Mi mala costumbre de extrañarte

Mi mala costumbre de extrañarte

Canciones dedicadas a ti cuando alzo mi guitarra, repito sin razón aparente tu nombre una y otra vez en el más lejano fondo de mis recuerdos, a pesar de mi orgullo absurdo, mi egoísmo hecho polvo y una esperanza muerta en vano, todavía hoy, sigo extrañándote.

Frustración en la mano izquierda, cobardía en la derecha, son las armas que cuento para enfrentarme a mi mismo y a tu imagen emergente, que suele aparecerse en mis sueños y de vez en cuando en mis pesadillas.

Deberías culparme por nunca haberme devuelto a tu puerta, debiste haberme abofeteado el rostro, el orgullo y la conciencia y hacerme entrar en razón como tu solo lo hacías, debiste detenerme en una de mis mas grandes estupideces, debiste simplemente no entrar en mi mente o por lo menos salirte cuando yo lo hubiese querido.
Debí nunca retarme a mi mismo que podía olvidarte, debí volver a tu ventana y bajar la cabeza antes de que fuera demasiado tarde, debí haberte besado cuando te miraba a los ojos y no arrepentirme después al ver pasar los años, debí preguntar primero que se sentía el extrañar abrazarte.

Como si fuera ayer viene a mi cabeza el día que te seguí bajo la lluvia la noche de un viernes, escena de un idiota obsesionado con el olor de tu cuello y tus ojos ausentes, desafiantes y confusos. Debo suponer que para usted fui objeto de burla y decepción ante patética persecución sin fin alguno, o quizás tal vez una sombra mas de tanta gente que suele caminar y toparse en su camino, nunca lo sabré.

Te mentiría si te digo que no volví mil un veces ante tu puerta, que no llame ante tu ventana y caminaba como zombie con la mínima esperanza de verte, te mentiría al decirte que no he escrito historias con una foto con tu nombre al lado, te mentiría al decirte que no golpee una pared al extrañarte, te mentiría que no tengo en mis labios el sabor del único beso que logre darte y seguramente ya debes haber olvidado, te mentiría si te digo que no me maldigo mil veces al escribir esto, te mentiría si te digo que no extraño la forma desafiante con la que solías enfurecerme, te mentiría si te digo que no me llega en este momento el olor de tu cabello semi desaliñado, te mentiría si te digo que no me encantaría escuchar tu sonrisas irónicas el cual nunca comprendí.

¿Que ha sido de tus sueños locos?

¿Qué ha sido tu locura de hablarle al cielo?

¿Qué ha sido de tu mirada perdida?

¿Queda algo de aquello que nunca conocí pero es lo que mostraste ante mí?

¿Qué ha sido de tus labios, de esos que tenían poderes para hacer temblar mis piernas justo cuando me les acercaba?

Historia sin sentido de un loco que estuvo enamorado y no lo sabia, historia de una carta que llega demasiado tarde, historia de un iluso que necesita desahogarse por que si no se suicidara, historia retorcida que hubiera cambiado si le hubiera hecho caso a nuestro cruces de miradas. Historia de una guitarra desafinada y de un ron amargo, historia de quien se mal acostumbro a extrañarte y maduro después que las agujas del reloj dieron millones de vueltas…