Mira (dedicado a mis hermanas)

Mira los años que ahora tenemos,
ya pasaron dos tercios de nuestras vidas,
siempre con egoísmos, rencores y engaños,
vivimos casi siempre con mentiras y envidias.

Mira ahora lo que sembramos y tenemos,
revisa bien lo que hiciste en tu calendario,
se honesta y hurga bien en tus recuerdos,
y, si no te acuerdas, pídeselo a Dios hasta el cansancio.

Pero no, no quiero que lo cuentes, guárdalo
y que te sirva a ti misma como lección,
que lo bueno y puro que tuvimos, a veces lo rechazamos
porque lo negro del corazón, fue lo que más afloró.

Mira los años que ahora tenemos,
tan mal que los hemos vivido.
porqué seguir así, si nos queremos,
somos hermanas, apoyémonos sin discutirlo.

Mira el cuerpo que ahora poseemos,
que ya casi no nos queda algo de juventud,
estamos enfermas y con canas como cabellos,
admítelo, ¿Qué vas a hacer ahora tu?

¿Qué harás con el tercio de vida que nos queda?
¿Vale la pena seguir viviéndola tan mal aun?
Reaccionemos, ya casi no tenemos el tiempo,
para darnos la mano y cuidar de nuestra salud.

Y si digo que nos queda solo un tercio de vida
es por la que los llegue a cumplir,
ya que tenemos a la muerte casi encima,
entonces, aprovechemos para unirnos y convivir
en las mejores y en las peores,
pero juntas en armonía vivir.


Por nuestros hijos, nuestros padres y por nosotras mismas,
alejémonos de rencores y del ayer y de todo lo malo.
el desamor y el olvido son las peores herencias,
pues no permitiremos que eso suceda,
aun queda tiempo, sé que podemos lograrlo.

Hermanas mías, queridas, piensen con su corazón,
ábranlo como yo se los he abierto siempre,
como ahora también se los doy,
que aquí, yo las espero con mucho amor.

Mira que podemos aun más lograr,
lo que nos quede, con amor mirarnos,
que no nos cuenten lo que es amar
y nos ayudaremos más, es lo mejor que debemos dar.

Hagamos que nuestras vidas y frutos no se sequen o se pudran.
hagamos de nosotras una fuente de amor y armonía,
no hagamos caso a los demás para seguir siempre juntas,
y estar con Dios en paz y con nosotras mismas.

Qué tristeza me daría si no nos volvemos a hablar.
somos muy valiosas y a las envidias, las dejaremos atrás,
mírame que te miraré, Dios está con nosotras.
Dios Padre nos bendiga y nos llene de paz y armonía.
Su hermana: Pili

Piliveryblue

 

Amiga...dulce llamado a la armonía, se supone que la vida debería unir a aquellos que nacen de la misma madre..pero somos humanos, terriblemente humaos...Dios quiera que tu poema encuentre eco..y todo sea distinto...dichozos los que aún tienen tiempo de enmendar.
un abrazo
Margot

 

Te agrdezco mucho tu bello comentario, tienes toda la razón, somos terriblemente humanos y nos dejamos llevar por lo más facil. Espero también que este tema llegue a los corazones de los demás, para que, si están en la misma situación, que hagan algo para el bien de todos. Recibe un abrazo enorme.

 

Tu no escribes con la mano, escribes con el corazón, amiga mía.
Me ha encantado este poema y me encanta la sinceridad con la que expones los sentimientos.
Un abrazo muy muy muy afectuoso
Joan

 

Ah Joan, muchas gracias por tus lindas palabras, escribí este tema porque me duele mucho que mis hermanas no obren sensato, que no sepan ser unas verdaderas hermanas y hasta me mezclé, para que, si alguna de ellas algun día lo lee, no se sientan tan mal. Te mando un abrazo muy fuerte.