Metamorfosis:

La metamorfosis sucedía cada siete minutos, Azul, que ahora se encontraba en el poder, atrapó al individuo en una cárcel autoregida, una de esas con barrotes hechos de mantas y silencio. La luz tenue dejaba entrever que hoy las paredes estaban quietas, un auténtico alivio.


Cuando Azul manda el tiempo se realentiza es por eso que cada minuto se convierte en tres horas, es injusto, pero inapelable.


Tres, dos, uno... Azul cayó, nunca hay explicación, pero es que nada es para siempre. Verde, siempre más fuerte en cada cambio, se alzó poderoso , y lo primero que hizo fue liberar al cautivo, el sol se hizo más grande y la visión más lejana. Verde consiguió que cada una de las sombras, amigas de azul, se dispersaran y ocultaran, pues cuando Verde domina ellas son débiles como una flor marchita.


Claro, el engaño es que Verde es como una simple partícula de luz, veloz, volátil, efímera, que nada puede hacer cuando pasa de largo, siempre acaba pasando, y el individuo no es capaz de seguirle, pesa demasiado, y es entonces cuando Azul, agazapado con malévola sonrisa se descubre y vuelve a colocar el yugo al individuo, solo han pasado seis minutos, pero, ¿qué se puede hacer? el árbitro es el que pita, y él decide, errar es humano, él lo hace por diversión.


¿Quién podría salvar al individuo de tal despropósito?


Es un secreto, aunque todos lo conocen y se llama Rosa, es más, una vez el individuo pasó junto a Rosa, pero no le reconoció, fue algo accidentado ya que ambos tropezaron con la misma roca en el mismo camino que años después paseara Azul con el individuo en brazos, dirigianse a tomar un café con melancolía y sin azucar.


Rosa y el individuo unidos es realidad solo cuando el individuo habla con su amigo íntimo Sueño, ambos tienen tantos planes de futuro que pierden el norte y de ese modo no existen direcciones, todas son la misma y luego se abré en infinitas bifurcaciones, al final los dos acaban perdidos y no son capaces de cumplir ninguno.






Ya han pasado tres horas y nada a cambiado...