Mariposas

Dicen que el simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo. O puede provocar un huracán.

Dejemos que las mariposas salgan y revoloteen junto con nuestras palabras guardadas, con nuestras miradas atentas, nuestras sonrisas cómplices y nuestros abrazos tímidos. Es hora de liberar lo que por mucho tiempo vivió en jaula de cristal, esperando por un rayo de luz.

Es hora de gritar a los cuatro vientos lo que aquí se siente, ni el hombre mas fuerte puede sostener para siempre el peso de la verdad, mucho menos si la verdad vive dentro del mismo. Es tiempo de dejar florecer al destino y que tome su camino de una vez por todas.

Y si el aleteo de la mariposa llegase a provocar un huracán, me llevaría consigo, pues pesaría lo que una pluma de codorniz, sin el peso de las palabras guardadas, sin la angustia de todos los días y con el corazón deshidratado.

Mi intención no es que me sigas, tampoco que atrapes mis mariposas. Mi intención es más simple, más factible, más real. Mi intención es que seas feliz, con o sin mis palabras aleteándote en la memoria, con o sin mi viento rosándote los labios, o sin mis flores adornando tus paisajes de primavera.
Pero, si tus intenciones van en contra de las mías; siéntete bienvenida y celebremos que la felicidad se ah multiplicado por dos.

Mi amor por ti esta al rojo vivo. Ahora que lo sabes, que pase lo que deba pasar…