Motivos para estar triste

Precisamente en una mañana fresca, con el cielo nublado despejado casi en su totalidad por el ruido natural que acostumbro a escuchar temprano, esa mañana en la cual sólo me encontraba dejando huellas húmedas y enlodadas de los estragos de lo que fue la lluvia de la noche anterior, frio pero un frio terrible que no me permitía marcharme con prisa a ningún lugar como de costumbre, los perro callejeros que normalmente me siguen a donde tomo el autobús no me acompañaron a la parada, estaban escondidos y asimilaban la soledad en la que me encontraba, no estaba si quiera un pequeño rayo de luz que calentara mi cabeza o mi espalda que estaban entumidos, congelado del ventarrón que acariciaba las lesiones de tan ásperas sensaciones, seguí el paso y nuevamente sólo veía huellas a lado del camino paralelo a aquellas vías de tren oxidadas, ese trayecto férreo tiene un simbolismo mágico, siguiendo el paso me imagino que todos los caminos son abordados sobre el mismo, o sobre otro, al fin el tren sigue su trayecto, no espera, sólo algunas veces se detiene para descargar o ser abordado nadie está obligado a continuar, nadie está obligado a abandonarlo, ¿llegará lejos?, no sé cuál es la intención de enunciarlo pero siempre que hace frío se alteran los sentidos, no es como el calor que sofoca las voluntades y deshidrata las intenciones, el calor a prueba de hielos es el infierno cuando se está frío, además el tren hace ruido cuando pasa, llama la atención, sencillamente obstruye el paso de quienes pensaban cruzar por su camino, ese tren cuando se está triste atrapa la amargura de la garganta y la detiene cruzando escalofríos, sensaciones de dolor en el pecho que incluso las huellas que abandono en mi camino desangran mis ojos en un mar, y pensar en el mar me pone triste porque deseo estar ahí derramando una lagrima y así ser consciente de que una lagrima vaciada en el mar justifica por mucho lo absurdo de entristecerse, lo poco que puede significar una lagrima, una lagrima que tal vez es todo para nosotros, en el mar podría vivir eternamente hasta ser recuerdo de alguien que alguna vez dejaba huellas de lodo en el pavimento, pero el mar que mentalizo aun así tiene la obsolescencia de disolver la lluvia de mis ojos, porque sin motivo pensar en un vaso de agua simple podría derretir mi ser en llanto, pensar en las moscas que sin permiso podrían alimentarse de mi o de mis alimentos fríos, por demás todo los que podría tocar esté frío podría entristecerme, la tristeza se puede navegar como el mar, todo, absolutamente todo podría navegarlo en tristeza, no hay motivos para estar triste, hay tristeza para cualquier motivo, pero porque no sucede así con otros sentimientos, otros sentires, de que depende sentir cualquier otra cosa sin motivos, lo único que sé es que los motivos no funcionan por si solos, los motivos ni siquiera son nuestros, cualquier motivo es virtual en un mundo de tres dimensiones, los motivos efectivamente se pueden hundir en el fondo del mar si así lo deseamos, los motivos llegan a saborearse como un tónico adictivo, los motivos generan la satisfacción de amarlos, somos seres hechos y generadores de amor, para cualquier motivo siempre existe una voluntad que lo haga funcionar, la voluntad es algo que se tiene, se hace, todos los saberes, los conocimientos y la practicidad que materialice el pensamiento en actos es el mar que tengo frente a mis ojos cuando estoy sumergido en la tristeza, también es el cansancio dentro de la insolación que se sufre en el desierto, pero también es el instinto de sentir miedo, cuando te aferras a un peñasco y no permites por ningún motivo que te traguen las olas de un mar feroz, los motivos son lindos pues su intención es precisamente motivar la voluntad, es lo más hermoso pues sin motivos no había vida, así entiendo que no hay motivos para vivir la vida, solo se debe cuidar entre los motivos que nos guarda la vida misma un equilibrio, balancear los motivos de ayer con los de hoy y los de mañana, por cierto esa mañana tenía que ser absolutamente así de fría y triste en la paleta de colores que le pintaban, días después seguía siendo realmente amarga y seca a su paso, con una humedad que pondrían a prueba la supervivencia al helado puro, pero en verdad llegué a amarla porque pienso navegar sobre el mar, tanto que dejaré huellas en el mar y bueno es una locura porque no conozco los motivos de mañana, pero conozco exactamente que no debe haber motivos.

 

motivos, motivos... Orale...
hablas de motivos y sensaciones mi amado poeta... Hasta ahora tu razonamiento divaga ese tema... Espero sea mas duraero que lo eterno.... Siempre es un gusto leerle mi querido Alan

 

Triste divagar que concluye excelente, los motivos estàn por todos lados, es virar la barca hacia ellos, los escogidos, los mejores...
Un gusto pasar
abrazo
LDC-zza

 

@GEORTRIZIA los motivos pueden ser lo más lindo del universo, pueden ser incluso personas

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@ladulcec

Agradezco tu lectura, es cierto es un divagar y bueno... seguramente por algún motivo SALUDOS

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