Mi nenita ...

...Era un día como cualquier otro, acudí al trabajo como cada mañana y tan pronto inicié mis actividades..sucedió. Yo trabajaba entónces, en una empresa de tv-paga como asesor de ventas, siempre compitiendo por generar el mayor número de suscriptores. -"Antonio, tienes una llamada"- dijo mi jefe. -"Bueno...¡dime mi vida!" Era mi esposa angustiada por sentirse mal. -"¡Ven pronto, me siento terrible y creo desmayarme a cada momento, mi corazón se me sale del pecho!" Salí a toda prisa gracias a la comprensión y apoyo de mi jefe. "¡Corre!"-me dijo. ...Llegué a casa y de inmediato salimos, tomamos un taxi y pronto llegamos al hospital.

..."Está usted embarazada señora"- le dijo el médico de turno. "Su embarazo es muy riesgoso ya que su historial médico muestra que sufre de presión arterial alta, preclamsia en la etapa final de su anterior embarazo hace ya ocho años. El panorama es sombrío para usted ya que, según calculo -previos estudios de sonografía-, tiene casi tres meses de embarazo...y cuenta ya con ¡40 años de edad! Es mi deber advertirle que puede perder la vida si permite continúe la gestaión. Recomiendo el legrado" ...Mi esposa me miró horrorizada y sin esperar un gesto mío, dijo: "¡No, eso núnca sucederá! ¡Mi hijo, o mi hija, nacerá aun me cueste la vida! ¡Es mi decisión y nada ni nadie podrá arrebatártmela bajo ningún argumento y le pido no vuelva a mencionarlo!"... El galeno buscó en mi una señal de apoyo, pero solo encontró el respaldo silencioso a mi mujer. "Está bien, es su decisión y la respeto y le admiro señora por su convicción". Dijo. -"Mire doctor, yo soy de un pueblo muy humilde, paupérrimo, tristemente dirá yo, donde somos tan pobres que lo único que poseemos es nuestra fé en Dios Nuestro Señor, y nuestra palabra. Aquél que pierde su palabra al empeñarla, lo pierde todo quedando desnudo. "Y yo, -me dijo mirándome con intensidad-, mi amor: ¡te juro que esta dicha que Dios nos manda se cumplirá!"...

...Pasaron los meses y con un inmenso cuidado, con un inmenso amor, mi esposa se cuidó. Nunca faltó a sus consultas, nunca hizo algo que expusiera su fragilidad. Se alimentaba y tomaba sus suplementos: su acido fólico, sus vitaminas, etc. Yo, por supuesto estaba al pendiente de la menor necesidad contribuyendo a estar siempre presente al menor requerimiento. ...Llegó el cuarto mes y medio, apenas un suspiro, y todo se complicó. Su cuerpo estaba haciendo un esfuerzo supremo por continuar, pero requería de mayores cuidados. Acudimos al Hospital de Gineco Obstericia del Centro Medico "La Raza", ubicado en la Ciudad de México Distrito Federal, donde de inmediato la hospitalizaron. -"Su caso es muy delicado, tiene preclamsia y muestra signos de diabetes gestacional": dijo el especialista. Y puntualizó: "Debe permanecer a nuestro cuidado durante el resto de la gestación, si tiene suerte y acata nuestras recomendaciones, puede lograrlo". Estaría prácticamente, ¡cinco meses hospitalizada!

...Entré a la habitación. -"¡Lo lograré amor mío, no temas!- Me dijo con su carita pálida sonriendo. -¡No debes preocuparte, solo ten fé y no descuides al niño en casa!" Nuestro hijo de apenas ocho años, estando al cuidado de la abuela, madre de mi mujer, mi señora suegra, esperaba. "¡No, que eso no te inquiete -dije-, sigue adelante y lucha que yo estaré siempre aquí...y allá!"

...Soportó todo: exámenes, tomas sanguínes constantes de rutina para medir su azúcar, suero con medicamentos, control de presión, sonogramas, en fin. Así llegó un mes tras otro hasta completar ocho.
Para entónces le miré mas entusiasmada, sabíamos que en caso de extrema urgencia se podría practicar la Cesárea si era urgente, con grandes expectatívas de supervivencia para ambos. ...Así llego el final del octavo mes...

...Sonó el teléfono: "bueno", dije. Era el doctor a cargo urgiendome a presentarme cuanto antes pués se había presentado una complicación. Corrí, volé al hospital. ..."Su esposa presenta una deformidad en su corazón, creemos que sufrió un padecimiento en su niñéz que la provocó: se llama "Fiebre Reumática".
"¡Dios mío!"- dije comprendiendo de inmediato que al practicar la cesárea podrían morir ambos en el quirófano. "¡Era increible que con todo pudiera llegar hasta el final del periodo de gestación, y ahora enfrentar otro reto!..." -"¡Hola mi cielo, que tal te va, he!"- le dije. -"Ya te enteráste: ¡yo no lo sabía! era que, recuerdo de niña, una vez en la escuela primaria allá en el pueblo, cuando todos mis compañeritos salían, mi maestra al verme sola me preguntó: ¡Acaso no quieres ir a casa, es viernes! ¿O tienes algo que decirme?- ella no había notado que estaba febril y en shock". "¡No podía levantarme, estaba paralizada de mis piernas, y el horror me atenazaba- tenía apenas seis años!" -¡Pobre de ti!- le dije mientras recordaba vívidamente llorando aquél terrible momento de su vida. ¡Jamás le llevaron al doctor! ¡Jamás recibió una atención! Pobres e ignorantes, sus padres solo le permitieron continuar...

...Llegó el 10 de Abril del 2009, eran las 04:35 de la madrugada: "¡MI HIJA NACIÓ!"
¡Todo aquél sufrimiento, toda penuria parecía llegar a su fin felizmente! ...¡Tres kilos 800 gramos!
Sin complicaciones, el procedimiento fue un éxito. Mi esposa en aislamiento en un ambiente estéril, y en observación. ...Llegó la hora de visita a los cuneros, habían nacido seis criaturas y esperaba yo rezando ante el altar del hospital donde tantas veces supliqué este momento, cuando dijeron que podíamos pasar. Era en un tercer piso... Extendido el pasillo de acceso en el costado posterior del hospital, presentaba a la derecha sus ventanas de cristal intensamente iluminadas, eran las cinco de la tarde y lucía espléndido el azul del cielo. Al fondo izquierda, vería por fin a mi nena. "¡Una hija!"- sonreí. De pronto me di cuenta que "¡era la única nena en toda mi familia!" Ninguno de mis hermanos y primos hermanos, a todos los extremos, tenían la tan anhelada joya: todos niños.. Las ramas de los grandes árboles allá afuera, parecían acariciar el cristal de algún ventanal de vez en cuando. Un sentimiento de júbilo parecía invadir todo mi ser naciendo desde cada célula, como si yo también irradiara luz como la que en hilos de hermosos destellos jugaba entrando a través del cristal besando el gran vidrio del cunero a solo unos pasos...

...Tocó un dedo verde suavemente la ventana y entónces miré un nido acurrucado en su base: un cunero frente al otro. Llegó mamá y se acomodó sutilmente abrazando a su pollito no sin antes trinar hermosamente. Busqué... "Lucía Reyes" dijo un letrerito a los pies de la cuna. Entónces, no lo sé, el júbilo se convirtió en llanto. Un llanto inconmensurable de dicha: "¡allí estaba!". ¡Parecía una joya detrás de un aparador envuelta con fina delicadeza! ¡Una perla blanca con hilos de cobre y oro! ¡Sutil y encantadora: poesía del más glorioso Poeta! ...Sin saberlo,sin sentirlo, estaba de rodillas llorando de felicidad. Todo yo era un llanto jubiloso e inimaginable. Y me dejé llevar con su encanto, hasta que me di cuenta, que allá atras del cristal del cunero, las enfermeras me miraban conmovidas con sentida curiosidad, algunas sonriendome. Mé incorporé recobrando la postura sin dejar de sonreir. Después mi sonrisa desapareció de pronto. Allá al inicio del pasillo, recargándose en la pared, paso a paso, con su carita pálida pero radiante, estaba mi esposa: había sido testigo de mi reacción al ver por primera vez a nuestra pequeña... y lloraba como una niña. Yo, corrí a abrazarla y le llené de besos, después fuimos al aparador a disfrutar entrelazados, de nuestra pequeña joya.

Afuera, los árboles acariciaban sin cesar las ventanas. Y la tarde cantaba con la luz de los jilgueros...


anthua62
México 05-12-15

 

Una prosa con una mezcla interesante de tristeza, esperanza, alegría, ternura, fe y un final logrado a base de convicción. Un placer leer tu trabajo y dejar mis cordiales saludos.

Faltan varios acentos que rompen la armonía de la lectura.

 

El placer es mío, estimado y admirado poeta Joblam, gracias por acudir a mi escrito. Mi abrazo y admiración.
Desde México, tu amigo:
anthua62