1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Mortanddance

Tema en 'Prosa: Surrealistas' comenzado por tyngui, 8 de Octubre de 2020. Respuestas: 0 | Visitas: 323

  1. tyngui

    tyngui Poeta que considera el portal su segunda casa

    Se incorporó:
    24 de Febrero de 2013
    Mensajes:
    2.618
    Me gusta recibidos:
    1.177
    Género:
    Hombre
    Las horas amarillas disipan simuladores emotivos en nuestras caminatas nocturnas. Crónicas y sensaciones sobre reglas súper expuestas en las escrituras primarias de este día extraño.

    En tanto el tiempo ha abierto una ventana a la translación y las miradas se ciernen tamizando los pasajes cybers, con los imprecisos reflejos ficticios salidos de un cuento sin respuestas.

    La multiformidad eyéctil de cada paso hacia la nada, me vuelve un ser extraño en las costas de este dia insólito. Las imágenes distópicas emergen geométricamente desde un horizonte gris.

    La insoportable tormenta de arena que azota de lleno cada año en todo este lugar inhóspito. Un grupo de personajes se dirigen muy sonrientes hacia un viejo edificio en ruinas y me limito obviamente a seguirlos, observando todo a mi alrededor totalmente desconfiado. La pregunta es cómo llegué hasta acá, solo di un paso al frente después de una especie de luz fuerte que se puso en mi camino y no tuve opción y al atravesar aquella luz aparecí en este sitio. Seguí a los caminantes y de pronto todos se iban metiendo a una especie de ascensor.

    Al ascensor han subido como veinte seres y cada uno se comunica con su, o sus acompañantes. Me veo algo desubicado aquí aunque me considero un agente asimilador de experiencias. Pero aunque no puedo parar de asombrarme de todo lo que veo sigo adelante como si nada ocurriera.

    Los enanos chinos que están parados junto a mí, toman un color azulenco y el hindú y su novio esquimal no paran de consumir unas píldoras transparentes gelatinadas, que mientras nos saludan van desapareciendo. Todos hablan diferentes lenguas pero aunque no se hablar ninguna de ellas, misteriosamente entiendo a todos e incluso puedo interpelar e interactuar con todos ellos.

    Hay una cosa rara con cinco cabezas que tiene muy buen humor y no para de reírse a carcajadas con todas sus bocas.

    Van pasando los diferentes niveles a una velocidad prácticamente indescriptible. De todos modos puedo dilucidar parte de ellos.

    Como en el piso que pasamos recién que parecía un universo de fuego, con seres de fuego. Acabo de pasar un piso donde todo es líquido y los seres cuando se juntan convierten los espacios en ríos o lagunas. He escuchado por ahí que caer en el universo del vacío no es muy grato.

    En este preciso instante llegamos a universo del sonido, un piso donde aparentemente hay una fiesta a la que todos estamos invitados. Me han dicho los duendes oscuros que aquí termina el sonido y nos iremos bailando a otro nivel.

    Todos bajan muy contentos, con demasiada expectativa.

    Hay un vacío interestelar que me consume el cerebro. Después de caminar por unas galerías naranja flúor, se puede esclarecer que hay como cinco mil seres exóticos que están bailando en el aire. El estilo de música que disfrutan se llama Android, es una especie de danza electrónica que invisibiliza a los bailarines y cada uno muestra con su mente en que está pensando mientras baila. Las imágenes exponen una especie de Louvre futurista donde reflejan las cosas tanto malas o buenas que hayan hecho. Me enteré que es una danza de la muerte y que se marchan de este mundo con mucho ritmo y sin dolor alguno y que el evento se llama justamente MORTANDDANCE. Aquí la palabra muerte significa transición y no final como estoy acostumbrado y que es un universo continuo donde solo hay lugar para la diversión. Por lo menos hasta ahora.
    El túnel desvanece ante el vigor de unos pasos que llegan desde atrás desesperantes, ante una frágil ansiedad que determinará los momentos de lo devenires.
    Intento volver hacia aquellos pasajes extraños de la ira, pero todo podría cristalizarse en el tiempo. Abrazo con furia cada imagen irresuelta y la tomo entre mis manos para reavivar su misión. Donde habrá que seguir el rastro de todo lo que soy, cada sello, cada pensamiento estoico, que rejuvenece la nostalgia de aquellos buenos momentos de luz.

    Es estremecedor pensar que el viento podría doblar en la esquina para encontrarse de frente conmigo.

    Los topetazos de la angustia despliegan sobre la atmósfera oscura, un rayo guardado en los ruines catafalcos de la memoria. Me dedicaría a soñar definitivamente si mi alimento fuera ese mismo reflejo.

    En tanto la noche llega para propagar su magia detrás de los arbustos.

    Con perversa lozanía acelero el paso con avivada juvencia entre ralas y marchitas flores siniestras del túnel. De pronto a lo lejos diviso un cruel ventanuco, al que mi imaginación registra como un horrido ojo diminuto observándome.

    Sigiloso me acerco contagiado por las supliciadas alarmas que dispara la mente.

    Los sentidos comienzan a conjeturar asesinos imaginarios como en los caprichosos engendros de Goya.

    Los movimientos siguen siendo sigilosos y las caras aparecen casi de repente en mis pensamientos.

    Estar pensando en las diferentes opciones que me ofrece una pieza de inmoderación obsesiva, tal vez demostrar que el avance enmascarado continúa a través de los tiempos como si fuera una vieja herida putrefacta.
     
    #1

Comparte esta página