Nigromancia

En la adivinación de los sentidos, cunde el pánico de los miedos subsidiados, incorporados al espíritu, por una oscuridad inducida en los pensamientos…ultrajando cuesta bajo cada movimiento que se genera en los oráculos imaginariamente evanescentes, que sugiere el mundo de las sombras.
De sombrío andar y regocijo nigromante, llega desde el mas allá, un pensamiento grumoso, hijo esotérico de la bruja de Endor, que nos someterá cada tanto al inframundo fantástico, fabricado por nosotros mismos, que anida en uno de los bolsillos del sacón, que viste el alma y que asoma de tanto en tanto, azotándonos con sus humor negro y su fantasía sarcástica.
Asomará con sigilo y a menudo no vendrá solo, traerá en sus líneas, a sus tres sirvientes, montados sobre un desagradable cerdo, que oficiarán de querubines malvados a la hora de ejecutar cada peripecia inaudita, preparando un plan siniestro que traerá consigo desgracias y mortificaciones por doquier.
En ese instante seremos invadidos por espectros que bailaran una danza maldita en nuestro entorno, representando figuras horribles que inexplicablemente no podremos comprobar, ni corroborar su existencia real, puesto que solo habitaran en nuestra mente; y nadie, ni siquiera nuestros seres queridos, sabrán entender, nuestro mal…acto seguido seremos considerados perturbados y en los sucesivos episodios venideros, depositados en algún frenopático.
Bendita parentela…