Me gusta tu mujer

« Me gusta tu mujer, me gusta verla caminar descalza por la playa, yendo a ningún lugar mientras muere la tarde. ¿Hace cuánto tiempo que no mira los ocasos? Siempre la miro caminar encorvada, melancólica, mirando la arena, como si buscara la senda secreta que le robó su camino. »


« Me gusta tu mujer, su nostalgia, su ensueño. La imagino mirándome iluminada por la luz de una vela, con la sombra preciosa de los bordes de los labios dibujada en el rostro. Sabes, me gusta imaginar un renacer a su lado, dejar atrás todas mis horas oscuras, dejar mis momentos ruines, mi trepadora naturaleza de sierpe, arrancarme el veneno de los labios, de la lengua y…

Perdón, me estas mirando con celos, no te enfurezcas, ella no me ha mirado nunca, ni a mí ni a nadie, ella ya no está aquí, no es de nosotros. »


« Me gusta tu mujer, mírala, la has perdido, se ha ido tras algo desconocido, no tiene alma, sabes, ella ya no está aquí, está pagando, te aseguro, el costo de una mala respuesta, para quedarse aquí, contigo, solo porque es tu mujer. »


« Me gusta tu mujer, y a alguien más le gustó, se gustaron, pero no quiso dejarte por completo, te regaló su cuerpo difunto de emociones y se marchó en el alma con él, se marchó para siempre. »

 

Estimado Melquiades...
Ese sentido de pertenencia que la final no significa un contrato con claúsulas en arameo, siento que al final nada nos pertenece y ante los afanes del tiempo terminamos cediendo más que una mirada a ese recóndito deseo de la nostalgia. Un fuerte abrazo, encantado de llegar a sus letras!!!