Me voy

Pensaba en irme, cuando una voz me dijo: disculpe señorita.
Levanté la cabeza, entre lágrimas observé a un hombre con los más bellos ojos que vi hasta hoy, él me ofreció un pañuelo y me dijo:
-hasta cuando llora es hermosa, pero no me gusta verla llorar.
-¿cómo? pregunté
Y rechacé el pañuelo.
-siempre la veo…tan bella que es, regalando sonrisas y esperanzas a todo el mundo.
Me sonroje y sonreí.
El mundo desapareció, también la angustia.
-eso, cada vez que tengas ganas de llorar, recuérdeme y regáleme una sonrisa.
Lo mire extrañada, Gonzalo me gritaba como loco desde el auto
–dale Ma, que me van hacer la boleta.
El señor de ojos lindos se alejaba
–no lo olvide piense en mí y sonría que siempre la estoy mirando.
Fueron sus últimas palabras
Subí al auto
-¿con quién hablabas Ma?
-Nadie… un loco que me decía bonita.
-Que chusma que sos nene.
¿Sabes Ma, ese señor se parece al abuelo, te diste cuenta?
Frenó en la esquina, me miró
-¿qué te pasa?
-¿porque estas llorando?
- ¿no me estarás mintiendo, qué te dijo ese infeliz que lo sigo y lo muelo a palos?
-nadie se mete con mi vieja.
-yaaa Gonzi, no me dijo nada…bueno solo que era bonita, que le gustaba mi sonrisa, boludeces.
¿Y porque lloras entonces?
-Me entro una basurita en el ojo.
-Maaa, no me mientas… ¿qué te pasa ahora?
-mmm, no digas nada, ¿es por lo del abuelo verdad?
-Ay bebé como me conoces, sí, y además es por lo que me dijo.
- La verdad, que me dejaste pensando….
-¿y? ¿No me vas a contar que te dijo que te pusiste así?
-me dijo: no lo olvide piense en mí y sonría que siempre la estoy mirando.