No funcionará

Intentas dormir. No importa cuantas veces cierres los ojos, y los abras con la esperanza de mirar el reloj, y ver que la aguja que dirige el tiempo haya dado al menos una vuelta entera desde la última vez que la observaste. Pero la aguja no ha dado ni tres pasitos. Vuelves a mirar tu móvil deseando que te haya llegado algo y no lo hayas escuchado. Nadie piensa en ti. Él no piensa en ti. Ya lo sabías, desde el primer día, pero te empeñaste en creer que no te dolería. Ahora mírate, has perdido el sueño, la sonrisa, el rumbo, y hasta los pedazos de ese puzle que un día rompieron pero conseguiste volver a juntar. Ahora lo han vuelto a hacer. Miles de cachitos se han vuelto a perder, de ese rompecabezas al que llaman corazón. Sentir la necesidad de hacer algo, de no tener tu mente pendiente de eso que te impide seguir sonriente. Extraña sensación, vacía, sola, sin dirección.
Piensas en tantas personas, tantas cosas..Muchas de las cuales deberías lanzar al olvido. Sigues acostada..No importa las veces que te gires para un lado o para el otro. Ni que te levantes de la cama y te vuelvas a acostar. Darás vueltas por tu habitación, pero se te habrá hecho pequeña a los dos primeros pasos, y los demás serán inútiles. Recorrerás tu casa..y con la primera vuelta, sentirás la necesidad de respirar aire fresco, de dejar de sentirte agobiantemente encerrada entre cuatro paredes.
No importa que salgas a la calle, la lluvia empape cada centímetro de tu piel, que vuelvas a tu casa con el pelo empapado a las tres menos cuarto de la mañana y tengas mil lágrimas derramadas. Que estés agotada de tanto pensar en vano. Seguirás intentando dormir. Te tomarás una taza de té caliente. Te relajarás, y lo volverás a intentar. Inocente..Crees que lo conseguirás.
Ya son las cuatro y media de la mañana..AUN son las cuatro y media de la mañana.. y tú sigues sin poder dormir. Que noche mas larga. Que noches mas largas..Miras por la ventana y consigues dibujar con tu mirada la luz del sol despertando, alzándose sobre el mar, pero te das cuenta de que es tu imaginación que se ha echado a volar. Te acuestas de nuevo, la luz de la luna ilumina tu habitación. Lees, pero, ¿para qué, si apenas consigues descifrar las palabras que hay escritas? Tras cada una de ellas vuelves a naufragar en el mar de tus pensamientos. Le has dado demasiadas vueltas a la cabeza, tantas que ya no sabes cómo ponerla derecha. Ya, tras tantas preguntas sin respuesta y respuestas a preguntas que no consigues formular, nada tiene sentido. Lo que antes parecía imposible de conseguir, ahora si que es un no poder dormir.