Navidades negras

Con solo cinco años
ya tenía clavada la tristeza
en su inocencia,
se acercaban las fiestas
y para ella no había diferencia...

Suenan villancicos en el barrio
pero su llanto era a diario,
todos hablaban de regalos
anuncian la llegada del santo rojo,
pero ella en las noches
solo tenía lágrimas en los ojos...

Desde la ventana a la luna
sus oraciones elevaba,
rogaba por un milagro
que la llene de abrazos...

Ha llegado la noche buena
pero en la mesa no hay cena,
una rama seca hace de árbol
y papeles cortados lo adornan,
con hambre en la tripa
la niña se duerme sollozando
sabiendo que en poco
el monstruo vendrá gritando...

Mientras otros se felicitan
entre abrazos de alegría
a ella la madre la levanta
y la noche se torna fría,
coge al pequeño de sus hermanos
y sale huyendo de lo inhumano...

¡Santa no le hizo el milagro!
pasaron las navidades y los años,
ella crecía y su sueño moría
cada navidad la misma sinfonía,
papá sigue igual, no ha cambiado,
mamá otra vez el rostro morado
la niña se está marchitando,
Así son sus navidades..

¡Navidades negras!
negras, como la noche sin luna,
frías y llenas de miedo,
Navidades negras sin regalo
solo con sonido de los gritos
anunciando que no hay milagro.​

 

Una historia desgarradora querida amiga... sobrecoge profundamente...
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Ay niña, me arrugaste el alma con ese poema tan triste y tan cierto para tantos niños, Desafortunadamente. La sensibilidad hace gala en este poema. Te abrazo con mi alma.Saludos con cariño.
Azalea.

 

gracias a Dios para mi es pasado pero cuántos pequeños estarán pasando por lo mismo, muchos, Muchas gracias por tu visita y tus palabras mi hermosa poetisa, discúlpame la tardanza en agradecertelo...un abrazo

 

Muchas gracias por el placer de tu presencia entre mis versos y por dedicarme tus lindas palabras, disculpa que no te lo haya agradecido antes...un abrazo

 

Muchas gracias por tu presencia y tus palabras en estos versos grises y te pido disculpas por haber tardado en agradecertelo...un abrazo

 

Triste historia, pero estoy seguro que la luna también lo estaba. Yo tuve un padre que más que violento era griton, oh dios, tenía una voz tipo Placido Domingo que desde su cama resonaba por toda la colonia llamando mi nombre.. Claro, no quiero decir que no me haya llevado mis buenos y seguidos cintarazos. Fui un Fidel normal, pero conteston contra esa incuestionable autoridad que ejercia, especialmente contra mi madre.

Crecí siendo, como todos mis hermanos, los únicos que no eramos católicos en el barrio, la única congregación de 7 personas, pero con todas las burlas de los vecinos que no eran pocas. Asi, en medio de las burlas salía a jugar fútbol con los amigos, a ser un chico normal, pero por cosas de los cultos, ninguna chica quería ser mi novia porque, ya sabes, no era “católico, apostólico y romano “ de ahi que nunca asistí a ninguna de las celebraciones patronales y siempre, contra mi voluntad, me quedaba en casa u obligado a no salir de ella hasta que ya pasaran esas fiestas católicas... y de las navidades, pues ni se diga...esa es otra historia larga.

Anie,
lo importante es que
del inmenso viaje surgiste estrella,
que no vacilaste y que detrás de todo
tu corazón es y sigue siendo un gran guerrero.

Ahora sos solar, suave manta de luz
kind o’chica que ilusiona.

Saludos,
Fidel Guerra.​

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