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Mi primer amor.

Tema en 'Prosa: Amor' comenzado por Nano Guzman, 16 de Septiembre de 2011. Respuestas: 0 | Visitas: 1722

  1. Nano Guzman

    Nano Guzman Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    31 de Agosto de 2011
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    MI PRIMER AMOR


    Corre un pálido viernes de otoño por el primer renglón en la historia de mi primer amor. Ella vio doce veranos y yo arrastraba trece inviernos sobre mi espalda, sus ojos se arrebatan mi mirada en un segundo, el más largo que pude sentir entonces, haciéndome girar en una tormenta de aire donde solo tiene sentido su mirar. El golpe de la realidad me devuelve los pies al atierra y una sensación de miedo y alegría cubre mi cuerpo dificultándome incluso el caminar pero aún así voy a su encuentro, enfrentándome a mi mismo llevándome su nombre con las notas de su voz en un ritmo de mi corazón, que todavía es suyo. Se muestra la luna ya tan brillante como el mismo sol en el centro de la ciudad, común reunión de fin de semana. Ella se sienta junto a mi arrancándome entre palabras cortadas por mis labios tiesos la única verdad que llevara encima haciéndose la única dueña de mi corazón. Esa noche volví a creer en los sueños… me invito a tomar la noche siguiente en nuestras manos para hacerla mágica y única (esa noche tuve un sueño para encontrar).
    Se presenta el sol sobre el horizonte necio desvelando mi sueño. Pasa el día tan lento que me parece poder descubrir cada segundo y por dentro se planta ese vacío del temor llenándome de impaciencia, de inseguridad, de vida… vuelve a mostrarse la luna por la ventana de mi desordenado cuarto sonriendo para decirme que es momento de volver a verla. Me arreglo, me perfumo y llevo conmigo un ramo de rosas rojas que rescate del parque trasero del frío museo junto al río – solo para que puedan morir en manos del ángel que me devolvió la sonrisa- paso a paso trago cada palabra que imagine le iba a decir cuando la vea, pero todas parecían huecas y secas, con cada cuadra mis nervios se rompían cada vez mas, mis labios empezaban a entumecerse, mis manos no querian dejar de moverse mientras sostengo las flores del esfuerzo en una mano, la otra siempre encuentra algo para mover en mi camisa. Son los dos últimos pasos al llegar a su puerta, los mas pesados de mi corta vida pero los mas importantes; después de esos dos largos pasos esta ella esperándome. Tomo una bocanada de aire y antes de seguir pensando cierro mi puño derecho, trato de convencer a mis piernas que dejen de temblar, pero son los nervios y el miedo que la golpean; sigo adelante rompo el silencio de la noche con mis golpes en su puerta. Escucho pasos detrás, son pesados y fuertes (me atraviesa la cabeza la idea de salir corriendo, pero decido quedarme) se abre la puerta y me recibe un hombre enorme con la expresión de un general en plena corte marcial y esta a punto de juzgarme – es cuando pienso, ¡que alguien me mate, ahora!- el se queda ahí parado viéndome; a mi, un chico de trece años con seis rosas rojas en una mano, un puñado de nervios de papel en la otra con el puño cerrado y el miedo clavado en las rodillas que apenas me sostienen y sobre todo ¡ viene a buscar a su hija de doce años! Como un hombre lo haría tomo la iniciativa y suelto la frase más difícil de mi corta vida: ¿se encuentra Florencia? Pero el solo se queda viéndome a los ojos – no me puede vencer! Le devuelvo la mirada (pero a el no se le mueve una pestaña) justo cuando creo que voy a morir de un ataque al corazón, aparece su madre con una sonrisa dulce que me devuelve el aliento. Me invita a pasar y me dice: Flor esta por bajar, esperala cinco minutos!. Cinco minutos eternos entre silencios y espacios vacíos de un living que se estaba convirtiendo en una sala de espera de un consultorio odontológico cuando, por la escalera se escuchan pasos suaves que calman mi corazón y el color vuelve a formar parte de mi expresión con el tiempo… es ella con una sonrisa tan brillante como la misma luna aquella noche en que la conocí. Me pongo sobre mis pies y me acerco para darle sus flores y decirle todo lo que planee para ella durante el día – pero en mis planes no estaban sus padres- y lo único que me salio fue: son para vos! En una oración corta con voz suave y me sentí ridículo; ella lleva las flores a un jarrón vacío en la mesa del living, toma una y se acerca a mi tomándome de la mano se despide de sus padres y cruzamos la puerta donde dejo el, hasta entonces, momento donde descubro cuantas cosas puede sentir una persona en cinco minutos. Caminamos al encuentro de la ciudad que duerme en cada una de aquellas personas que solo son pinturas para nosotros; somos los únicos vivos aquí. Entre historias y risas tomo coraje y tiro la pregunta la aire cortando sus palabras, se levanta y me mira, sus ojos brillan y el tiempo se detiene, no quiero pensar en nada solo espero. Se para frente a mi muy cerca, tanto que me parece escuchar su corazón y mirándome responde -no- se cae el mundo construido en mis sueños se borra mi sonrisa espontánea y queda solo una mueca necia incapaz de fingir un misero arrebato de alegría. Tomaos el camino de vuelta a su casa. Llegamos a la misma puerta donde sentí tanta vida, solo para dejarme ahí e irme vacío otra vez. Doy media vuelta sobre mis pasos para volver al desorden de mi cuarto a encerrarme una noche mas. Ella se ríe y me llama: veni tonto! La duda me invade, pero vuelvo a pararme frente a su puerta con una pequeña llama de esperanza que cambie de parecer. Se vuelve a reír me suelta una caricia suave y calida… y lentamente me dice ¡si! Se acerca aun mas y mi corazón quiere saltar de mi pecho, cuando sus labios me regalan el beso mas hermoso, no hay tiempo ni sonido mas que el compás que marcan nuestros corazones. Me clava una última mirada y se lleva el calor de su caricia con ella tras la puerta, la misma puerta que me devuelve la vida una vez mas. Sigo mi impulso y pongo un grito en silencio sobre el cielo, salto de felicidad y vuelvo cantando a mi cuarto donde me abro a todos los sentidos y sueño con sus ojos y sus labios. Volver a verla al salir el sol, una vez mas, es el sentido que tiene, entonces, mi vida… mi primer amor…
     
    #1

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