Mi soledad

Hoy soñé con la felicidad. Soñé con el tiempo final, con ese bote de pastillas vacío mientras yo sostenía una carta; mi último adiós a este mundo. Entonces sentía la paz, el dejar todo atrás; sentía cuanto valor había tomado para poder arrancarme mi futuro de raíz y, simplemente, perderme en lo desconocido, no volver a mirar cuan feo me ha tratado el mundo.

No es que no piense en los demás, es sólo que ya casi no pienso en mí, y si lo hago es para preguntarme lo mismo de siempre, ¿por qué yo?, ¿por qué a mí? Aún cuando es imposible saber las respuestas todo se hace complicado, todo es complicado. ¿Quién soy yo? Esa ha sido la mayor de mis interrogantes, a veces pienso que soy asexual, muchas veces bisexual y la mayor parte del tiempo no me defino, no me encuentro. Siempre pienso que me quieren pero muchas veces no veo la realidad, ¿qué es querer? ¿Yo lo demuestro?, y es que doy tan poco, la gente no quiere a mi yo, la gente quiere al paño de lágrimas que se refleja en mí, al ser que sólo quiere escuchar. Yo no siento. Entonces, ¿de qué sirve seguir? ¿Acaso sirve seguir?

Mundo, escúchame pues he soñado con el momento de dejarte atrás, he soñado con mi muerte, con las pastillas que aún están sobre mi buró esperando a ser las que seden mi cuerpo del dolor. ¡Maldita sea! ¡Sólo necesito amor! Y tú, ¡tú!… ¡Sólo tú dices que me das de más! ¡Qué yo no soy recíproco!

Y luego te portas indiferente aún cuando te he contado mi vida, aún cuando te he dicho lo que nadie sabe, aún cuando mi confianza te la he dado; y aún así esperas que despierte y deje la melancolía atrás, desgarras mi alma y la llevas al abismo y… ¡maldita sea! ¡Sí hoy quiero morir es por tú culpa! ¡No por la de nadie! ¡Pues me abandonas! ¡Me matas! ¡Me abandonas! ¡Me matas! Y para colmo ya muerto ¡me vuelves a abandonar!

Entonces, ¿qué debo hacer yo? ¿Esperar a que te apiades de mí? ¿A qué tu coraje se vaya otra temporada? ¿A qué me vuelvas a necesitar y yo te reciba con los brazos abiertos? ¿A qué te espere sentado mientras yo muero por dentro por tu maldita soberbia? Piensa en quien soy yo… Piensa en que nunca te necesité, y cuando llegaste me abrí a ti y entonces te dejé ver mi alma, te dejé que cambiaras lo que soy. Y tú, ahora dices que me conoces, lo dices con tanto afán.

!Yo te lo di todo! ¡Todo lo que yo soy!, yo te di lo que a nadie le habría dado y aún así piensas estás por debajo de muchos. ¡Maldita sea!, repito, ¡maldita sea! ¡¿A quién más le he dado más que a ti?! ¡¿A quién?!, ¿a aquél que amo? ¿A eso te refieres? Ok, es justo, estoy sólo y con ganas de mandar todo al infierno. Cuanto me conoces, cuando para ti soy solamente un mundo aparte, ¿lo olvidas?, aquél mundo del sábado y yo no éramos compatibles.

Y si esto te enoja, ¡enójate todo lo que quieras pues me hartas! Me harta que te enojes y que sea yo el malo, ¡me harta! Me harta ser quien tiene la culpa, me harta cargar con todo esto. ¿Acaso no te he demostrado cuanto te quiero? ¿Acaso tengo que tatuar tu nombre en mi yugular y desangrarme pensando en ti? ¿Acaso quieres que muera para que tu estés feliz?, ¿para que ya no esté aquel del otro mundo?, ¿para que te deje en paz pues amo a quién desprecias? ¿Por qué no soy más que un ser huraño que no se preocupa por ti? Aquél que dejas lejos cuando te transportas a un mundo y que recoges cual trapo sucio cuando vuelves al otro. Aquél por quien peleas y no le importa un carajo, aquél quien te hace sufrir todos los días, aquel que ya no es el mismo chico que conociste, aquel que ya odia el que lo desprecien, que ya le cansa la vida. ¡Me canso de vivir así! ¡Maldita sea! Me c-a-n-s-é de v-i-v-i-r a-s-í.

Alguna vez te dije que sólo estaría junto a ti hasta que tú lo quisieras, robándome la misma frase de una cursi novela tonta, entonces ahora sé que no lo quieres, que desprecias que te entregue mi vida, que por ti haga cosas que con otras personas no hice, que te cuente mis problemas, y más si son acerca de personas que odias, sólo quieres que te escuche, sólo tú. Y te gusta que otros te hagan daño, odiarlos y luego amarlos, entonces siente este daño que no es daño, siéntelo dentro porque es mi verdad, porque si bien sé que eres mi sangre pues ya deseo morir.

Quiero esas pastillas, ¡quiero acabar con todo ya! ¡Quiero dejarte atrás y que dios me perdone por el pecado que he de cometer! ¡Quiero todo esto, porque ya no sé que más poder querer! Si yo te di tanto y nunca te lo eché en cara, si yo estuve junto a ti, arriesgando todo, si yo te amé de un modo que sólo se ama a la familia, si yo te comparé con el amor de mis padres, si yo… si yo fui tan estúpido y no te entiendo, si tú eres complicada, si tú eres quien lo echa a perder, ¿por qué yo sufro tanto cuando no me debería de importar?

Aquí está tu maldita respuesta: “Porque te amo, y si tú no lo entiendes, esto sí es amor, no cambiar de mundo, pues sólo existe un mundo para mí.”

¡Eso me pasa por no tener amigos! Y ahora, sólo quedan las pastillas sobré mi buró; mira como me rio, ojalá lo hagas tu también leyendo lo que escribo.

Quédate con tu soledad. Yo nunca abandoné la mía.

 

Totalmente sin palabras... es un bello escrito, sin embargo aqui destacas varios nuevos sentimientos, he quedado sin palabras ante tan majestuosa obra...
Definitivamente debes darte el valor de dejarle conocer a los demas en nuestro pais lo que escribes...
te quiero..
y cuenta conmigo
kiss

 

Niñoooo!!! ¡cuanta furia empapa estas letras! Bien, supongo que después de escribir una obra semejante te habrás desahogado lo suficiente como para estar ahora hecho una seda.

Recien ahora, vas a poder pensar y dicernir correctamente.

Muy fuerte e intenso escrito, cariño. Besote y tus estrellitas para iluminar ese corazón enfadado. lluvia...