1. Guest, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Dismiss Notice

Nipona de mis ojos

Discussion in 'Prosa: Amor' started by Carlos José Pedrosa Navas, Mar 31, 2021. Replies: 0 | Views: 394

  1. Carlos José Pedrosa Navas

    Carlos José Pedrosa Navas Poeta recién llegado

    Joined:
    Nov 26, 2020
    Messages:
    50
    Likes Received:
    55
    Gender:
    Male
    Nipona de mis ojos


    Él miraba, esperaba, callaba. En su avión, de camino a Japón, observaba a la nipona, con su andar peculiar, su mirada infinita, sus rasgos duros, alargados, llenos de poesía, dulces ojos, y piel blanquecina.
    Él, ni de lejos imaginaba, dónde ella posaba, sus pensamientos. De haber podido, le hubiera dicho: bella dama, por mis deseos quisiera conversar con usted, pero llanto en cobardía de hacerlo, para que no desoiga mi querer, y caer en vergüenza de «Fergo».

    Si lo hiciera, y usted dulcemente me respondiera, qué haría yo, pues no habría pino que cobijase mi dicha. Y si con condescendencia me hablara, quizás entonces yo despertara, y a la luz de sus ojos charlara, cayendo de lujo contento, agraciado, por mil besos cayendo, a mil estacas sonriendo, en recuerdos y deseos de escarceo y viento. Y de hallarla a usted en mis sueños, perdidos los dos entre sábanas, a esperas de risas y chanzas, después de yacer en la cama, con vino, flores y dicha, en un hotel de miranda, pomposas cortinas maltrechas, y caricias de almohada... Quisiera… Quisiera...

    Ella quererla yo quiero, aunque de nada la conozca, ella quererla yo quiero, y recordarla por siempre quizás. Ella quererla yo quiero, y hablarle dulcemente al oído, mientras fallezco de orgullo y vergüenza, verla pasar mi nipona del Nilo, sus cejas puntiagudas y esbeltas, su gracia de milo. Ella quererla yo quiero, nada más verla pasar yo hago, mientras fallezco de orgullo y vergüenza, amago, apenas la miro, mi nipona de mil ramos. Ella… Ella…

    Curiosa y bella, preciosa sin mella, verla pasar yo escucho, y nada más sus pasos adivino, mientras por esclavo sentarla lucho, de su sino. Ahora solo la soledad me responde, de la estupidez de no haber hecho renombre, verla pasar yo veo, y soy solo un cobarde uniforme. Aun ando en deseos de hablarle y su porte, cuando solo albergo desdicha, de fallar cuando el viento sople. Verla pasar la vi, y en el futuro mucho la añore, no sé si rico o pobre, siempre la recordaré. Verte pasar te tuve, mi nipona lejana, y ahora el recuerdo de escarcha, se diluye en mi mirada, siempre te recordaré, mi nipona soñada, siempre te amaré, cual si fueses mi amada.

    De haber podido, te diría: Bella dama, tu altiva y larga melena negra, me cautiva, me amilana, me dice, me habla, me responde, me ama. Tus ojos, los recuerdos profundos, me tumbaban, me llamaban. Tu cuello, tu cuello esbelto, puro, perderme en el deseo, deseo en fuego y bravura, deseo perder la cordura, deseo de verte a ti, tuya. Tus hombros fuertes, firmes, tu olor, me abruma, y tu fragancia dulce, pulcra. De haber podido, hubiera preguntado tu nombre, tu procedencia, hubiera intentado despertar tu sonrisa. De haber podido, quizás tu hubiera sonreído, de haber podido, hubiera clavado en tus ojos mi tez mediterránea, hubiera buscado en ellos el interés por una mente foránea, te hubiera hablado de la historia de mi patria, habría mostrado mi bravura sanguínea por derecho, hubiera mostrado de mí todo aquello que albergo, y cosecho.

    Haberte amado es todo cuanto haría, viajar por doquier y Almería, perdernos en calles de osadía, acariciarte las mejillas, besarte dulcemente en la avenida, alma mía. Hubiera mencionado tu fuerza, y en la llama de la curiosidad que irradias, encenderías mi mecha. De haberlo hecho, solo decir la primera palabra, creo te fuera amado, de haberte hablado, creo, con tu porte me hubieras fulminado. De haberte hablado, una conversación hubiera bastado, a esperas de ser premiado, y haberte comparado, juntos felices o enojados, bellos tontos o malparados. Haber envejecido, habernos apoyado, haber fallecido juntos y agarrado, bien fuerte nuestras manos, y de un suspiro, despedir nuestro sino, nuestras almas, ya vuelan en vilo, empiezan su nuevo camino, un nuevo destino, para que nuestras miradas vuelvan a cruzarse de nuevo, esperando en su seno, y de un destello, renacerán como un velo, nacerán de nuevo, y tendrán, tendrán de qué hablar, y forjando la espera, dará esperanza, verá bonanza, tierna crianza, de aquí al cielo le dije, bendita nipona y su danza.

    "Verla quise, y a esperas conduje, conduje mi ser a esperas de ser, y le dije; espera, espera y luego corre, corre, y anda. Espera... y espera... y busca, y si la encuentras dile, dile que le quieres, ámala por siempre, por siempre, aunque ella te olvide, aunque todo termine, aunque el sol no salga"
     
    #1
    Alizée likes this.

Share This Page