No podría volver al barrio

No podría volver al barrio.
Ya no reconozco las cosas que otrora formaban parte de mis días, cambiaron las formas, los colores, los saludos.

Algunas miradas se tornaron desconfiadas, y hablo de los mismos ojos, sólo que un poco más viejos... es verdad, no hablo de los mismos...

Los colores se ven hartos de estar siempre suspendidos sobre las mismas paredes, algunas de sus partes se han dejado caer por el cansancio. No son los muros fuertes y brillantes que mis retinas grabaron, la palidez les ganó la partida contra el tiempo.
Los árboles y las plantas envejecieron al compás del viento que tantos años los meció en sus brazos, sus melenas raídas y colgantes se dejan arrastrar sin ofrecer resistencia alguna.

Las calles olvidaron cómo soportar sobre sí una veintena de niños inquietos e incansables.
No hay flores en las ventanas, ni vecinas con los bolsillos llenos de dulces recompensas a cambio de un mandado “hasta la panadería de la otra cuadra”.
Algunos nombres se borraron del barrio. Ya no hay José ni Margarita, por ejemplo.
Otros crecieron y perdieron el diminutivo en el camino. Los que más mutaron son los que tenían sobrenombre, como “Chispita”, que hoy es el Señor Diputado José Alfredo Aranguren, y ya no juega al “culo sucio”, dicen las malas lenguas que ahora lo tiene.
Supe de algún ingeniero, otro doctor, una bailarina y otra lesbiana transgresora.
Y el tonto soñador que escribía bobadas cuando no escuchaba música ni gastaba su tiempo quemando sus ojos con El Quijote, La Metamorfosis, La Divina Comedia, o cualquier otro montón de hojas amarillentas que tenía en la biblioteca improvisada de su casa. Que una vez, hasta problemas serios tuvo por leer a Bakunin, pero era pibe y no era “peligroso”. Lo que nunca supieron, es que siguió haciéndolo.
Los sonidos cambiaron. Ya no se escuchan gritos de alegría, ni de dolor, ni de nada.
Hasta los pájaros emigraron por falta de incentivo.
Llegar al barrio es, pararse frente a un páramo insulso y desprovisto de futuro, en fin, desprovisto.
Ya no quiero ese barrio que renunció a la vida. Que no espera como antes, con los brazos abiertos, las fiestas multicolores y chillonas que duraban hasta que el sol quemaba. Es otro barrio, está distinto.

Mientras emprendo el regreso, da vueltas por mi cabeza otra idea: ¿no habrán cambiado mis ojos?
Todo mutó a mi alrededor. Yo me siento a resguardo de esos cambios. ¿Será bueno o malo?

[COLOR=darkred]Por ahora sigo leyendo a blasfemos, desquiciados, desestabilizadores y anarquistas que han perdurado en su necedad de hacerme creer que nada cambió. [/COLOR]
[FONT=Verdana][COLOR=darkred]Sigo regando mis oídos con la música eterna y de cuando en cuando, desparramo algunas tintas sobre resignado papel, que a pesar del tiempo transcurrido, sigue sin entender lo que escribo, aunque me contradiga incesantemente.[/COLOR][/FONT]
[SIZE=3][FONT=Verdana][COLOR=darkred]Y eso, es algo que nunca cambiará.[/COLOR][/FONT][/SIZE][FONT=Verdana][/font]

 

Amigo que alegria verte, que placer volver a ver tus prosas. De regreso a la Argentina con fuerza y mucho frio. Como siempre me deleita tu pluma y tu versión. Besos muchos. Mi estrellas y reputación para un gran amigo. Paloma2

 

La alegría es mía palomita, al saberte felíz y con renovadas energías.
Como siempre, es un honor verte por aquí, hace mucho que no enro al portal, veré si logro permanecer el tiempo que quiero.
Besos y nuevos agradecimientos,
Diego.

 

[FONT=Verdana]
[B][COLOR=green]Excelente, como siempre[/COLOR][/B]
[B][COLOR=green]No dejes dedelitarnos, porfavor.[/COLOR][/B]
[B][COLOR=green]Un abrazo, Diego y todas las estrellas con mi reconocimiento[/COLOR][/B]
[B][COLOR=green]Rosario[/COLOR][/B][/font]

 

Gracias Rosarito, amiga; como siempre muy generosa.
Besitos,
Diego.

 

[FONT=Verdana]


[I][FONT=Comic Sans MS][SIZE=3][COLOR=black]Felicidades y estrellas... Tu prosa es excelente... Es verdad que todo cambia... es inevitable... hasta nosotros mismos... aunque eso espero que sea solo físicamente... Saludos desde mi barrio que tambien está cambiando mucho[/COLOR][/SIZE][/FONT][/I][FONT=Comic Sans MS][/font][/font]

 

Deleitarse en los recuerdos de la realidad que redunda en el instante, descubrir que el anterior se anhela como presente, y ser testigo inherente de la metamorfosis que ocurre cada segundo, nada es igual, todo se transforma, conservar la esencia es lo que prevalece...
Escelentes letras, siempre es un placer leerte
Kikos y abrazos apretaditos
:::hug:::

 

que lindo era el barrio de la infancia...como cambió todo no?
me trajiste lindos recuerdos de Villa Crespo.
besos amigo, hermosa prosa

 

Gracias Lunita, es un halago verte por aquí.

Un beso,
Diego.

 

Muy amable Charito, es una alegría enorme retener tus lecturas en mis espacios.

Beso,
Diego.

 

Gracias y Besos a tí Marcela, amiga, todo cambia menos los deseos de escribir y leer.

Besitos,
Diego.