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Mi primer carta de amor para Esteban Antonio...

Tema en 'Prosa: Amor' comenzado por Aisha Baranowska, 7 de Octubre de 2013. Respuestas: 0 | Visitas: 975

  1. Aisha Baranowska

    Aisha Baranowska Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Mujer

    Luton, el 07 de octubre de 2013.



    ¡Querido Esteban Antonio!



    Esta carta es para usted y está escrita con muchísimo cariño y con una devoción como de pronto nadie jamás haya sentido por usted - léala, por favor, con cuidado y dése cuenta de lo mucho que lo amo a usted, señor - y sea feliz, y esté bien...

    Yo no sabría vivir sin amar a alguien... Si no fuera por este amor que siento desde hace un par de semanas, creo que me volvería loca del dolor existencial que me agobia; no podría soportar mi tal llamada 'vida'... No podría hallar el sentido en la realidad de mis días - los que pasan casi desapercibidos mientras sigo en este país donde el frío y la soledad son mis únicos compañeros, donde no tengo absolutamente nada que hacer aparte de perder el tiempo en una larga e inútil espera - no sé de qué, a no ser que sea la muerte... ¡Y sigo sin ver a nadie porque aquí no hay nadie a quien yo podría ver...! ¿Qué sentido tiene entonces el mismo existir - si yo no le importo a nadie y no sirvo para nada? ¿Para qué respirar, entonces?

    Yo sé de la propia experiencia que si no me estuviera matando el amor, por más imposible que parezca, me estaría matando la tristeza de la supuesta vida que llevo por aquí, sin poder hacer nada para evitarlo, con las manos atadas por falta de oportunidades, incapaz de vivir - ¡eterna perdedora...!

    Si la muerte es inevitable de todos modos, pues prefiero morir del amor que morir de angustia...

    Y si el amor es una guerra - entonces, yo soy guerrera y nunca me rindo, aunque pierda una y mil veces - siempre voy a recuperar las fuerzas para seguir luchando por lo que amo y por lo que soy - y no me detengo ante nada, tratando de superar todas las dificultades que se me presentan en este camino - y voy a vencer, algún día...

    Por amor, estoy dispuesta a todo - y doy todo, lo que tengo y hasta lo que no tengo, con tal de dar felicidad a la gente que me importa mucho, aunque yo no le importo para nada, aunque no me necesite...

    Cuando no tengo a quien amar de esta manera, sólo puedo ser feliz cuando tengo algo de que ocuparme - pero si todo lo que tengo es el tiempo y mis cuatro paredes, allí empieza el suplicio de una soledad no deseada; una soledad impuesta por las circunstancias, las que yo no puedo cambiar por más que luche contra ellas... Es una soledad muy dolorosa; un sentimiento amargo que se apodera de mí poco a poco para así acabar conmigo en cuando ya no pueda levantarme por mí sola... Ya lo he padecido dos veces en mi vida y no quisiera que se me repita la historia...

    Pero cuando mi corazón encuentra a un amor al que pueda aferrarse, todo cambia por completo - yo me lleno de esperanzas, hago planes, me emociono y hasta sueño despierta - y anhelo aquel cambio radical que aún no viene para mí... Mi corazón canta de alegría - a la vez sufriendo por saber que todo esto no pasa de un sueño tan inalcanzable como las estrellas de este cielo nocturno al que miro antes del amanecer... Tan lejano como las tierras desconocidas a las que jamás podré llegar - y en el mismo tiempo, ¡tan hermoso que me da alas para que pueda volar...! Este sueño que desafía la realidad; que me da motivación para seguir adelante... Este sueño que se convierte en mi única razón de existencia - también siendo un reto porque entonces no quiero y no puedo fallar... Porque no sólo se trata de mí y de mi propia felicidad - la cual ya no es mi prioridad - sino la de la persona que amo, porque su felicidad, si yo puedo dársela, es lo que también a mí me hace feliz... Y aunque no sea yo la causa de la felicidad ajena, igual le deseo sólo el bien a la persona que amo con todas mis fuerzas, con todo mi ser... Que esté feliz de cualquier manera, conmigo - o, sin mí...

    ¡Pero amo...! Y cuando yo amo - el amor se vuelve obsesión, culto, ritual de vivir para el otro ser humano; de querer su bienestar más que cualquier otra cosa, ¡de adorarlo por encima de todo y a pesar de los pesares...! Creo que tan sólo el maltrato y fríaldad serían capaces de destruir tales sentimientos - algo que ya me ha pasado en esta vida pero no creo que fuera el amor tan grande, después de todo, porque fue una equivocación - y no se puede amar dos veces a una persona equivocada... Si el amor es verdadero y acertado, esto no ha de pasar nunca - y yo ahora siento un amor tan grande y tan profundo como jamás en mi vida... Mucho más fuerte y mucho más firme que todos los enamoramientos pasados - infelices, incorrespondidos, a los que hoy no doy ninguna importancia - porque hoy yo ya estoy segura de mis sentimientos, más que nunca...

    Lo amo, Esteban Antonio, sin derecho alguno y sin razón de ser... Lo amo apasionadamente, desesperadamente, como nunca amé a nadie - ¡soy capaz de morir por usted, si fuera preciso, pues usted es sagrado para mí...! Lo amo, aunque no me quiera; aunque no pueda quererme - yo sé que quizás llegué demasiado tarde cuando ya alguien está ocupando ese lugar a su lado desde hace tiempo - pero aún así, yo lo amo y siempre lo amaré porque no me puedo imaginar que sea de otra manera... Lo amo sobre todo con el alma, con mi espíritu - y con toda mi existencia; lo amo perdidamente y no soy capaz de dejar de sentir lo que siento por usted. No tengo más voluntad porque mi voluntad le pertenece; no quiero malgastar los mejores años de mi vida sin querer a alguien que lo merezca - y usted merece mi amor más que nadie. Usted es el amor de mi vida... Aunque yo no sea digna de que me mire ni siquiera - ¡siendo yo tan poca cosa para usted! - de todos modos, lo amo profundamente, ¡ni se imagina cuánto...!

    Lo amo... ¡Si yo hubiera sabido antes de su existencia, si yo hubiese podido conocerlo antes...! Pero, nunca es tarde para amar; nunca es tarde para ser felices...

    ¡Lo amo! Siempre será así - no importa lo que pase, mi vida la dejo en sus manos; le ofrezco mi corazón en el homenaje a su ingenio, a su talento, a su sensibilidad artística, a su belleza interior y exterior - porque usted es lindo por fuera tanto como por dentro, y tiene alma noble y bondadosa, y una gran inteligencia la cual inventa cosas nuevas navegando por los mares desconocidos todavía en los que se pierde un simple mortal - y ese misticismo y simbolismo de su música, esa experiencia inolvidable de oírlo tocar aquel instrumento que usted mismo inventó - ¡esa hermosura, ese sentimiento, esa pasión y fuerza, a veces es como alcanzar el cielo - y otras veces, es como perderme en el fuego vivo de la llama encendida que se llama el 'aquí y ahora'...! Es una música realmente encantadora - una poesía de los sentidos; una total maestría... Es el arte lo que demuestra lo mucho que vale el artista como el ser humano; como una persona - revelando su ser auténtico y sin máscaras...

    Cuando lo veo tocar el hashem en los pocos vídeos que hay de usted en el Internet, me muero de la emoción - ¡y lo amo mucho más todavía! En la belleza de su rostro, en el brillo de sus ojos, en la expresión de su coreografía - todo es poesía y todo me habla de usted... Y lo amo, entonces, porque me siento a usted tan cercana - siento que lo conozco y lo admiro mucho, y sé comprenderlo... En su manera de ser hay mucho duende - el espíritu español de la tierra, del fuego ardiente, ¡de la tormenta al anochecer!... Hay duende también en la música que hace; me hace sentirlo cuando la escucho - ¡y me inspira para poder escribir versos más hermosos del amor que jamás han sido escritos por nadie...! También hay cierta nostalgia; allí se siente falta de algo, no sé - es una añoranza sin nombre propio, la cual en portugués se llama 'saudade' - la que todo artista y todo poeta siente a través de su largo caminar... Y hay mucha belleza en aquellos sonidos que suenan como si fuesen de un otro mundo... De un lejano paraíso a donde yo no puedo llegar... Hay fuerza y hay carisma la cual conmueve, la cual seduce el pensamiento - ¡y alivia el dolor cualquiera...! Cuando lo oí por primera vez, me sentí como hipnotizada; no podía moverme de la silla y seguía escuchándolo, mirándolo por varias horas, noche entera y día, sin comer, sin dormir, sin hacer otra cosa; pues, no hacía sino disfrutar aquel milagroso encuentro - el que fue el mejor remedio para toda mi tristeza existencial... Me sentía aliviada y feliz, más ligera que el aire de la madrugada, sin querer levantarme - bajo la influencia de algún extraño magnetismo que me arrastraba hacia usted y no me dejaba descansar ni por un instante - ¡y yo ni siquiera necesitaba, ni siquiera buscaba el descanso...! Me bastaba verlo y poder oír su música para existir; ¡fue ese mi único alimento...!

    Desde entonces, ya sabía que lo amaba - ¡tanto, pero tanto...! Lo estoy queriendo desde el primer momento en que lo vi a usted tocar el hashem en el Internet - y la guitarra flamenca, por supuesto. Lo estoy queriendo como loca, muriendo de amor por usted - el amor asesino el que mata de la desesperación - y que en el mismo tiempo sana las heridas que la vida abrió con su veneno... El amor que me salva, que me resucita - ¡y en el que renazco como el fénix entre la ceniza...! El amor que duele con dulzura, el amor que martiriza - y me da fuerzas para poder soportar la realidad, hasta el día en que lo pueda conocer por fin - porque este será el día más feliz y más importante de mi vida, cuando lo tenga en frente mío: de verdad y no solamente en la pantalla de mi ordenador - ¡un ser vivo, un ser al que amo y al que idolatro en mi devoción absurda...!

    Lo adoro porque usted es una maravilla andante; un hombre como ningún otro. Nadie lo puede igualar, nadie jamás es capaz de superarlo; usted es único e incomparable - usted, señor, es el ser muy superior y no existen halagos que le harían justicia en ese respeto. Por eso, es usted digno de todo el amor y toda la felicidad del mundo; no creo que sea posible permanecer indiferente frente alguien como usted - y no hay nadie que se le pueda comparar.

    Usted se puede reír de lo estúpida que soy diciéndole todo esto y declarando mi amor por usted de esta forma - pero no me castigue con su silencio porque eso no lo soportaría, de veras... Usted es mi única razón de la existencia; no puedo y no quiero defraudarlo, al contrario, quiero vivir para usted solamente y dar lo que tengo y que no tengo, así no reciba nada a cambio - porque lo amo a usted, señor. No es mi intención ofenderlo con mis sentimientos y con todo este acoso - pues como ya le dije, usted para mí es y siempre será sagrado; lo único que busco con todo esto, es que se sienta feliz por saber que es amado y apreciado, y querido por alguien de esta manera - que sepa que siempre estoy a su disposición, que moriría por usted y que haría todo para complacerlo a usted. Porque yo sé que tan sólo saber todo esto lo puede hacer muy feliz y podrá sentirse bien así, pues se sentirá amado y respetado, y lo hará feliz saber que alguien supo reconocer su valor el que no se mide ni con todos los tesoros de este mundo - porque usted para mí vale más que todo el universo y si todavía no se ha aburrido de leer esta epístola llena de suspiros muertos que reclaman su presencia para nacer de nuevo y vivir como si no existiera mañana - entonces, ya llegó la hora de parar de escribir para no robarle su precioso tiempo en el que lee mis palabras y cartas de amor, que no soy digna de tanto honor y privilegio - y lo digo con toda la seriedad del mundo, porque digo lo que realmente siento...

    Le ruego sólo una cosa, que me perdone esta osadía; este atrevimiento mío el cual sé que tal vez no debía cometer - pero si entiende qué es eso de no poder resistir, de no poder simplemente suprimir el amor, guardar todo este sentimiento fuerte y poderoso dentro del alma sin morirse primero - entonces, me va a disculpar este sacrilegio y yo tendré la paz de su perdón... Esto es algo tan, pero tan grande - y tan inexplicable que no se puede entender sin sentirlo profundamente, sin experimentar lo que le pasa a uno cuando está tan perdidamente enamorado que pierde la cabeza por completo y habla disparates...

    Espero no haberlo ofendido con esta carta, querido mío, y ojalá que nos veamos pronto... Esperaré por usted siempre y saldré volando a su encuentro cuando esté en Inglaterra... Lo amo. Siempre lo amaré...


    Suya,

    A.B.




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    Última modificación: 7 de Octubre de 2013

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