Mujer, divino tesoro.

¡MUJER, DIVINO TESORO!


Mujer, divino tesoro.

Eres la flor de la alegría,
la que da color a nuestra vida.

Eres nuestra ave que nos alegra
con dulces melodías.

La que creó Dios para darnos compañía.
Qué sabio fue El Creador,
qué buen corazón tenía.
Que te hizo de una costilla de Adán,
de ese Adán que ahora suda para ganarse el pan.

Ese primer hombre, que gracias a él y su soledad,
existes para cuidar y agasajar.
Recuerda mujer mía, que “eres la costilla de Adán”.
Él es nuestro referente,
el espejo en el que todos los hombres
nos queremos ver y reflejar.

Tu creación, ya sabes, fue para complacernos,
para ser nuestro bastión de apoyo.
La madre de nuestros hijos ¡Nuestros!
-tú eres nuestra costilla nada más-.
Para perpetuar nuestra estirpe.
Eres quien crea hogar y nos espera sin rechistar.
El reposo del guerrero… -sin cita ni naaaa-

Lo eres todo para nosotros…
pero eso sí, con un defectillo
que se le pasó al Creador.
Y gracias que nos puso sobre aviso,
nos alertó. Nos contó la historia
de Eva y la manzana del árbol prohibido.
¡Ay, ay, ay! Qué desagradecida fue
aquella primera mujer.

Pero nosotros ya no lo tenemos casi en cuenta.
Por ello desde entonces, nos hemos visto
obligados a tutelaros, a dirigiros, a controlaros.
Pero todo desde el cariño y el amor.
¡Somos casi tan magnánimos como El Creador,
Nuestro Señor!

Es que El Creador fue grande, muy grande,
según nos contaron y siguen contando
los estudiosos de su creación. Pues nos colmó
de todo lo necesario, nos dotó de inteligencia,
creó a todo tipo de animales para que nos
hicieran la vida más cómoda y confortable,
creó la vegetación, el sol, los ríos, tantas cosas,
todo tan bien pensado, que no le faltó detalle.

Y eso a pesar de vuestra metedura de pata con la dichosa manzanita.
Nosotros, los hombres, somos su creación preferida,
nos hizo a su imagen y semejanza. A nosotros los hombres.
No a vosotras las mujeres. Que fuisteis las responsables
de nuestro sudar y enfermar. A veces me imagino
a aquella mujer en el Edén, anda y que le den.
Aún así no nos podemos quejar.
¡A que sí!
¿A que estáis de acuerdo conmigo?
Mujeres de Adán.

Por todo esto, desde el principio de los tiempos,
Mujer.Te hemos cuidado tanto y tan bien.
Te enseñamos a respetar, a querer, a cuidar…

Aunque tengo que preguntarte,
algo que se me escapa y quisiera entender.
¿Te enseñamos también a respetarTe,
a quererTe, a cuidarTe…?
O tal vez no?, tal vez...
nadie quiso que aprendieras.

¿Para qué?... ¿Verdad?
Para qué perder el tiempo.
Qué necesidad tienes mujer de cuidarte,
de protegerte,
para eso ya está el hombre, “tu macho”.

¿Qué necesidad tiene la mujer de quererse…
o de respetarse…?
Si eso son “bobadas”
de las que no tiene que preocuparse.

...No debe desviar la atención de lo importante..
...ella debe y se debe a su “hombre”…
a su “macho”… que la tendrá como…
a una princesa en su gran palacio de cristal.

Que LE comprará una preciosa casa
con una impresionante cocina, grande,
para que se sienta libre, sin agobios, llena de gozo.
Le comprará también, una aspiradora inteligente,
una lavadora inteligente y una plancha a la última,
llena de glamour y más gozo.
La llenará de vestidos a tutiplén, los que ella quiera,
pero eso sí, que él tendrá que dar su merecer.
Lencería fina, que precise él.
La cosmética para que se sienta guapa a sus ojos,
sobre todo, a los de él.

¿No te lo parece? ¡Qué ilusión es nacer mujer!
¡TE permiten hacer tantas cosas…! …
…conducir un coche, -para acercar a los niños al cole-
…abrirte una cuenta bancaria,
…votar; hacer toples,
llevar pantalones de hombre, ¡De hombre! ¡Qué honor!
Trabajar, fumar, decir palabrotas,
montar en bicicleta, etecé, etecé, etecé.

¡Que ya no se de qué te quejas, mujer!

Si eres nuestra flor de la alegría.
Qué mejor sitio para una flor
que un florero de porcelana fina.

Si eres nuestra ave cantora
que nos llena de paz con su melodía.
Qué mejor sitio para un ave que canta,
que una preciosa jaula de oro.

¡Qué bien que te creó Dios para…
para... nuestra dicha!

Por todo ello y más, nosotros, los hombres,
en virtud de nuestro apoyo a vuestra causa
y reivindicación,
hemos decidido concederte, mujer,
la Cruz de Oro al Mérito.
Por la que te premiamos,
y te ponemos delante del resto de criaturas,
muy próxima a nosotros.

¡Qué buenos somos y qué comprensivos!
¡No dejo de sorprenderme!

¡Mujer, divino tesoro!

Ah! No te olvides de limpiar los cristales
de mi estudio…teee quieeeeerooooo!
… y no me esperes para cenar,
tengo trabajo hasta tarde…chao, chao.
​

José Ignacio Ayuso​

(P.D. Todo mi respeto y cariño a todas las Evas de este Mundo)

 

que bonitas patadas jeje, digo halagos, en una pelí que no voy a nombrar pa no hacer publicida, se dice:

"Dios crea al dinosaurio. Dios destruye al dinosaurio. Dios crea al hombre. El hombre destruye a Dios. El hombre crea al dinosaurio." - Ian Malcolm
"El dinosaurio se come al hombre... la mujer hereda la tierra." - Ellie Sattler

y todos felices jeje, un gustaso pasar, saludines

 

Muchas gracias Maramín por tu comentario. A veces uno cree que la cosa va bien, que se ha avanzado mucho en este campo y de repente te pegas un costalazo. Existe mucha supremacía machista todavía. Un abrazo. José I.

 

Muchas gracias Cova por tu comentario. Yo creo que por ahí van los tiros. El "machito" se cree que si deja de ser, eso, machito, un día la mujer le desbancará, en el fondo os tienen miedo, en lugar de admiración. Un beso. José I.

 

Alguna poeta te puede tirar de las orejas...jejeje. Nunca hablo de sexos sino de mentes.Un cordial saludo,Sandra.

 

Como creo que lo escribiste como sátira para hacer mofa de los que piensan así pues me gusto leer tu escrito. Es que es así para muchos hombres. Creo que los tiempos han cambiado pero no lo suficiente. Saludos.

 

Muchas gracias Sandra por tu comentario. Jajaja, espero que si me tiran de las orejas sea porque no les guste la poesía, no por su contenido. Confío en que se entienda la carga irónica que tiene.
Aplaudo tu manera de hacer. La diferencia entre sexos existe, para mí es evidente, eso no es lo malo, si no existiera sí sería preocupante. Lo importante es el respeto en todos los sentidos, ninguno es más que el otro. La lucha que tenemos que ganar es la igualdad de derechos para todos, no solo sobre el papel, sino, y más importante, que sea efectivo. Un beso Sandra. José I.

 

Así es Lourdes, eso que has leído ahí aún está latente entre muchos hombres y para mi gusto, todavía son demasiados los que lo piensan. Creo que queda mucho camino por recorrer, acuérdate que hasta hace bien poco, se realizaban anuncios en los medios para el día de la Madre donde el regalo era "una plancha o una aspiradora" y hasta hace nada, solo salían mujeres haciendo las labores de la casa. Eso, aunque parezca pocas cosa, dice mucho del sentir de una sociedad. Y ya no digamos si hablamos de la supremacía del hombre sobre la mujer que sigue existiendo en las distintas culturas, en las religiones, mira las masas que mueven éstas y sus dirigentes son solo hombres, que no permiten, mira que es fuerte, NO PERMITEN, que la mujer asome la cabeza.
Mientras se busque en la educación, en estas sociedades que se dicen avanzadas, lo que es políticamente correcto, en lugar de llegar a conseguir la consciencia plena de lo que es natural en la relación entre géneros, no avanzaremos en la erradicación de esta lacra.

Gracias por tu lectura y me alegra que te haya gustado, ojalá no hubiera que hacer sátira de ésto.
Un beso Lourdes. José I.

 

Irónica y satíricamente cierto desde la A a la Z.

Aún intentan razonar, algunos/as, dogmas y arcaicas creencias que lo malo no es que no tengan pies, lo malo es que no tienen cabeza.
Un saludote, José, de este expulsado del Edén por voluntad propia.

 

Muchas gracias Alonso por tu amable y acertado comentario.
Que más quisieran muchos tener el Edén que tienes tú, rodeado de verdaderos amigos. Un abrazo y disfruta en de ese maravilloso Edén en el que estás voluntario. José I.