Mi Vida y Tú en Tres Actos

Nuestro amor amaneció un día como cualquiera, donde las hojas de otoño no volaron por los aires al besarnos, y la brisa no le sacudió el cabello, y sus mejillas no se sonrojaron al sentir las caricias de mis manos en ellas. Y, como no soy buen orador, no hubo un discurso que le cristalizara los ojos y le ablandara los sentimientos. Tampoco hubo corazones que gritaran al ritmo de tambores de guerra, cegados por una venda que se tejía entre los nervios y la pasión invasora.


Esas son algunas de las mentiras que me repito cada noche, cuando las luces se apagan, cuando nadie me ve, cuando mi sombra es quien me hace compañía, cuando lo único que habla es el silencio, y sus palabras son filosas navajas frías que apuñalan los pulmones. La verdad, la cruel y dolorosa verdad, lo único cierto de lo que he dicho, es que no soy un buen orador.

I​

Nacimos de una brisa que sopló en la plaza.
Y nos cultivamos en sonrisas espontáneas.
Crecimos en secretos, al quitarnos la mordaza.
Y nos enamoramos hablando en miradas momentáneas.


Me enseñaste a temer lo efímero de la vida.
A guardar cual tesoro cada segundo a tu lado.
Hablé con el padre tiempo, para que pase más lento.
Y saboree tus recuerdos cada noche antes de soñar.


Tomaste mi corazón y a los cielos lo elevaste.
Y paseamos sobre nubes, en sueños de amor.
Que hablan siempre del día en que de súbito me besaste.
Con la decisión de una reina de gran valor.


A tu lado aprendí el valor de lo sencillo.
Y a querer ser mejor cada día.
Para así, tu amor merecer.
E intentar bañar tu eternidad con alegrías.

II​

Entonces ¿por qué duele de esta manera?
¿Cómo la luz se convierte, no en oscuridad, sino en dolor?
¿Por qué el sol parece ser un cruel sarcasmo que ya no calienta?
¿Cuándo mis dulces memorias se volvieron tan amargas?


Y pregunté por las calles: ¿Has amado alguna vez?
Como queriendo encontrar lástima o empatía.
Buscando, en realidad, una explicación a esta insensatez.
A este incesante dolor que cada vez sabe más a agonía.


Ahora los días me pasan sin yo pasar por ellos.
Y la herida ya no duele tanto, pero la vida vale mucho menos.
El espejo me habla de un hombre que ahora se ve feo.
Como condenado a cadena perpetua en oscura soledad.


En el corazón me nace un sentimiento.
Titulado "Nadie te va a Amar"
Narra que el amor es un momento.
Y que ahora sólo queda recordar.


Regreso a la plaza donde nacimos.
Y en el agua calma de la fuente, mi reflejo me insulta.
Mostrando las ruinas de la felicidad que algún día viví.
De quien algún día fui.
La brisa ya no nos sacude el cabello y saca sonrisas.
No es más que un cruel susurro del amor que ya no está.
Miro alrededor y no hay más que besos, alegrías y sonrisas.
Y risas burlonas que me señalan en mi imaginación.
Me alejo de prisa, sintiendo que todos me miran.
Como si mi dolor evidente fuese el acto principal del show.
Corro y corro sin llegar a ningún lugar.
Me veo atrapado en un laberinto sin salida.
Donde las paredes se acercan más y más.
Haciendo mi habitación más chica.
Y el aire se acaba.
El pecho me duele.
Y mi garganta se ahoga.
Y las lágrimas se agotan.
Hasta que, al fin, la oscuridad me envuelve.
Y me miro desde afuera.
Como un fantasma inerte.


Veo mi vida embotellada, y descubro que ya pasó la fecha de caducidad.

III​

En la habitación que se achica.
Donde nuestras fantasías contamos.
Me atormentan los gritos del alma que suplica.
Poner final a la historia que un día comenzamos.


Con el valor producto del cansancio, deslicé la navaja.
Y el dolor se convirtió en anestesia.
Y el sonido se hizo lejano... así como el paisaje... así como la risa.
Entonces floté en la nada, con los ojos entrecerrados.


Soñé que me abrazabas por horas.
O quizá por un segundo.
Me pregunto: ¿Por qué lloras?
Siempre quise darte toda la alegría del mundo.


En mis últimos alientos no quiero verte llorar.
Sonríe una vez más para mí.
Quizá mañana nos volvamos a encontrar.
Hoy ya tengo que partir.

Fin​

Twitter: @FaustoERuber
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Una excelente mezcla de prosa lírica y poesías sobre el amor y la melancólia que de él surge. Un placer haber pasado y saludarle.

 

Mil gracias por tu comentario, me complace que te gustara. Hasta la próxima. Saludos cordiales.