María Camila

María Camila

María Camila, niña de hermoso parecer su rubia cabellera y sus ojos profundos dejaban ver que no era cualquier niña, venia de una familia adinerada por su forma de vestir.

Había algo en ella que a pesar de su hermosura la hacía ver fea. Su orgullo y altivez, presumía de su belleza, pasaba largo tiempo mirándose al espejo luciendo sus vestidos con gran orgullo.

Su mama estaba preocupada por la actitud de su hija, y continuamente le decía: Deja ya ese orgullo que no te sirve de nada, solo para que tus amigas te rechacen y no te vuelvan hablar; pero ella hizo un gesto con su boca y s regresó a su cuarto. Cierto día María Camila salió con su perro coco a dar un paseo por el parque para distraerse un poco, se sentó en una banca y cogiendo una flor se puso a jugar con su perro.

Este parque era muy hermoso tiene muchas flores, árboles y una gran fuente en el centro con muchos peces de colores que llamaban su atención, por un momento la niña se distrajo contemplando los bonitos peces y no se dio cuenta que su perrito se había alejado,

Ella estaba feliz porque allí se reflejaba su rostro ¡Mira coco como me veo en esta fuente! ¿Te quieres mirar tu también? María Camila dio vuelta para coger a coco, pero no lo vio, asustada salió a correr llamándolo, pero el cachorro estaba feliz correteando por el parque y jugando con la gente que pasaba por allí.

Mientras el perro jugaba la niña corría por todos lados sin hallarlo; Muy triste se puso a llorar. En esos momentos un chico que pasaba junto a ella le pregunto ¿Qué te pasa niña, porque lloras? Ella lo miro con desprecio y siguió su camino buscando su mascota, ¡Que niña más altanera! Pensó Daniel sin quitar la mirada a la chica, curioso la siguió a prudente distancia.

Cansada de correr a niña se sentó en la banquita del parque, llorando desconsoladamente, la gente la miraba preocupada porque estaba sola, como perdida, pero ninguno se atrevía a preguntar el motivo del llanto, Daniel que estaba cerca con intención de acercarse, pero ella se levantó y camino hacia los árboles justo por donde el chico estaba, ella lo miro con sorpresa porque lo había reconocido, enojada le pregunto ¿Me estas siguiendo? ¡Si! te vi muy triste y llorando pensé que podría ayudarte en algo.

¡No, déjame sola no quiero tu ayuda! ¡Quiero hacerlo! ¿por favor dime que te pasa? agrego el chico ¡Esta bien! ¡Dijo María Camila! Mi perro se perdió en este parque y no he podido encontrarlo, ¡Vamos a buscarlo yo te ayudo! Está bien _dijo la niña con un gesto desagradable, mientras caminaban y conversaban el muchacho se dio cuenta que ella era muy presumida y orgullosa y le dijo con voz segura y firme ¡Te digo algo! Eres muy bonita, por fuera, pero por dentro muy poco.

¿Porque me dices eso? No seas grosero, ¡ya no quiero ir contigo, vete, déjame sola ¡No te enojes niña! es verdad, eres hermosa pero muy engreída y así nadie te va a querer, ¡Pues no me importa! Claro que sí importa; ¡Te voy a decir lo que te mereces! ¡Ven y escúchame! Daniel le tomó la mano y la obligo a sentarse en el prado ¿Cómo te llamas, ella con soberbia contesto, María Camila _ Daniel le dijo con voz más suave? Tú nombre al igual que tu es muy bonito y te verías más bonita si no fueras tan orgullosa.

¡Mira Camila! la verdadera belleza se lleva dentro, en el corazón, en la actitud y la nobleza y tú no tienes nada de esto, ¿Dime tienes amiga? no solo una y es mi prima, ¿y en el colegio? Pregunto el muchacho, no todas las niñas me odian porque dicen que soy orgullosa, añadió la niña, vez María Camila, tu forma de ser no permite que la gente te quiera y hagan amistad contigo una persona así se siente sola y coloca una barrera para que nadie la trate y eso hace que la persona se vuelva agresiva como tú, ¿Te gustaría tener amigos? ¡Claro que sí! Pero no sé cómo hacer que me quieran, todos me rechazan, ¿Quieres ser mi amiga? Le dijo Daniel ¿Tú me aceptarías, así como soy? Pregunto Camila ¡Claro que sí! contesto Daniel_ yo te voy a enseñar como debes ser con la gente ya verás que te van a querer mucho y lo mejor tendrás muchos amigos que van a querer compartir contigo.

Pero dime ¿cómo te llamas? por estar peleando ni siquiera te pregunte cuál es tu nombre, me llamo Daniel, bueno Daniel, vamos ayúdame a buscar a coco, si, vamos,
siguieron caminando por el parque y al llegar a la fuente vieron el perro echado con su lengua a fuera cansado de correr y jugar estaba esperando que su dueña lo encontrara.
La niña lo alzo con mucha alegría porque pensó que lo había perdido pero agradecida porque había aprendido una lección muy grande, esto le iba a servir para vivir en comunidad y para aprender a compartir con los demás.
Se despidió de su amigo preguntándole si podía verlo después para contarle como irían las cosas y para jugar con él en el parque, ¡Claro que si! te estaré esperando, respondió Daniel sin antes decirle: Ahora si te ves más bonita.
Ella sonrío y se perdió entre los árboles con su perro coco.

 

Refrescante narración, una gran lección: vivir y convivir. Me gusto tu historia. Recibe un cordial saludo
y la invitación a leer: http://www.mundopoesia.com/foros/temas/la-vida-en-una-reflexion.619359/