIDAD O SHADOW, GRACIAS POR TU COMENTARIO :twisted: