Nagula

Sumido en la borrachera, en la inconsciencia, y la locura; aún no consigo olvidar aquel día, ¡Aquel maldito día!, en que el viento golpeaba violentamente a los árboles, en que la marea pulverizaba cruelmente a las rocas, y la oscuridad asesinaba furiosamente a la luz. Lo único que recuerdo de mi existencia, es ese afanoso momento; no sé cuál es mi nombre, ni de dónde vengo, menos hacia donde iré. El crepúsculo estallaba en el cielo, las aves murmuraban con su aleteo el norte, el reloj de piedra anunciaba el anochecer. El agua del lago: Nagula, se estremecía de un lado a otro lleno de ira y poder, el cielo revoloteaba sobresaltado, el aire se concentró en el centro del lago volviéndose un remolino que devoró a las nubes, debido a esta mezcla, y a las nubes cargadas de a agua, los relámpagos surgieron amenazantes, coléricos, espeluznantemente sobrenaturales, mientras las aguas del lago hervían alucinantes, precipitándose catastróficamente sobre la orilla. Los desquiciados rayos caían incendiando los árboles. Quise correr para escapar, los árboles rodeaban el lago; todos llameaban demoniacamente, se escuchaba el crujir de su gruesa corteza; caían como simples hojas, muchos eran arrastrados al epicentro del catastrófico evento que se sobreexcitaba a mis espaldas, recuerdo que a pesar de la tenebrosidad del acto, el aire era caliente detrás de mí, y de un momento a otro; todo cambio, los árboles fantásticamente comenzaron a apagarse, y una espesa capa de algo casi inexplicable los recubría, una especie de cristal lodoso de aspecto terrasco, de un color rojizo vulgar.
Al darme vuelta donde los rayos, el viento y las nubes se golpeaban frenéticamente, descubrí que algo estaba cambiando; !las aguas del lago Volaban a escasos metro de la tierra como buitres fantasmagóricamente hambrientos, y un gran relámpago impacto el lodo fangoso, y el mismo color rojizo vulgar brotaba del agujero, de pronto todo comenzó a concentrarse en un sólo punto los relámpagos, las nubles, el viento, el agua, el color rojizo vulgar, y los cristales terracios se desprendían de los humeantes árboles. Algo comenzó a materializarse, una enorme criatura jamás antes vista, ni perteneciente a ninguna leyenda mitología o mito, a nada. tomaba forma, era un monstruo con los ojos rojizo cristalinos, adoptó en su cuerpo las características de un hombre serpiente nauseabundo, con extremidades que desprendían un chispeante magnetismo, y un pavoroso terror tan grande que no podía apartar mi vista de la faz de aquella nefasta criatura, de temible y espectral aspecto, las aguas enloquecidas caían frenéticas a la superficie, el ente caminaba torpe y lentamente sobre el agua hacia mí, sus ojos me miraban estáticos, brillantes, como paralizándome. Ni los brazos ni las piernas me respondían, hasta que un fuerte rayo cayó a un lado de mí, perdí el conocimiento, desperté en un basurero de alparr, sin saber quién soy, de donde vengo, a donde voy; lo repito.- NO recuerdo mi nombre, ni mi edad, si tengo padres o hermanos, lo único que recuerdo es aquel día, ¡Aquel maldito día!, aquella nauseabunda y horrorosa criatura de los ojos: ¡rojizo cristalinos!
No sé si fue la atmósfera creada por los estruendosos sonidos terroríficos mezclados con la destrucción de la naturaleza, lo que me llevo a la locura y la alucinación, o tal vez fue real. Los sueños cada vez son más fuertes y vividos, estoy soñando despierto, la criatura cada vez se acerca más a mí, he intentado muchas veces acabar este tormento con el suicidio, pero es inútil, no puedo morir, aún, es una maldición, que impide a mi corazón dejar de latir, así mis venas estén vacías, o mi cuerpo fracturado, no poder escapar de esta pesadillezca tortura, con algo tan simple y humano como la muerte. - Los vientos amargos revolotean en el cielo y devoran las nubes, esta vez me alcanzará... Camina sobre el agua con su terrorífica mueca plasmática, sus manos son tentáculos extremadamente viscosos que desprenden un aurea magnética, los ojos rojizo cristalinos, me petrifican. ¡Me alcanzó! ¡Mis piernas! ¡Mis piernas!.

 

Un placer visitarte. Felicidades.

Saludos,

 

Dale tiempo al tiempo, todo se olvida, aunque por ahí las imágenes queden ocultas para siempre.
Grato leerte.

 

espeluznante historia fabulesca, que me ha echo internar de lleno de principio a fin.
muy original el final cuando todo prevé que el monstruo ataca o come al protagonista, vaya a saber que pasó con el testigo ocular de la obra, espero no le haya pasado nada malo porque gracias a él, nos enteramos de la existencia de la bestia.
saludos desde argentina
tyngui sanchez