Mosaicos de colores

Hoy te escribo pues te extraño, y entre palabras quiero decirte, no sabes cuánto me haces falta, amor… para mí el amor ya es imposible. Te fuiste sin decir frase alguna para que pudiera preparar el dolor que hoy siento al saber que ya no estarás junto a mí.

Mi vida, no sabes cuánto puedo extrañarte, y es que entre llantos y oraciones solo pedía el milagro de poder volver a escuchar tu voz.

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Una paloma voló por aquel mosaico que se posaba cerca de la cúpula de la iglesia, entonces vi como agitó sus alas con fuerza y se estrelló contra aquel vidrio; ¿qué culpa tiene el vidrio para terminar así?, cayeron fragmentos de colores brillantes sobre mi cabeza, uno de ellos cortó parte de mi frente y la sangre brotó por doquier. Esta formó frente a mí tu figura, mientras yo tocaba un arpa y te despedía entre sollozos y suspiros, ahora vas a partir.

La paloma cayó al último, tan lentamente que parecía que la gravedad tenía un efecto mínimo en ella, se enredó con las filosas cuerdas de mi instrumento, estaba herida, pero tú también estabas frente a mí, entonces me dijiste toca y lo hice.

La blanca paloma agonizó por varias horas, mientras mágicamente mis dedos entonaban belleza, su cabeza voló por cielo, entonces supe que había muerto.

¿Has matado a la paloma?, dijiste acusándome, ¿por qué simplemente no la regresaste a su sitio antes de volver a tocar?

Pero, tú me pediste que toque. Dije, casi llorando.

Así fue, pero tampoco dije que destruyeras lo tuyo en el camino. La melodía es tu despedida, no arriesgues algo sin lo cual no podrás vivir cuando ya al fin me haya marchado.

Te acercaste al arpa y tus dos manos pusiste, estas se hicieron líquido rojo, la paloma lo absorbió renaciendo como si se tratara de un fénix.

Tenla ahí para siempre, exclamaste poniéndola en mi pecho mientras otra vez caminabas alejándote de mí… Una vez te dije que los vidrios de colores son muy hermosos, no tienes porqué destruirte contra ellos y esperar morir en mi despedida.

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Entonces desperté, con una sonrisa en la cara, toqué mi pecho y la paloma aún estaba aleteando como nunca. Miré hacia el cielo, vi el mosaico, recordé cuanto te gustaba comparar los colores de un mosaico con cada uno de nuestros momentos… ¿Acaso era justo destruirlo?

Recordé lo que me dijiste antes de terminar: mira aquella combinación de colores en aquel mosaico... no importa si están limpios o sucios, son hermosos… Igual a cada momento junto a ti.

Te extraño.

 

BELLISIMO, pleno de amor y nostalgia, saludos y estrellitas.

 

¿Cómo no me avisaste?,menos mal que siempre te busco, me estabas privando del placer de leer este escrito que me ha parecido maravilloso. Te superas día a día amigo. Besos. Lluvia...

 

Wow magnifica prosa, me alegra saber que esa paloma aun siga aleteando, simplemente maravillosa creación, de las más completas que tienes, y con mucho sentimiento, es cálida, triste, pero no empalaga como siempre haces con tus cursileriasssssssssssss.


jajajjaa, besos.

 

Muchas gracias Sol por tu paso por esta humilde prosa ^^ gustoso y espero que se repita ^^.

gracias por las estrellas.

Besos y saludos

 

::jos1::: Perdon, en realidad la escribí muy tarde en la noche y me fui directo a dormir, no volverá a pasar, muchas gracias amiga por seguirme, me siento honrado ^^

Besos y abrazos

 

prometo que dejaré las cursilerías, o por lo menos las limitaré a una por mes ja ja ja ja muchas gracias mónica por comentar

Besos TQM ^^

 

Arrancador, le da jaloncitos al corazón y la tristeza! Como duele la ausencia de alguien querido.