¡No existen los brujos!

Que no existen los brujos! Claro que no, no pueden existir para nosotros. ¿No sería una involución constante el mero hecho de creer y formar nuestros propios demonios? Porque ya lo sabemos, la magia no es mas que una tonta ilusión, las cosas en serio están predeterminadas a ahogarse en un pantano.
Pero hombre, disculpe, ahora tengo que ser modesto, es también una linda parte de mi, o por lo menos eso creo. La cuestión es que creo a veces necesitar esa puntada con el tridente que me dan mis demonios, tal vez porque son ellos quienes se encargan de que yo justamente me tenga que hacer cargo de los problemas que al fin me hacen mas fuertes. No es solo eso, no lo he dicho nunca ¿Sabe?, pero a veces lo único que me mantiene en pié es una ilusión no muy distinta a la magia, creo que los llaman "sueños", si, esos son.
Y eso no es nada comparado con lo que me esta carcomiendo el encéfalo en este ultimo tiempo, si usted viera mi cara, cuando día a día me encuentro solo en mi habitación, escuchando piezas de jazz, recostado sobre mi cama, observándome, tristemente en libertad, dándome cuenta de que lo único que podía sanar mi vida era el lodo de aquel pantano.