Mi iglesia recuerda la comida del primer hijo de dios

Atravesamos una hora, el último día estamos en la misma hora, los errantes continuos parecen aparecer el último día, el último de aquellos es el primer beso que dieron nuestros antepasados, aquellos que establecieron el otro idioma el último beso.

Otro día, el otro día me besaron, ellos traen al hombre la procreación del ultimo día, ¿Quiénes son ellos? Salida la noche puede caer, quien nos tomó de la mano parece recoger una flor, un beso, nosotros le llamamos la muerte y nuestros abuelos purifican el olor de la calle. –Me retiro primer abuelo, hasta la primera llamada puede penetrar en la mente, me llamo como los buitres, como los años, tú puedes llamar al nombre y nosotros te podremos querer, una llama de fuego, otro negocio a quien romper.

Ahora el escritor se hace grande, va provocando la edad del reptil y el este aparece por arte de magia, instalado en el corazón del corazón que no miente. Aparece en las noticias en las llamadas noticias locales donde mi héroe transporta a través del mundo la noticia de que el corazón ha caído; un amante de Freud, el amante, un parecido económico del nuestro, el saber de qué estas hecho de lujuria y que la rosa que hemos tirado es tu muerte a través del espejo… la llamada perdida.

Hablemos de la despedida, de lo que le dijimos a la muerte, que está escrito en cien biblias de todos los colores, el nombre puede ser Octavio, o Víctor; de eso me he acordado que la biblia parece ser la misma biblia que hicieron los eclesiásticos y que el nombre verdadero aparece ahora a una calle de nuestra mente perdida. Ahora, la biblia es pentecostés y se reconocer que ellos la llamaron así por nuestro padre, el sacrifico el verano en las horas tardíasa ver el verdadero, al verdadero Jesús, el hombre hecho carne y distorsionado por la imagen de su tumba, parecemos los mismos hijos de la llamada cumbre o la desesperada horda pues el verano ha pasado en nuestras mentes para decir un nombre que lleva los mismos años que nuestras flores y nuestros hijos, él lo ha hecho carne y el testigo aparece irreconocible entre las lenguas que ahora hablamos, abandonamos a nuestra madre preferida, él ha hecho eso en nuestros corazones y ha caído en el derecho de ser nuestra única especie; ha mentido la oración bíblica que nuestro corazón ha dejado, él es también nuestro padre, el jurado apareció entre nuestras manos encogiendo ese cordel de amistad para nuestras mujeres ahora protegidas. Visitado, este planeta no deja de sufrir para nosotros, que otra mentira, así lo hecho por nuestro salvador está en las estrellas aun visitándolo tantas veces como lo han hecho algunas personas.