1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Milagros de Hombre Nuevo

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Yolvi Efraín Cauro, 9 de Junio de 2018. Respuestas: 0 | Visitas: 240

  1. Yolvi Efraín Cauro

    Yolvi Efraín Cauro Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    29 de Noviembre de 2015
    Mensajes:
    55
    Me gusta recibidos:
    54
    Género:
    Hombre
    Milagros corre hasta el abismo y me hace gestos de lanzarse. Logro alcanzarla. La sujeto por el pelo. La obligo a retomar con sus gemidos las coordenadas de la luz. “La luz es nuestra única posibilidad de salvación”, le digo para alentarla, “nos rodean los demonios de blanco, ellos quieren encadenarnos de por vida… ¡Mira, mira a ese viejo de barba larga! ¡Nos quiere engañar con su filosofía barata!” Le digo y me vuelvo con la esperanza de que entienda de una vez…Ya no siento la resistencia de su cuerpo. Milagros descansa sobre mi espalda. Doy traspiés entre las raíces de mangle rojo, así avanzamos. Pide perdón una y otra vez, perdón por cualquier cosa que haya hecho, perdón, mi vida, perdón…

    Una nube vierte en tierra.


    Tiro a Milagros sobre el piso. Ni la cercanía de la luz, los demonios de blanco y el viejo ese de barba larga, evitarán que la tenga entre el pecho las mis manos, y la sienta gemir, no con aquella excitación de jadeos y estertores, no con aquella mirada de virilidad que confunde y asusta… “¡Ni con aquel olor con el que me embriaga, Milagros, me embriaga a cada rato! Porque puedo verte todavía. Sentada a mi lado, diciendo entre dientes: ¡Mira como le mama el güebo la puta esa! Puedo sentirte frotando la palma de tu mano contra mi pantalón de trabajo, bebiéndote cada gota de mi sexo. Ja! siempre supe la clase de puta que eres, qué me vas a engañar tú! Supe que te gusta desmenuzar las entrañas de los tipos como yo. ¡Lo supe! Y aún así logras engañarme. Por eso irás conmigo hacia esa luz que está allá arriba, Milagros, para redimir nuestras culpas, redimirlas, sí. ¿No recuerdas las madrugadas? Caminábamos. Los trastos sonaban, y saludaban las campanas. Al cruzarnos con el Hombre de Piel Estrujada por los años tuve el primer indicio. Hubo un cambio de luces, Milagros. Te apretaste contra mi brazo. Caminábamos. La Doncella sin Juicio haló mi mirada hacia sus pezones debajo del vestido, y cuando mis ojos regresaron encontré los tuyos no en los míos sino en los de ella. Caminábamos… Era la habitación de un hotel barato: La Doncella sin Juicio, el Hombre de Piel Estrujada por los años, tú y yo y las sensaciones, sí, las sensaciones…Ni siquiera recuerdo el instante en que tu dedo mayor se truncó por una porción del Hombre de Piel Estrujada, y los senos tuyos y los de La Doncella sin Juicio se frotaron piel a piel mientras el Hombre de Piel estrujada hurga la profundidad de mi ceguera y las veo a La Doncella sin Juicio y a ti: ensalada de nalgas, clítoris, caderas. Te estoy viendo poseyéndome luego como si yo fuera La Doncella sin Juicio y tú fueras el Hombre de Piel Estrujada por los años, mientras los otros duermen después de la aventura… Al amanecer, mi padre se negaría lo que por casualidad había visto: un hombre y una mujer haciéndolo al revés, y por primera vez me haría la pregunta de una: ¿hijo, tu eres marico? La misma pregunta que tenía en el rostro el día en que le quité la soga del cuello.

    No puedo perdonarte, Milagros, te voy a penetrar con toda la rabia antes contenida, gozar con tu asco, maldita. Quiero vengarme por las veces en que revivimos aquella noche en esa habitación de hotel. ¡Por los canjes entre mis nalgas y tus orgasmos, maldita! Por esta madrugada en que te levantas de mi cama y me dices: “tengo que darte una noticia, el miércoles llega La Doncella sin Juicio, la única que me ha hecho realmente gritar de placer. Siempre te dije que si La Doncella sin Juicio regresaba, lo nuestro tendría que esperar…”Pero te jodiste, Milagros: ahora te llevo sobre mi espalda con tus volcanes apagados, al fin sometidos… La Doncella sin Juicio se habrá quedado esperándote en el aeropuerto, estará tratando de localizarte entre trastos y campanas, mientras tú corres hasta el abismo y me haces el gesto de lanzarte. Te alcanzo. Te sujeto por el pelo. Te obligo a tomar con tus gemidos las coordenadas de la luz hasta que encuentro a los demonios de blanco. Los demonios no entienden. Me agarran con fuerza. Hay un señor de barba larga repitiéndome que el mundo ha cambiado, de pronto lo descubro con la misma fisonomía del Hombre de Piel Estrujada, me repite que tanto machismo me ha llevado a la locura, que mi culpa ha sido dimensionada por una educación rígida e ignorante… Me repite mientras veo llegar a La Doncella sin Juicio, siento a mi padre ajustar la soga a mi garganta y el viejo de barba larga –o El Hombre de Piel Estrujada por los años-, comenta a los demonios no sé qué cosa sobre el milagro del hombre nuevo…
     
    #1

Comparte esta página