Nada más el poder se acaba...

Nada más el poder se acaba... el querer no se acaba nunca...​

En este constante vaivén entre lo que queremos y lo que podemos, surge una reflexión poderosa: el poder se puede agotar, las fuerzas físicas y políticas tienen límites, pero el deseo, el querer, parece ser una llama que nunca se apaga. Nacemos queriendo, vivimos queriendo, y cuando conseguimos lo que deseamos, el querer se transforma, pero nunca se extingue. Nos encontramos entonces frente a un dilema: ¿Es este querer una fuerza que nos impulsa a crecer o es, quizás, lo que nos mantiene atrapados en un ciclo interminable de insatisfacción? Quizás la respuesta no esté en las palabras, sino en los hechos.


Crédito de la frase: A quien corresponde.


Te invito a disfrutarlo en el formato de video, solo espero que sea de tu agrado, gracias.