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Mujeres, Hombres y trabajo

Tema en 'Prosa: Filosóficos, existencialistas y/o vitales' comenzado por Mr.Hellmet, 29 de Junio de 2017. Respuestas: 0 | Visitas: 447

  1. Mr.Hellmet

    Mr.Hellmet Poeta recién llegado

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    19 de Mayo de 2016
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    Género:
    Hombre
    Uno de los primeros y mas tratados de los ámbitos de reivindicación femenina ha sido el laboral. La lucha por la igualdad salarial o de jornada, el derecho reproductivo, la baja por maternidad o contra el acoso sexual en el trabajo han sido temas ámpliamente discutidos, y a día de hoy los a avances, aunque aun en proceso, son bastante notables.
    Pero paralelamente a la completa integración de la mujer en el ambito laboral, se ha ido determinando, de manera indirecta, una distribución desigual de ciertos puestos de trabajo. A día de hoy vemos que empleos como el de asistente domestico, enfermera, profesor de infantil y primaría y hostelería suelen tener una mayor presencia femenina, en algunos casos con diferencias muy notables en la proporción entre hombres y mujeres.
    (Ciertamente, existen otros ambitos laborales, como la ginecología o la estética donde también es más abundante la presencia femenina, sin embargo estos casos me parecen mas normales, o al menos comprensibles, pues al tratar de temas que conciernen casi exclusivamente a la mujer, se tiene ventaja siendo mujer)
    Vemos como hoy en día existe una preferencia en la contratación del sexo femenino en ciertos sectores de trabajo, relacionados especialmente con el cuidado de los niños y las tareas domesticas. A mi parecer, esta forma de distribución laboral viene determinada por que, a día de hoy, aun sigue muy presente, de manera consciente o inconsciente en las personas, la concepción clásica de la mujer, donde está supeditada de manera esencial a las tareas domesticas y al cuidado de los hijos. Esta repartición tan condicionada por la idea convencional del genero femenino me hace pensar que, a pesar de los avances a nivel legislativo en temas laborales, a nivel social siguen prevaleciendo ciertos prejuicios que afectan, de manera indirecta, al ámbito laboral; al pensar que la figura de la mujer esta intimamente relacionada con la gestación (su función reproductiva) y las tareas del hogar, se la cree más apta para empleos relacionados con el cuidado de niños o con labores domésticas.
    Esto no solo tiene impacto en la mujer y su posición social,sino que afecta directamente a los hombres: al existir una preferencia por el sexo femenino en ciertos ámbitos de trabajo, se produce una discriminación laboral masculina, similar a la sufrida por las mujeres en el siglo XX al integrarse por primera vez en el ámbito científico o político, se reducen las posibilidades de contratación del genero masculino, dejandole en una situación de inferioridad en ciertas areas de empleo (Esto tambien, a mi parecer, sigue siendo consecuencia de una concepción retrógrada, ya no de la mujer, sino del hombre, que hace ver que es menos indicado para labores como el cuidado niños o bebes, al tenerselo por más bruto e insensible que la mujer)
    Por ello creo que el siguiente paso para una mayor igualación en la repartición del trabajo y en las condiciones laborales, debe hacerse a nivel social, y no legislativo como se ha estado haciendo hasta ahora en su mayoría. Es el individuo,al fin y al cabo,el que determina el desarrollo laboral y social y por muchas leyes que promulguemos y controles que establezcamos, si el problema no se ataca a nivel personal seguir prevaleciendo, en uno u otro aspecto de la sociedad. El derecho a la igualdad en un aspecto puede conducir a la desigualdad en otro aspecto dijo una vez Marx, y aqui vemos un ejemplo.
    Para mi, no se trata de una cuestión de leyes y derecho, sino de una cuestión personal y vital, de nada sirve un conjunto sistematizado de leyes si la mentalidad de un individuo es completamente opuesta a estas, y mas si la mentalidad no es solo de un individuo sino de millones.
    Para cambiar las condiciones de existencia del hombre, no debe empezar cambiándose las leyes, sino al propio hombre.
     
    #1

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