Me llamo tierra y este es mi relato...

ME LLAMO TIERRA, Y ESTE ES MI RELATO...
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Me llamo Tierra, aunque en el cosmos me conocen como el planeta azul, dicen que hoy es mi día, pero yo desconozco esos detalles (mas adelante sabrán el porqué), no sé exactamente cuantos años tengo, sólo sé que nací hace miles de millones de años producto de una gran explosión, y mis hermanos pueden dar fe de ello, aunque desde hace muchísimo tiempo están alejados de mí, pues dicen que yo fui la engreída del creador al bendecirme con el don de sostener la vida. Recuerdo como comenzó todo esto, antes yo era muy parecido a mis hermanos, pues enormes tormentas de gases venenosos recorrían mi superficie, hasta que ocurrió algo milagroso, pues debido al constante roce de esos aires malignos, se creó una combustión entre ellos, que pudo crear una especie de capa alrededor mío, a lo que le llaman atmósfera, la cual me protege de las lanzas del astro rey, y me permite tener un elemento gaseoso elemental para yo poder dar vida (aunque por mi edad, no recuerdo bien su nombre), además de ser la única en poseer agua en los tres estados posibles (ahora entiendo el recelo de mis hermanos, pues ellos no la poseen).

Recuerdo que lloré de felicidad, cuando me di cuenta que algo se movía dentro de mí, ¡era el primer vestigio de vida en mi interior!, quien me dio la noticia de que ya era madre, fue el mar (hice bien en elegirla, para que cubriera la mayor parte de mi superficie). Rápidamente fueron apareciendo mas especies diminutas en mi interior, las cuales fueron creciendo, entonces decidí darles cobijo también en mi parte sólida (pues lo veía triste, de que sólo el mar era quien los criara)... Y allí crecieron como no me lo esperaba, llegando a convertirse en gigantes acorazados, grandes reptiles, a los que puse de nombre Dinosaurios (torpes seres en realidad, y muchos decían que daban miedo, pues eran feos, pero cómo una madre puede ver así a sus hijos?, para mi eran criaturas adorables, además yo los recuerdo porque que respetaban mi naturaleza, supieron mantener un equilibrio en mí). Yo los observaba maravillada y con ternura, y estaba tan concentrada en ellos, que no me di cuenta de que algo maligno del cosmos venía directamente hacia mi para golpearme fuertemente (mis hermanos, no me avisaron del peligro que corría, pues dicen que ellos tampoco lo vieron, aunque en verdad no les creo), y cuando quise reaccionar ya era demasiado tarde, me golpeó dejando una herida muy profunda en mi interior, y mis hijos pagaron muy caro el precio, desaparecieron casi todos (no se imaginan el dolor que me causó ello, lloré tanto que el mar dejó de ser dulce, a causa de mis lágrimas).
Cuando pensé en darme por vencida, vi que salían de lo mas recóndito de mi interior, a las criaturas
mas pequeñas y tiernas que jamás haya visto, eran diferentes por que usaban el raciocinio antes que la fuerza (eso era algo que me sorprendía), pues cuidaban a sus crías y los abrazaban en sus pechos, con la misma ternura que yo los cuidaba a ellos, entonces decidí no darme por vencida y seguir adelante protegiéndolos con mi instinto materno (agradecí a mi creador por darme una segunda oportunidad).
Y así pasaron muchos años, todo era felicidad ya para mí, veía como todos cambiaban su aspecto físico, hasta que vi a algunos que ya no caminaban cabizbajos, y poco a poco fueron tomando poder entre todos los seres que me habitaban, siendo mucho mas pequeños que los demás, tomándolos a muchos como siervos y soportando fuertes temporadas heladas que ni yo podía controlar (a lo que llaman las eras de hielo)... decidí que siguieran su voluntad, pues ya era hora de que se establezcan ciertas reglas entre quienes me habitaban (vi un futuro esperanzador en ellos, por la increíble capacidad intelectual que mostraban, ante situaciones adversas... pensé que algún día ellos me protegerían) Pero el tiempo no me dio la razón.
Vi como ellos, no sólo adquirieron inteligencia, también soberbia, envidia, traición, maldad, que les hizo librar muchas batallas entre ellos, y su sangre fue cubriendo mi superficie. El mar y el suelo, me pedían permiso para castigarlos, pero yo no quería hacerlo confiaba en que podían cambiar... nuevamente me equivoqué, pues formaron imperios por separado, con un recelo aún mayor entre ellos, por minúsculas diferencias de credo o raza, y siempre buscaban esclavizarse entre sí. Entonces autoricé al suelo, que los castigara con fuertes temblores (pero ellos no entendieron mi mensaje, y en vez de disculparse conmigo o hacer lo mismo con mi creador... eligieron adorar seres muy extraños, a lo que llamaron Dioses), me molesté aún mas y autoricé al mar (con lágrimas en los ojos) que los castigara, y ella si supo como amedrentarlos, pues me pidió permiso de cubrir temporalmente mis costas, a lo que accedí (pero con muchísimo pesar).
Entonces hubo una época de calma entre la humanidad, olvidé rápidamente las ofensas de mis hijos, en mi condición de madre, y su inteligencia me sorprendía aún mas, pasaron de la edad de piedra, a la de hierro y los metales, y hace muy poco tiempo crearon algo a lo que llamaron tecnología, y con ello iluminaron de noche mi superficie... yo me sentí muy complacida pues sentí que por fin me dieron cierto reconocimiento (aunque en verdad nunca pedí que lo hicieran). Pero esa tecnología les hizo crear también armas poderosas, y estalló lo que llamaron la primera guerra mundial, ya no combatían cuerpo a cuerpo mostrando el valor que antes poseían, ahora podían hacerse daño desde miles de kilómetros de distancia, cuando estuve a punto de ceder a la presión del mar y el suelo para castigarlos nuevamente, se detuvieron... entonces yo pude descansar temporalmente y nuevamente olvidé aquellos desagradables incidentes.
Hasta que una explosión que retumbó en toda mi superficie, me despertó violentamente (habían detonado algo espantoso, que llamaron bomba atómica, y lo hicieron en una ciudad del extremo oriental de mi superficie, que fue victima de otro conflicto) y era una segunda Guerra mundial, y un temor profundo me invadió, pues aun tenía en mente, lo desastrosa que fue la primera vez, que el la humanidad entera combatió entre sí, y mis temores no fueron en vano, pues la sangre de millones de hombres volvió a cubrir mi superficie como nunca antes, yo quería la paz entre ellos, pero no sabía cómo hacerles llegar el mensaje. terminaron los conflictos entre ellos temporalmente, y sentí un alivio efímero, pues en un giro inesperado de la actitud de la humanidad... se volcaron contra mí, pues empezaron a arrancar mis árboles, a contamina mi mar, mis ríos, mi suelo... ¿donde les había quedado aquella conciencia que les hizo antes ser diferentes para bien?.
Hoy mas que nunca me arrepiento de haberles permitido adquirir tanto poder en mi, ahora los castigo involuntariamente (debido a que me intoxicaron con sustancias que desconozco y abrieron un enorme agujero en la capa que me cubre, ya no tengo el control que tenía antes sobre el mar y el suelo), además pareciera ser que la humanidad pretende abandonarme, pues con lo que llaman tecnología se animan a viajar al espacio buscando otro planeta similar, para que puedan vivir allí, en cuanto hayan acabado conmigo, ¿que acaso no ven el dolor que me provocan?.
Pero hay un grupo reducido de ellos que tomó conciencia, por ello yo aún tengo una esperanza de sobrevivir. Aunque siendo mas realista, eh perdido mucho la fe (por los golpes que ya he recibido por confiar en esta raza de hijos ingratos), pues la mayoría de ellos no valora lo que hice por ellos, no valoran que yo les cobijé cuando mas lo necesitaban, no recuerdan que si están en lugar privilegiado en mi superficie es porque yo se los permití; me hieren, me lastiman, me golpean, me desnudan y aún así dicen... Que hoy celebran mi día.
Pero los amo aún y todavía confío en ellos, confío en que de ahora en adelante me valorarán...
Me llamo tierra, y este fue mi relato.

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¡FELIZ DÍA... MADRE TIERRA!​

Autor: Orellanapoet.

 

CONCURSO MICRORRELATOS

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me sorprendes con esa facilidad con la que demuestras lo que quieres besos