No importa si un minuto o una vida

​

Te quiero desnudar bajo la luna
y besarte ambos pechos
enloquecer por tu cintura

Te quiero hacer cerrar los ojos mientras pinto
allá lejos
en ti,
con mis pinceles de hombre
el más nocturno poema nocturno.
El que no olvidarás nunca
y te hará erizarte sola
o con el otro,
cada vez que lo recuerdes.

¿Sabes?
Yo me erizo
solo
y con la otra
cuando te recuerdo.

Te quiero y no me quieres
Te quiero y no me crees que te quiero.

Deseo tus pinceles de mujer
Trazándome el deseo sobre el pene
y que por ese sendero
escales hasta mi corazón
para sanarlo

No importa si un minuto o una vida

Te quiero y te deseo.

...

¿Y tú?
¿Me quieres?
​

César Guevar. Febrero y frío. 2019.​

 

Habrá que esperar su respuesta.
Saludos.

 

Generalmente cuando uno tiene que decir estas cosas en un poema es porque las cosas no van bien. ¿Qué hace uno?

Tal vez resignarse y seguir.

Gracias por acompañar este poema que no impresionó a mucha gente, Poeta. Te abrazo desde aquí

 

Pocos comentarios me han gustado tanto como este, compañero, vinieran de quien vinieran.

Le estoy muy agradecido en primer lugar por honrarme con su visita, y en segundo por haber captado con tal precisión lo que el poeta quiso decir. ¿Sabe? La persona a la que se lo escribí no lo entendió para nada. No la culpo: es un poema con una corteza un tanto simplona y áspera. Así lo quise.

Luego descubrí, aquí, que la culpa definitivamente no era de esa persona: A nadie antes de esa poeta maravillosa que me regaló su comentario en primer lugar y ahora usted, pareció llamarle la atención este trabajo.

Gracias, de verdad gracias por haberse tomado el trabajo de leer más allá de la superficie.

Un apretón de manos cordial, lleno de afecto para usted, mi compa. Todo lo bueno.

 

Eso de erizarse solo quedó más claro unas líneas más abajo. Cuando el deseo parece ser sólo de uno, quema demasiado. Saludos cordiales, César.

 

Sí. Por eso estoy usando una crema a base de aloe vera. Pero no sirve tanto. La voy a combinar con aguardiente barato a ver...

Un saludo agradecido, mi compa.

 

Aguardiente directo a la zona en conflicto? Véndelo como espectáculo de variedad. Jajajajajajajaj
Saludos, otra vez.

 

Claro, sacarle dinero. Aloe vera con aguardiente para las arrugas que provoque el circo. Lo venderé entre los elefantes y el caballo blanco del penacho. ¡Voy a volverme rico!

 

Un saludo cordial, compañero. Gracias por haber estado de nuevo en estos versos. Todo lo bueno para usted.