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Maxicleitor y la confusión pelochadora. 12 historia.

Tema en 'Prosa: Surrealistas' comenzado por sergio Bermúdez, 25 de Septiembre de 2009. Respuestas: 0 | Visitas: 911

  1. sergio Bermúdez

    sergio Bermúdez Poeta que considera el portal su segunda casa

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    CAPITULO 1: SANGRE MALFONSALADA.

    En la empresa Singspar Uniclec, James estaba examinando sangre pelochada, la cual tenia una originalidad, que se descubría ante el mundo. La sangré llevaba marcomanteca, una especie de manteca que seguía unas formas de potencia salnafobica, que era un producto que explotaba ante las especies naturales, y producía fuertes explosiones, que impartían ardor en cada mesa de laboratorio, pues la dureza y la electricidad que James impartía, realizaba una profunda reconstrucción de cada documento que se bajaba del programa Word, y se disparaba a los cielos de Nueva York, para bajar a una velocidad, superior a la de la luz.

    James: Maxi, debemos de inventar algo que destroze al mal para siempre.

    Maxicleitor: ¿Como que?

    James: Algo que refleje nuestra sabiduría de todos estos años.

    Pero de pronto en el laboratorio de James, todo empezó a moverse, y todos los productos se cayeron de la mesa, a la vez que una sonrisa, que se alargaba y se imponía en la sala se iba convirtiendo en una especie de monstruo, que salía de los experimentos de James.

    Maxicleitor: James, mira lo que esta pasando.

    James: El experimento se me ha ido de la mano.

    Maxicleitor: ¿Porque James?

    James: Se me ha ido, porque resulta de que la sangre malfonsalada, se me ha juntado, con los productos explotantes de la marca Word, y eso ha originado un nuevo ser.

    Maxicleitor: ¿Pero es muy poderoso no?

    James: Demasiado.

    El monstruo era de un color rojo sangriento, y su boca era grande, pues además se podían ver sus colmillos, que recordaban a los de un tiburón.

    El mismo se identifico como el Carapelochador, además de arrasar contra todos los productos de la empresa Singspar Uniclec.

    Maxicleitor llamo a Zoldiaco, y Zoldiaco a los animales horoscopales, que vinieron rápidamente por ondas transparentes, que se sujetaban a la luz de las rayogalaxias, que impulsaban descargas eléctricas de alto sonido y precisión.

    Estos se unieron a Maxicleitor y se transformo en Maxizoloristocoles, pero acto seguido se conecto su cerebro al programa Word y gracias a la descarga y a los chispazos, pudo convertirse en Maxizoloristocolesmensolmin.

    Maxizoloristocolesmensolmin: Carapelochador, ¿a que no te atreves a luchar como Dios manda?

    El Carapelochador: Veras como si, y te voy a destruir tus venas robóticas.

    Maxizoloristocolesmensolmin: Aparte de eso, tengo más cosas, pues mis fuentes de energía me hacen más fuerte.

    El carapelochador: A ver, demuéstramelo

    Maxizoloristocolesmensolmin se alzo y le pego miles de puñetazos y patadas, con la velocidad de un remolino, pero con fuentes de energías de la marca Word.

    El Carapelochador se autoilumino en su fuente de energía que venia de su sangre malfonsalada, y le propino puñetazos a la velocidad de un rayoespectracolosal golper pelochal, y Maxizoloristocolesmensolmin abrió el cielo, y derritió al firmamento, hasta que los monstruos univernicolas, aparecieron en la empresa Singspar Uniclec, y empezaron a luchar contra el Carapelochador.

    CAPITULO 2: RESUCITA REVOLVER PISTERMAN.

    Los monstruos univernicolas estaban luchando contra el Carapelochador, pero este les lanzaba púas de sangre mezclada con acido sulfúrico, y estos se descomponían, pero al cabo de segundos volvían a aparecerse para seguir luchando contra el Carapelochador.

    De pronto a James se le ocurrió una idea, y era hacer revivir a Revolver Pisterman, para que volviera a la acción y así pudiera luchar de nuevo, donde se aliaria con los componentes del programa Word.

    James, como ya hizo con su padre, puso velas en cada tecla del ordenador, e invoco a Revolver Pisterman, y este apareció con sus grandes y elegantes pistolas, para disparar a toda pastilla contra el Carapelochador, pero este se cubrió con su escudo pelochal, y le mando rayos ultrabiológicos, que hacían que del cielo cayeran Fantasmaniacos, que eran unos fantasmas que venían de los efectos paranormales del tiempo.
    Tanto era así, que la lluvia de rayos y truenos se mezclaban con la ansiedad del mal, por vencer a todos los componentes del programa Word.

    James había resucitado a Revolver Pisterman, y por fin estaba en el mundo de los vivos, a la vez que le pregunto a James lo siguiente:

    Revolver Pisterman: James, ¿tienes algún vehiculo para mi, que pegue conmigo para la batalla?

    James: Si, tengo la Macroword.

    Revolver Pisterman: ¿Eso que es?

    James: La moto futura.

    Revolver Pisterman: Pues déjamela, así puedo meterle más velocidad al tiempo, para destruir al Carapelochador.

    James: Ok, lo veo bien que lo hagas.

    Revolver Pisterman: Gracias por todo James.

    James hizo aparecer la Macroword y Revolver Pisterman se monto en ella, y empezó a disparar con su metralleta de voltios de electricidad a todos los fantasmaniacos que se acercaban.

    El Carapelochador seguía en su batalla, con un arte que deparaba cada violento movimiento que se derramaba en el aire, pues su poderoso armamento Pelochal, le servía para aumentar su poder, mezclado con los truenos del cielo, que provocaban una gran revolución, que se desenmascaraba cada vez que pisaba fuerte en cada losa de la empresa Singspar Uniclec, y estas se caían en lo más profundo.

    Revolver Pisterman seguía dirigiendo la Macroword a una velocidad imparable, y los fantasmaniacos caían gritando gritos que desnudaban el ambiente.

    Revolver Pisterman se sacaba sus pistolas y las usaba constantemente, y todo pasaba a una velocidad real de acción, y electrizante recuerdo.

    El Carapelochador no se rendía y empezó a invocar más fantasmaniacos, que iban adquiriendo en propiedad los derechos de alucinación que se intensificaban en su vida paranormal.

    James mientras seguía intentando captar las señales del triunfo, aunque la dificultad era máxima ante tal panorama.

    CAPITULO 3: EL CARAPELOCHADOR SE DEFORMA CON SU SALIVA ELECTRONICA Y SE HACE MÁS FUERTE.

    James intentaba alimentar la creencia del éxito, mediante bombas gastoplasticas, que moldeaban agujeros, ondas de sonido, haciéndoles pitar los oídos a todos los fantasmaniacos, que se iban escondiendo por donde sus cuerpos podían arrastrarse, sin ensuciar sus cuerpos malvendidos por sus muertes, hasta que el moldeo de sus cuerpos los empuño en su destrucción, y estos se eliminaban cuando Maxizoloristocolesmensolmin los hundió mediante su fuego, que le salía de su boca, hasta calentar el ambiente y dejarlos llenos de aromas llenos de peste, que los simbolizaba en penas sin hogar.

    El Carapelochador sabia del peligro que corría y se deformo con su saliva electrónica, y se hizo más fuerte, hasta que rompió las barras de sonido, esas que James tenía en su laboratorio para cargar las baterías del programa Word.

    Maxizoloristocolesmensolmin se nutrió de procesos vegetales, que venían molidos por las sustancias hiperactivas demoledoras de productos de la naturaleza virtual, que lo llenaban de una actitud salvaje. Maxizoloristocolesmensolmin propino un gran puñetazo en el rostro del Carapelochador, y este se retorcía en el suelo, pero después se levantaba y gritaba, y los cables del programa Word le proporcionaban más energía electrónica, que se producía por las sombras de cada objeto de la empresa Singspar Uniclec.

    James sabia como debía de actuar, y enfoco las luces luczucwerear, para plasmar pequeñas imágenes del ADN, que se proyectaban en la sangre del Carapelochador, pero este se iba deformando más y más por su sangre electrónica, que le estaba produciendo su corazón disfrazado de muerte.

    Maxizoloristocolesmensolmin se enfundo en el aire, y cayo en picado para destruir al Carapelochador, pero este lo esquivo, y se abrió una grieta en el suelo, que dejo toda la empresa Singspar Uniclec llena de suciedad.

    James se adentro en las contraseñas del programa Word, y metio su calculo milimétrico de imágenes y sonidos que le servia su mente, hasta que deformo los agujeros negros del espacio y los redacto bajo el programa Word, para después sacarlos mediante fotocopias, aumentando energías, para meterlas en el tubo de escape de la Macroword. Esta empezó a patinar rayando cada parte del suelo y dejándolo marcado con la W, de la marca Word.

    Revolver Pisterman iba con una velocidad de vértigo, y el Carapelochador seguía intentando despistar cada sombra de su muerte más cercana, aunque el no la daba por hecha, ya que su carácter se subía hasta sus más poderosos pasos que dejaban el tiempo parado y confuso.

    Revolver Pisterman: Te matare, maltito monstruo.

    Carapelochador: Eso se vera, Revolver Pisterman.

    Revolver Pisterman saco sus pistolas y le empezó a disparar a una velocidad, que se equiparaba con el temperamento del sudor de su frente.

    El Carapelochador se pisaba sus propios labios, y estos se unían a su malformación más significativa.

    Explosión y otra explosión se sucedían en cada rincón de la empresa Singspar Uniclec. También el viento de las ventanas iba a un gran ritmo de velocidad, que dejaba las caras de la gente de la calle sin piel, además de quedar ensangrentadas y sus ojos en blanco, a la misma vez que caían al suelo de rodillas, finalmente muriéndose.

    Así fue como el Carapelochador seguía sumergido en su propio pensamiento destructivo.


    CAPITULO 4: LOS COMPONENTES DEL PROGRAMA WORD ANTE EL DESAFIO CRIMINAL.

    El Carapelochador empezaba a multiplicar su cuerpo, y este tomaba forma de colores, como si su piel fuera la de un camaleón, además su lengua se acentuaba en su manera de mirar, y sus puños se hinchaban haciendo que de sus uñas salieran cuchillos, para después intentar clavárselos a todos los componentes del programa Word.

    Revolver Pisterman estaba usando su pistola, pues sus tiroteos estaban dando las señales, para que el origen del componente de las sustancias de la marca Word, pudiera hipnotizar las retinas del Carapelochador, pues su deformación lo revitalizaba, alcanzando el completo estado de euforia, que le llevaba hacer locuras tiñendo la oscuridad de maldad.

    Revolver Pisterman disparaba a las sustancias y estas se teñian de un color sangriento oscuro, que transformaba cada estado liquido que iba yendo por todas las tuberías del programa Word, pues también tenía tuberías, que se unían al cable óptico, para al final retorcerse, y sacar las sustancias en estado congelado, después la fotocopiadora de visión que se coordinaba con el programa Word, le hacía un escáner a la sustancia, para después mediante un martillo incorporado por orden del sistema, se pudiera convertir en granizado, dando paso después ha meterle acido sulfúrico, que estaba podrido de olores muertos naturales, que daban paso que la batidora de sonido lo aplastara, y les descargara un impulso eléctrico, que lo metía en giringuillas automáticamente. Las giringuillas empezaron mecánicamente a moverse mediante un mirador láser, que funcionaba por medio de la red.

    El Carapelochador miro asombrado la tecnología del programa Word y dijo lo siguiente:

    Carapelochador: Os creéis que vais a matarme, pero no sois más que carroña informática.

    Revolver Pisterman: Eso que te lo crees tu, porque no sabes lo que te puede suceder.

    Carapelochador: Lo único que se, es que vuestro maltito programa informático, ya sufrió daños, sabes porque lo se, porque me comunico con los recuerdos de vuestras mentes.

    Maxizoloristocolesmensolmin: Pues nosotros te podemos ver el miedo que te entra, cuando te disparemos estas giringuillas que tenemos preparadas exclusivamente para ti.

    El Carapelochador: Antes, deberás de ver mi ultima sonrisa, pues ella te destrozara la mente.

    Maxizoloristocolesmensolmin: Eso será, si logras que todas nuestras mentes fusionadas, puedan debilitarse, te reto a que lo intentes.

    James: Que dices, no te puedes jugar la vida.

    Maxizoloristocolesmensolmin: No te preocupes James, no van a poder hacernos nada, somos muchos, y las fuerzas de nuestra mente lo debilitaran, tenlo por seguro.

    El Carapelochador: A ver si es verdad, te digo yo que va a ser que no jaja.

    Maxizoloristocolesmensolmin: Te reto de verdad, y no estoy de broma.

    El Carapelochador empequeñeció sus ojos, los proyecto mediante su sangre de estado sólida, que le hacía granizarla y mezclarla con sustancias viscosas de su cuerpo. Después saco patas de lectror, que son patas que escarban la sangre del enemigo y la calientan en su propia retina, haciendo explotar sus ojos, a la vez que su recuerdos lo volverían loco, y lo exterminarían en cada fase de agotamiento, para manipular su mente, y dejarla poseída por coletazos que rompían su piel y hacia desaparecer todos sus órganos, para convertirlos en una viscosidad, que se untaba por todo el suelo, y se arrastraba por cada ordenador haciéndolo explotar, de una forma que hacía que miles de virus antiword, destrozaran el exitoso programa de James, e incluso se extendería por los cables, para llegar a la sangre de James, y darle un mordisco sanguíneo, y cortarle todas las partes de su cuerpo, y dejarlo podrido y sin ideas, hasta que su corazón explotaría, haciendo que su inteligente cerebro se proyectara en la misma mente del Carapelochador para poseer el programa Word a sus anchas.

    Todo eso podía ocurrir en décimas de segundo, pero Maxizoloristocolesmensolmin protegió toda su mente, y empezó sin que el Carapelochador se diera cuenta, a grabar todo lo que estaba en su mente, para después ser procesado y finalmente que se impactara contra el.

    El Carapelochador iba a ejecutar su acción, pero antes de que pudiera actuar, al ser todo procesado por Maxizoloristocolesmensolmin, se le volvió todo en contra, y el Carapelochador empezó a irritarse, y a perder fuerzas, a la misma vez que soltaba un grito de angustia. James al ver que era su momento, hizo disparar los dardos y estos se clavaron en todas las partes del cuerpo del Carapelochador.

    De pronto sus neuronas se volvieron locas, y empezaron a caerse por sus ojos, a la vez que se iba empequeñeciendo cada vez más, pero esta vez quitándole mucha calidad de vida, hasta que una vez que era diminuto, James le dijo la ultima frase que iba a oír en su vida:

    James: Asta luego Carapelochador, espero que te gusten mis armas secretas jajaja.

    Carapelochador: ¡Noooooooooooooooo maltitooooooooooooooooo!

    James: Lo siento por ti, adiós mundo cruel.

    Después de decir eso, James pulso el botón del rayo láser, y este exploto llenando toda la sala de liquido súper viscoso y desagradable, pero lo importante es que los componentes del programa Word habían vencido a su fuerte enemigo.

    Y así fue como una vez más, los componentes del programa Word eran un gran equipo, para alcanzar cada éxito que se les cruzaba por el camino, ya que su secreto era la fuerza e ilusión, con la que luchaban en todas sus batallas.
     
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