No hay nada de malo en tener miedo...

No hay nada de malo en tener miedo...
cuando uno teme, se ven las cosas de forma distinta.
Los temores y el miedo son los primeros enemigos naturales que una persona debe vencer para emprender el camino del conocimiento.
Cuando uno se ocupa demasiado en sí mismo…
se produce una tremenda fatiga y busca en lo desconocido la explicación a sus temores.​

Los conceptos que cada uno de nosotros cultiva sobre el universo nacen de nuestra percepción, pero se consolidan a partir de las experiencias que nos van formando y, con el tiempo, madurando. La felicidad, el amor, la soledad y tantos otros estados, más que simples sentimientos, se convierten en pensamientos que, como punta de lanza, dan forma a lo que llamamos conocimiento. En ese proceso, el miedo ocupa un lugar fundamental: no es solo una emoción o una idea pasajera, es una presencia inevitable en la vida de quien decide avanzar hacia un futuro incierto. Pero no se trata de eliminarlo. Se trata de reconocerlo como el primer umbral que se cruza cuando uno empieza a cuestionarse su lugar en el mundo, y hasta dónde podría llegar si decide enfrentar lo incierto. En el acto de temer, la percepción cambia: lo que era cotidiano, ahora exige atención; lo que era seguro, ahora parece frágil. Esta transformación no es una falla, sino parte esencial del aprendizaje.

Comprender esto es apenas el primer paso en el camino de quien se atreve a vivir con conciencia, con la voluntad de avanzar, incluso cuando no hay garantías. Porque solo quien se atreve a mirar de frente al miedo, empieza realmente a saber.



Crédito de la frase: A quien corresponde.



Te invito a disfrutarlo en el formato de video, solo espero que sea de tu agrado, gracias.





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