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Mentiras blancas

Tema en 'Fantásticos, C. Ficción, terror, aventura, intriga' comenzado por Jorge Buckingham, 5 de Marzo de 2013. Respuestas: 2 | Visitas: 1071

  1. Jorge Buckingham

    Jorge Buckingham Poeta recién llegado

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    28 de Noviembre de 2012
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    Una maquina no puede decir mentiras,
    tampoco la verdad.

    G.K. Chesterton

    Tan inesperada fue la noticia que Ricardo Bremen recibió esa tarde de Agosto, que lo dejó perturbado durante varios días. Sus amoríos de juventud habían dado fruto. Durante todos esos años, él había ignorado por completo que Pamela, su novia de la universidad, había quedado embarazada.
    Habían transcurrido diez años desde que Ricardo había concluido sus estudios universitarios. Ahora se había convertido en un escritor que recién empezaba a cosechar reconocimientos tras la publicación de sus novelas La Verdad Detrás De La Máscara y Sombras En La Vereda.
    Además, Ricardo trabajaba dictando la cátedra de Literatura Medieval en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y entre sus alumnos era considerado como un buen profesor, debido al entusiasmo y apasionamiento con que impartía sus clases. Ricardo Bremen poseía esa extraña cualidad, propia de los narradores, de hacer que su relato sea tan verosímil que el receptor inmediatamente se identifique con los personajes y situaciones. Probablemente se trataba de un don innato que se había desarrollado debido a sus vastas lecturas, las cuales habían incrementado su fértil imaginación.
    Al descubrir su paternidad, pensó inicialmente que se trataba de un engaño o una burla. Pamela había desaparecido de su vida antes de terminar los cinco años del bachillerato, y durante el tiempo que él había dejado de verla, no supo nada de su paradero. Pamela nunca le reveló que había salido encinta. Ella había asumido sola la responsabilidad de ser madre, y por esa causa el niño había crecido carente de imagen paterna. No obstante, Rafael era un chico bastante despierto para sus diez años y aparentemente estaba exento del trauma que resultaba haber crecido sin el afecto de un padre. Pamela cometió el error de no haberle confesado la identidad de su progenitor. Las veces que Rafael le preguntaba a su madre quién era su padre, ella siempre le cambiaba la conversación y se mantenía esquiva tratando de evadir el tema. Hasta que un día, cuando Rafael ya tenía uso de razón, Pamela le dijo que su padre lo había abandonado partiendo a tierras lejanas. Esta mentira hizo que el niño creciera con cierto resentimiento hacia la fantasmal imagen paterna. A veces, es duro saber que los errores que cometen los padres repercuten en los hijos, dejando secuelas que sólo el tiempo se puede encargar de borrar.
    El niño Rafael siempre había sentido atracción por la ciencia y las humanidades. Al descubrir que su padre era un escritor reconocido, conjeturó que esa verdad podría hacer que la relación entre padre e hijo tuviera una afinidad más allá de los lazos consanguíneos. Ricardo, a su vez, sentía que existía una brecha, una cortina entre ambos, que impedía que se comunicaran abiertamente. Él resultaba ser casi un desconocido para su hijo, y sabía que de alguna manera debía ganarse su cariño y hacer algo para que Rafito se sintiera orgulloso de él, olvidando así los rencores del pasado sombrío. Ricardo había obtenido el permiso de visitar a su hijo los fines de semana, y poco a poco la relación paterno-filial fue fortaleciéndose con cada visita.
    Una tarde, cuando Ricardo y Rafito regresaban de la playa, el niño le exigió una explicación sobre las razones que lo impulsaron a abandonar a su madre y a él cuando todavía no había nacido. Ricardo trató de evadir el tema, pero cuando el niño insistió, ya no pudo darle más vueltas al asunto y comprendió que su hijo merecía una explicación satisfactoria. También se dio cuenta de que Pamela no sólo le había ocultado la existencia del niño, sino que además ella le había mentido, diciéndole que él la había abandonado al saber que había quedado en estado. Ricardo no quiso indisponer al niño con su madre para no ganarse su enemistad. Ordenó sus ideas y dijo:
    ---Muy bien, Rafito, siéntate, porque creo que te debo una explicación.
    ---¿Dónde habías estado durante todo ese tiempo?
    ---Pues... fuera de este mundo- respondió Ricardo con un tono de misterio en sus palabras.
    ---¡¿Qué dices, papá?! ¿Puedes explicarte mejor? No entiendo nada de lo que dices.
    ---Lo que trato de decir- empezó Ricardo -puede resultar la historia más increíble que vas a escuchar, pero, a pesar de eso, es cierta. Durante años la he mantenido como un secreto. Tú serás la primera persona en enterarte de la verdad sobre los Viajes de Adquisición.
    ---¿Viajes de Adquisición? ¿Qué cosa es eso?
    ---Se trata de viajes programados por inteligencias superiores, que eligen a algunos individuos de la Tierra para ser trasladados lejos de este mundo, a otro lugar...
    ---¿Quieres decir secuestrados por extraterrestres? He leído sobre el asunto en la revista Lo Insólito.
    ---“Abducidos” es la palabra que se utiliza en estos casos. Efectivamente, yo soy uno de los pocos terrícolas que conoce de la existencia de la Contra-Tierra o Gor, el planeta al otro lado del Sol.
    ---¡Viajes de Adquisición! ¡Abducciones! ¡Contra-Tierra! Es una locura. ¿De qué se trata todo esto?
    ---Sé que parece una locura, pero se trata de un hecho real. Fue poco antes de que tú nacieras, hace doce años. Todavía lo recuerdo como si hubiera ocurrido hace unos pocos meses. Yo había salido de excursión con un grupo de amigos a Marcahuasi. Este lugar es conocido por sus frecuentes avistamientos. Después de unas cuantas botellas, algunos estábamos más borrachos que otros. Entonces me alejé del grupo y me interné en las montañas. A lo lejos divisé una luz que flotaba en el cielo y se movía de un lado a otro. Luego sentí un repentino sopor. No recuerdo lo que ocurrió después. Cuando desperté ya me encontraba fuera de este mundo. Supongo que debí viajar en estado de inconsciencia. Y así, me vi arrojado en un planeta desconocido, solo y desvalido como una mascota sin dueño. Allí fui entrenado en los métodos y costumbres de mi nuevo hogar. Gor es un planeta donde la lucha por la supervivencia es común y natural. Entonces me embarque en una misión para robar la Piedra Hogar, o el simbólico “asiento del poder” de la ciudad de Ar, una gran ciudad-estado goreana con ambiciones de supremacía imperial. Para hacer eso, amaestré a un poderoso tarn, un ave de monta parecida a un halcón gigante, a la que bauticé con el nombre de “Ubar de los Cielos”, y me convertí en un experto domador de tarns. Durante mi misión, conocí a Talena, hija de Marlenus, el “Ubar” o Rey de Ar. Aunque mi misión fue exitosa, tuve muchas aventuras temerarias, incluyendo un encuentro con Nar -la Araña Inteligente del Pantano-, un breve periodo como guardián de una caravana de esclavos, y varios atentados fallidos contra mi vida. También me vi eventualmente comprometido en un duelo a muerte con Pa-Kur, el maestro de la Casta de los Asesinos, quien había intentado hacerse del control de Ar, después de que Marlenus fue obligado a dimitir. Luego combatí para defender a Talena en la cúspide del Cilindro de la Justicia en Ar, mientras que las armadas se sacudían en las calles allá abajo y los guerreros hacían duelos en los cielos. Después que Pa-Kur cayó derrotado, Ar fue colocada en manos de Kazrak, un amigo mío que serviría como su Administrador, y Marlenus fue exiliado de su ciudad natal. Talena y yo nos convertimos en Compañeros Libres, el nombre goreano para los consortes, pero esa misma noche caí dormido entre sus brazos, sólo para despertar de nuevo en la Tierra, en la precisa locación donde primero fui secuestrado. Jamás conté mi aventura a nadie, asumiendo que nadie me creería, y me rehusé de olvidar a Talena y mi visita a ese otro mundo.
    ---¿Por qué se le conoce también como la Contra-Tierra?
    ---Eso se debe a que Gor gira en la misma orbita que la Tierra, su hermana gemela, pero se encuentra localizado en el extremo opuesto justo al otro lado de nuestro Sol. Es por eso que la Tierra desconoce su existencia. Gor es un planeta más pequeño que la Tierra y a eso se debe que su gravedad sea menor. En Gor, un hombre puede levantar más peso y saltar más alto, lo cual hace que sus combates parezcan cosa de superhombres.
    ---Es una bonita historia para una novela de ciencia ficción- dijo Rafito, después de haber escuchado con atención, -pero déjame decirte, papá, que no puedo creerte por una cosa: si de verdad has estado más de diez años en otro planeta, deberías hablar su lengua, y tú pareces desconocerla ¿No es así? Anda, papá, mírame a los ojos y dime la verdad.
    Ricardo Bremen se quedó paralizado como una estatua. Él había esperado que su hijo le hubiera creído, pero la suspicacia del muchacho fue algo que le resultó totalmente inesperado. Entonces trató de buscar otra escapatoria.
    ---Está bien, está bien. Se trata de una historia que estoy escribiendo. Remplacé el personaje por mí mismo y te la relaté como si yo hubiese sido el protagonista de los sucesos. ¿Estás contento ahora?
    ---No, quiero la verdad, padre. Sé que eres un buen escritor, pero no creo que tengas la imaginación para inventar semejante historia. Además, la ciencia ficción no es tu género.
    ---Bueno, la verdad es que se trata de una historia que leí hace muchos años y durante todo este tiempo siempre me ha cautivado. Siempre me pregunté si Gor en verdad existiría. Te mentí porque quería que te sintieras orgulloso de mí, que me veas como los demás niños de tu edad ven a sus padres. No como a un extraño que recién has conocido, sino como a un héroe, un modelo de virtudes. La verdad, aunque tu madre no te lo ha dicho, es que nunca supe de tu existencia. Fuiste como un planeta remoto y desconocido que de pronto se tornó real e importante en mi vida. En ese sentido, la historia de la Contra-Tierra fue una analogía de lo que has llegado ha significar para mí, una aventura nueva y diferente; la aventura de ser padre y mientras estemos juntos y unidos, Gor existirá entre nosotros como algo que compartiremos de ahora en adelante.

    Y de esta manera, padre e hijo se abrazaron, unidos por una mentira blanca que los hizo sentirse cómplices en un gran y misterioso secreto.
    ---¿Te puedo hacer una pregunta? ---dijo Ricardo después de un rato. -¿Cómo supiste que se trataba de una mentira?
    ---Porque yo también había leído esa historia. Es mi favorita. Mamá me compró las novelas por mi cumpleaños.
    ---He oído decir que el autor John Norman se encuentra escribiendo la vigésimo-octava novela de la saga de la Contra-Tierra.
    ---John Norman. No podía acordarme del nombre del autor. Te aseguro, papá, que, si se trata de veintiocho novelas, es porque realmente Gor existe.

    Surco, Febrero del 2003
     
    #1
    Última modificación: 5 de Marzo de 2013
    A Ro.Bass y (miembro eliminado) les gusta esto.
  2. Ro.Bass

    Ro.Bass Guau-Guau

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    De verdad creo que aquí la gente tiene urticaria si lee una prosa de más de media carilla! No puedo creer que esto no tenga un comentario en semanas que lo publicaste...Esto es terrible relato compañero, un suceso que se da a menudo, y tu personaje a sido un muy buen padre intentando no herir al niño, pero los niños de hoy son muy despiertos y más comprensivos.

    Es una historia muy tierna, aunque no creo que este sea el foro correcto, porque si bien el personaje cuenta en un punto una historia de ciencia ficción, el relato en sí no lo es, es muy detallado, conciso y real. No hay misterio, ni suspenso, ni terror. Es sólo para que sepas no quita, que siga siendo un buen, muy buen relato.

    Saludos
     
    #2
  3. Jorge Buckingham

    Jorge Buckingham Poeta recién llegado

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    28 de Noviembre de 2012
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    27
    Muchas gracias por tus apreciaciones. Saludos.
     
    #3

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