Me besaba

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Me besaba y me besaba, en la cocina, en el baño, en el pasillo, junto al televisor. Y venga besarme, que cuanto te quiero, que si era su amor. Aquella mujer no hacía tarea alguna, solo besar y besar con besos de joven madre viuda. No podía criticarla por ello, ella me amaba, solo que aquella tarde, y hasta bien entrada la noche, yo quería ver las finales de fútbol: la encerraría en otro salón.

Pitaban un penalti decisivo, cuando escuché un gran ruido y me dirigí a la habitación. La encontré resplandeciente, el pan del rostro desfigurado, el puñal del frío en los labios de la muerte, no era viuda, ni mujer ni hombre, era un neutro.

No murió de sed ni de inanición, sino de no-besar: La autopsia desveló que en el encierro sintió un trino en el pulmón: se le explotaron los besos por dentro.


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Jesús Soriano


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jeje que forma mas original de morir por la falta de besos fue grato leerte saludos

 

un poema triste sin duda, morir de no besar..