Mentira nuestra. Mia.

Las nubes se derraman en las montañas precordilleranas que no logro hilar en una idea,

parece que fue hace un segundo, pero ya casi pasa año nuevo en tu casa y en mi cuerpo

tu noche se apresura y el tiempo es cada vez más corto en momentos que no siento,

trato, intento pero no puedo idear una historia para contar de ti, eres inverosímil a mí.

Ya no si me hablo o si solo estoy contra el pavimento blanco intentado dormir un recuerdo.

Brea iridiscente

el pensamiento

estrictamente negro,

más negro,

odioso,

es odio,

es mío,

nunca fue nuestro,

este cuadro,

esta maldita idea que no me abandona,

que no me suelta

que se me atora,

devora y destruye,

levanta y consume,

es escándalo

tortura sobre mi alma

un grito,

una palabra,

una maldición clavada,

ira que no me deja,

carbón de su propio fuego.

¿Cómo apagar algo así?

Acaba la arena, se acerca el final, lo siento en los huesos, en los besos.

Son raíz de una locura, unas absurdas mentiras dichas a oscuras, día, tarde, con las manos


...con mis letras y con las tuyas.
​

 

Me ha gustado, intenso y bello poema a pesar de su ensencia melancólica, sensible escritura para un agridulce contenido. Un abrazo amigo Eban. Paco.

 

Gracias Paco por pasarte a leerme , un saludo desde Chile.

 

Gracias por pasarte a leerme, esa era la idea ser abrupto. Un saludo.

 

No es posible cargar siempre a cuestas ese sentir, un profundo y bello poema, grato leerte Ebancito, mil besos

 

Pues yo pienso lo mismo, nadie puede vivir asi, ahora lamentablemente la vida no es como uno la piensa jajaja, gracias por pasarte a leerme, un beso.