Mujer de Oro

El querer es tan relativo como el tiempo, se ama cual ceniza flotando con la fuerza del viento, a disposición de esa fuerza que te eleva o simplemente al suelo te lleva.
Hoy en día la palabra te quiero se deslava en la irrelevancia de su uso en personas con sentimientos poco verdaderos.
Tristemente he llegado a ser parte de esas personas poco conscientes del significado de esa palabra, me ha costado errores aprender a valorar por lo que llegue a perder cuando creía ganar.
Aprendí por ti mujer y esto es lo que siento, he buscado canciones, palabras y poemas que reflejen lo que en verdad siento, pero nadie expresa con tanta exactitud lo que en realidad pienso.
Mujer de oro, hoy en día tengo las palabras pero me falta la dignidad que perdí en nuestro pasado vivido para poder decirte lo que en mi corazón encuentro, es por eso que lo escribo en un papel que difícilmente llegara a tus ojos, con la fe de algún día por azares del destino, de alguna manera se cruce en tu camino y lograr decirte esto.
Lagrimas de tus ojos cayeron mientras risas de mi boca salieron, a esta edad ahora entiendo la injusticia de ese momento, la diferencia que existía en nuestros corazones, pero lo que mas padezco es tu valor, no tener los ojos para ver el oro que brillaba frente a mi cara y en mis manos se encontraba, el valor que tienes tu como mujer, la educación y valores que todo hombre busca en una mujer.
Nos faltaron miles de momentos que a la basura eche por la parcialidad de un sentimiento.
De mis sueños te apoderas y mi subconsciente me demuestra la importancia de tu pensamiento, priorizando tu recuerdo al tener nuevos encuentros.
Mis pensamientos mas profundos añoran ese encuentro, esperando que el destino me tenga deparado volverte a ver, tan solo un abrazo pido, una sonrisa o el calor de tu mirada, se que después de lo que paso es mucho, pero es a lo que en mis sueños me has acostumbrado.
Se que tuve un diamante y lo cambie por una piedra que se cruzo en mi camino, me equivoque y no vengo a pedir tu amor de vuelta, lo que hago es darme cuenta de tus virtudes y arrepentido pedirte mi mas sincera disculpa.
Corazón inalcanzable, ojos añorados, labios platónicos, hoy te digo a ti mujer de oro, que gracias a un gran tropiezo hoy valoro a una verdadera mujer.