No me necesitas.

Cuando yo me propongo ayudarte,
sé que no me necesitas.
Eres tú, quien saborea y digiere.
Reflexionas y, a veces, te excitas.


Eres libre y digno, como todos.


Las circunstancias nos obligan a estudiar intensamente, hincando los codos.
Pero no es memorizando, meramente, como aprendemos y aprehendemos.
Ni rezando, en un templo religioso.
¡ Vivir la vida ! Así, está más rica la comida.


La vida misma, a veces, parece esquizofrenia.


Una mente dividida.
Una Europa, aparentemente unida.
Unos reinos apoyados contra los otros.
No sólo yeguas y caballos, o unicornios y centauros, sino además, potros.


Indomables, que se encabritan. Es natural, por consiguiente, que todos se derritan.


Todos estamos fundidos, en cada Momento.
Formamos parte del mismo engrudo o cemento.
Conmigo, el Creador hace experimentos científicos...
Por ver si me perfecciono. El espíritu vence al cuerpo físico.


Y en el esoterismo, me luzco. Muchos mensajes celestiales traduzco.

 

Todo conocimiento, en última instancia, solamente es ignorancia instruida...Estupendo poema!! Un abrazo, amigo poeta

 

Amor y conocimiento, son conceptos que se llevan bien.
Ignorancia y odio, también se llevan bien.

 

El conocimiento, para mí, y según mi experiencia, se basa en la seguridad.
El "loco" se ve obligado a hacerse caso solo a sí mismo, puesto que conoce las dos interpretaciones de la realidad, y le atrae la desconexión, no el caos.
Pero el "loco" puede llegar a conocerse, puesto que evoluciona entre las dos realidades, y no se ve obligado a decidir, sino a fluir.