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¡MIEDO!

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por mariano dupont, 3 de Enero de 2015. Respuestas: 2 | Visitas: 337

  1. mariano dupont

    mariano dupont Poeta fiel al portal

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    “Un hombre con miedo es capaz de hacer cualquier cosa”

    Nehru



    ¡MIEDO!


    Eran cuatro acampantes regresando de la costa por caminos vecinales tratando de eludir el intenso trafico del fin de semana.

    Tal vez en principio fue una decisión loable, pero devino en menos adecuada cuando estallo una fenomenal tormenta desparramando belleza y majestad en la anchura de la Pampa.

    Además estaban desorientados por ser caminos que no conocían.

    Menudeaba el rayo, retumbaba el trueno y era a cada momento mas irascible el aguacero.

    De pronto apareció frente a los faros del Ford en que viajaban, la imagen de un niño que caminaba imperturbable en plena tempestad. Era muy extraño. Era ridículo o maligno.

    --Que es eso, dijo Nicolás.

    ---No sé que es, parece un chico perdido y de todas maneras necesitamos preguntar, contesto el que conducía, y detuvo el auto.

    Los otros tres pusieron su atención en la situación, y pensaron que era necesario preguntar.

    El niño del camino era esmirriado, tenia algo muy raro en la mirada, movimientos que daban la impresión de automáticos y les había respondido con una voz ronca y que parecía salir de la negra lejania.

    De acuerdo a lo requerido, el chico del camino indico el próximo cruce; y de ahí a la derecha.

    Los viajeros se mantuvieron mudos hasta que arrancó el automóvil y entonces estalló la más anárquica conversación.

    Estaban de acuerdo en que el personaje aparecido de la tempestad y de la noche era incongruente, no tenia una lógica ubicación y nada tenia que ver con nada.

    Los cuatro jóvenes estaban desconcertados y asustados..

    Y al no haber otra opción, cuando llegaron al cruce doblaron a la derecha.

    Todos sentían algo, tenían miedo.

    Se suponía que el camino indicado desembocaba en otro principal pero por ahora no aparecía y todo era barro ; cuando se encontraron con el rancho tapera el motor se detuvo abruptamente y no hubo forma de que volviera a arrancar.

    El diluvio venia mas violento, mas furioso el estampido y los relámpagos parecían el Sol del día.

    Una cruz invertida y un pentagrama satánico se destacaron por un instante en el trazo de un relámpago.

    Estaban desatados los elementos como para que los respete hasta el que no es prudente.

    Bajaron del auto con las linternas y con dificultad abrieron la

    puerta del rancho y entraron con resquemor y con cautela. Sentían miedo.

    ---Es raro, dijo Juan, ---El chico nos mando por este camino y en este camino apareció la tapera y justo acá se paró el auto.

    En el rancho encendieron los faroles de campamento y la luz mitigo algo los estados de animo.

    El ambiente principal era mas o menos de tres x tres y una cortina colgada de un marco sin puerta era el paso a una habitación mas pequeña con una cama. Los techos de chapa no estaban a mas de dos metros de altura.


    La cal desconchada de las paredes daba la idea de mucho tiempo sin ocupación.

    Una enorme imagen de cerámica con colores chillones del gauchito Gil era lo único que presidía la sordidez del ambiente. Todo era vasto, de pésimo gusto y terminado con desidia.

    Y además había en la tapera un ambiente indefinible que ponía con suavidad en el alma los roces de un toque siniestro.



    Se tomaron algunos minutos para acomodarse en los dos ambientes y Diego que por lo general era el que conducía, escuchaba junto con Nicolás lo que Andrés estaba diciendo de la cuestión que ya se había complicado bastante.

    Hay que tener controlado al amigo Juan, decía, es muy alarmista e imaginativo y está siendo muy negativo para el grupo.

    Juan, que volvía de la pieza contigua, había encontrado un cráneo humano y un farol de lata con restos de kerosén, mientras los otros tres conversaban y cuando apareció con una calavera caliente todos quisieron dar una explicación a la recóndita cuestión de porque una cabeza muerta estaba con temperatura.

    Todos dieron una respuesta a cual mas disparatada; necesitaban hablar…tenían miedo.

    Juan se tomo la revancha que estaba esperando y con una sonrisa muy irónica, y un tono de burla, dijo.

    ---Acabo de quemar con kerosén la superficie del cráneo porque me daban asco las partículas de piel y los pelos que quedaban.

    Los demás pusieron cara de distraídos y nadie comentó nada mas.






    Por un tiempo Juan no recibió burlas.

    Las botellas verticales que colocadas en las ventanas daban luz en el día al rancho dejaban entrar los fantásticos relumbrones de los relámpagos que ponían un escenario maligno y de inquietud en el aire.

    Se tendieron las bolsas de dormir y se pusieron a calentar unas empanadas en aceite.


    Y cuando parecía que habría unos momentos de sosiego de pronto alguien lanzando un chillido muy feo señaló una de las ventanas tartamudeando.

    A la luz del rayo, distorsionada en las botellas de la ventana, había aparecido la imagen del chico del camino con la palidez de siempre y con las orbitas vacías.

    Y dibujadas por las líneas de fuego del violento rayo temblaron en el cielo los perfiles de una cruz de cabeza y de un satánico pentagrama invertido.

    Los cuatro compartían la misma agitación.

    Que era la antigua y eterna emoción del miedo que cada vez estaba mas cerca del pánico y del terror.

    Entonces el susto de los cuatro fue mas desagradable.

    Varios golpes vigorosos sonaron sorpresivamente en la puerta.

    Quedaron paralizados sin el mas mínimo poder de reacción.

    ---No se asusten, se oyó, ---Soy el puestero Ondarré y voy de paso.

    Nicolás, que era el mas maduro del grupo respondió temeroso, pero abrió la puerta.

    Un vasco grandote y de mejillas coloradas saludo amistosamente y entró a la vivienda con su gran capote negro chorreando agua.

    --Tengo mi casa acá cerquita nomás y trabajo para la estancia “La Dolorida”.

    --Vi luces y pensé que debía hacer una parada; ahora me voy a mi casita a tomar la sopa.

    --Cualquier cosa estoy en la casa blanca un kilómetro arriba por este camino, fue lo poco que dijo y se marcho.

    En un minuto volvió a sonar la puerta y esta vez fue Andrés el que se precipito para darle entrada al puestero y la mas terrible de las sorpresas comenzó a empaparlos con el espeso manto negro de las pesadillas.

    En el vano de la puerta surgido de la oscuridad había un hombre vestido de negro y estaba tan pálido( al menos eso vieron) que parecía un muerto.

    Se miraban unos a otros y gesticulaban; alguien chilló que ya no estaba el aparecido y se sosegaron un poco.

    Una horrible carcajada venia desde la noche y no cesaba.



    Pensar que hacia dos horitas, minutos nomás, eran unos despreocupados acampantes, tomadores de cerveza, con la cabeza muy fresca y de buena onda y ahora permanecían sumergidos en la mas oscura y extraña situación.

    No eran solo las apariciones del hombre de negro con sus carcajadas escalofriantes lo que los tenia paralizados y en un estado fóbico.

    Era algo mas profundo, mas siniestro, mas oscuro.

    Era algo de otro plano distinto de la realidad.

    Como dijo Nicolás y todos entendieron había una presencia que no era de este mundo.

    Y por ahora solo había empezado a jugar con ellos; de la manera mas cruel, pero todavía a jugar.

    ¡Miedo! ¡Miedo! ¡Miedo!

    Se conquistaban imperios por miedo; se vencía por miedo y las personas obedecían por miedo.

    Ahora había gente que por terror y pánico estaba descontrolada.

    Estaba enloqueciendo por ¡Miedo!.

    Acordaron los cuatro acampantes tratar de descansar un poco.

    Nadie claro esta quería ni podía dormir. La presencia de otro mundo se manifestaba entre muchas cosas por la repentina animosidad de los amigos viajeros que habían llegado a los limites de amenazarse furiosamente. Tenían mucho miedo.

    ¿Eran los fenómenos que ocurrían objetivos o los producían los retorcidos meandros de imaginación y miedo de cuatro jóvenes asustados?

    Las expresiones de los muchachos habían cambiado; parecían treinta años mas viejos tenían los ojos inyectados y un rictus de maldad en sus caras.


    También la expresión del gauchito Gil era distinta. Sus ojos eran de fuego y tenia las facciones de Satanás mientras no cesaba su carcajada que llegaba desde el propio averno.

    Las fuerzas de la oscuridad estaban en movimiento.

    Cuando comenzaron a caer de las vigas que sostenían las chapas las víboras y las arañas ya la tragedia estaba en su culminación.

    Los ánimos no estaban en sus cabales.

    Después de una feroz riña las puñaladas que Juan había propinado a Andrés lo tenían a este en agonía tendido en la cama.

    Todo estaba en poder de aquelarres de brujas dominadas por Satán.

    El ambiente estaba endemoniado y en poder de las fuerzas ocultas.

    El grupo estaba poseído, y el rancho estaba perverso, maldito.

    Las normas naturales se habían desquiciado y las mentes habían enloquecido en manos no santas.

    Al otro día había mucha agua en los campos pero el Sol era radiante.

    Dentro del rancho se encontró un baño de sangre y el único sobreviviente tenia la mente totalmente desquiciada y hubo necesidad del chaleco de fuerza para retirarlo de entre las llama con sus gritos desgarradores y con su conciencia muy lejos de este mundo.

    Hubo poco tiempo para tratar de evitar los efectos de las llamas y poco pudo hacer la autopsia porque el fuego todo lo calcino y quedaron las cenizas que dejo el demonio.

    El gaucho Ondarré declaro que jamás había percibido tanto miedo como en su pasada por el rancho la noche anterior.

    Realmente era mucho miedo comentaba Iñaqui Ondarré.

    Y agregaba, por el coño de mi madre que esto es cosa del propio Lucifer.


    ¡No es la primera vez, dijo muy serio el hombre! …¡Y tampoco ha de ser la última!, agregó con un tono enigmático.

    Mucho miedo, volvió a repetir Ondarré con una mirada diabólica ,apretando en su mano una cruz de cabeza.

    Mientras de costado hacia satánicas reverencias sobre un pentagrama invertido.

    …………………………………………………………………………
     
    #1
    Última modificación: 3 de Enero de 2015
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  2. esthergranados

    esthergranados Poeta adicto al portal

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    Lo estaba leyendo y me estaba imaginando esas escenas terroríficas, y no veas que miedo, Mariano, las explicas tan bien, dibujas tan fielmente esas escenas, que la verdad es que dan bastante miedo...¡que bien puesto el titulo! Me ha gustado mucho el relato, feliz año y un beso.
     
    #2
  3. mariano dupont

    mariano dupont Poeta fiel al portal

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    feliz año nuevo para mi encantadora esther
    y un solo beso no¡¡¡¡¡¡¡¡¡
    dos besos
    buena onda
    cabeza fresca
    y otro beso.
     
    #3

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