Marchita

Mirando el todo inexistente, lloro en las noches pacíficas, y en las mañanas hablo con mis cigarros sobre viejas canciones de blues.
De las paredes se proyectan los momentos infelices, memorias falsas y en ellos intentó encontrar la sonrisa perdida.
Es un todo tan simple, ¿dónde estas? Mis ojos se desgastan sin acabar.
Y las flores en el pasillo son consumidas por aquellas sombras.

 

Muy bonito, tienes un estilo muy sugerente de escritura, las imágenes están muy logradas. Un placer leerlo, saludos.

 

¡Gracias!