Mi cruda realidad

Te vi en un sueño, no recuerdo si fue el último o el primero de los que tuve antes de despertar, sólo sé que allí estuviste. Y eras exactamente tú, no sé como lo hiciste, aún no entiendo como pudiste entrar a mi subconsciente sin que fueras detectada; quizá encontraste alguna magia en tu intento de inmortalizarte en mis recuerdos.
Recuerdo el contexto de aquello, caminaba yo por una calle digna de un sueño, con casas pintadas de colores sombríos y personas sin rostros que claramente cumplían un papel de relleno en el mundo ficticio que formaste en mi cabeza mientras dormía y apareciste lejos, brillando entre todos con luz propia, iluminando instantáneamente la escena utópica que plasmaste en mí... y yo te vi nostálgico, pues es muy sabido por ambos que decidimos alejarnos y quizá hasta no volver a vernos.
Y me sonreiste, con aquella sonrisa sublime que te hizo diferente, la que muchas veces me llevó a ese estado subjetivo en el que me encontraba en ese entonces, pero estando consciente... y te alejaste así sonriente, sembrando en mí la duda de si aquella sonrisa era de cariño, agradecida por mil poemas dedicados a ti, en mi conmovedor intento de lograrte o quizá de burla, pues no me sería extraño que hubieses descubierto que es a mí a quien me afecta más el no tenerte cerca, ya que fui yo quien dió mas a lo que pareció ser una historia diferente, en cambio tú siempre te lavabas las manos cuando te sugería batallar por lo nuestro... Y tú no te inmutabas para nada y sólo te alejabas.
Yo busqué acercarme para preguntarte que hacias allí, dentro de mí... y no me diste la mas mínima oportunidad a preguntarte algo, pues en un momento de debilidad de mi parte, quise conversar y quizá encontrar una solución a lo nuestro, y tú seguías alejándote, en lo que ahora considero una oportuna acción de tu parte; y luego me detuve, ya no te seguí y tu detuviste también, quizá al conocer mis claras intenciones de no volver a seguirte, te volviste a mi y allí si noté que por fin te atreverías a decirme algo, y mis dudas perdieron su esencia, pues llegaste a mencionar mi nombre (Hec, como solías llamarme) y en el preciso instante en que ibas a pronunciar mas palabras... me desperté.
Eran las 3 de la mañana, y mi mente daba mil vueltas en mi intento de saber que querías decirme, mi corazón latía tímido, pero notoriamente despavorido (quizá temeroso de volver a escuchar tu nombre) y supuse que mi subconsciente se activó para despertarme y no escuchar tus sugestivas palabras, pues el mejor que nadie conoce de mi sufrimiento por ti, a causa de tu indiferencia y así fueron pasando las horas, no había manera de cerrar los ojos e intentar dormir, sin que tu estuvieras presente en mi mente, proyectaba en sublimes imágenes y volví a mi realidad. Ahora te digo ya con los 5 sentidos (porque así como pudiste entrar en mis sueños, supongo que también puedes leer mis pensamientos) que así una parte de mi quisiera volver a soñar contigo... tú ya no estás en mi, perteneces a un pasado nostálgico, si he de morir por ello, lo acepto encantado... y esa ha de ser mi cruda realidad.

Autor: Orellanapoet​

 

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Sin dudas hay seres que quedan adheridos a nuestros sueños aunque pase el tiempo. Nostálgica y sentida prosa.

Gracias por compartirla.


[SIZE=2](La frase subrayada me resulta confusa en su expresión) [/SIZE]

Un beso[/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font]

 

lluvia de enero, gracias por la apreciación del escrito y mil gracias por las correcciones del caso, tengo la mala costumbre de publicar escritos sin haber revisado bien el contenido léxico u ortográfico... seguiré mejorando y espero me sigas apoyando en mi intento de aprender más y crecer en el mundo de las letras... saludos cordiales desde Perú, Orellanpoet.

 

Muy buen relato mi estimado poeta, muy bien hilvanado en todas sus partes y de una claridad diáfana. Gracias por este regalo. Hay mucha sensibilidad en estas letras. Un abrazo y estrellas.

 

Tan simple en su explicación y con un lenguaje tan claro que el mensaje llega con la totalidad del sentimiento. Es un placer leerte.