Miradas perversas

Pierdo el sentido en la circularidad manifiesta entre las miradas tan perversas y, un rasgo del miedo inadmisible, que agita aventando su llegada triunfal, detrás de una exageración surtida.
Deductivamente diviso el conflicto de mis miserias, con algo de austeridad en la histeria colectiva local, sigo intentando eliminar la voluntad cizañosa de la espina clavada aquí en mi pecho…pensando en la derrota intacta y prospera, que una vez mas se ha presentado ante mí, como un diamante en bruto, solícita y en calidad de desesperación.
La maravillosa intolerancia, hace lo suyo, delimitando detalles. Y convertido en un yelmo, intento escapar de allí, tras sus caras indóciles, correteando mi andar con sus miradas tan obvias, que punjan desde su arte abstracto; posicionados unos detrás de otros, subestimando mi abstracción en fuga.
Con la sorpresa del descuido, y un ensortijado sincericidio, apelo en desazón, al periodo más transitable de inmolación que he frecuentado en estos últimos tiempos.
Llevo a mi animal iusnaturalista, atestado de impaciencia, sé que subyace en el camino de la limitación imperfecta, sórdido y conveniente, siniestro, con movimientos cortos y desanimados, me muevo en la soledad del desengaño.
Elevando el viejo sinsabor
Quizás en la ruta del desencanto, preserve el inveterado sentimiento que retroalimentara la horripilada angustia, de un pasado catatónico.